martes, 17 de noviembre de 2009

DENUNCIAN: Informantes y paramilitares amenazan a la Resistencia


Honduras en Lucha

Denuncias han dado a conocer que miembros de la resistencia están siendo fotografiados por vecinos que respaldan al gobierno de facto.
La intervención de paramilitares, informantes y agentes encubiertos pone en peligro a miles de personas que han participado en las manifestaciones contra el golpe de Estado y que en las últimas semanas han expresado su negativa a ejercer el sufragio en elecciones fraudulentas.
Defensoresenlinea.com ha recabado información en la que se denuncia que vehículos sin placas con vidrios polarizados han seguido a miembros del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado en diferentes barrios y colonias de la capital.

Los denunciantes aseguran que individuos que se conducen en carros sin placas, los han seguido con el objeto de filmarlos mientras se realizan labores de limpieza de la propaganda política.

Y es que en asamblea general el frente Nacional contra el Golpe de Estado ha manifestado la posición de que las elecciones del 29 de noviembre son una farsa y que aquellos o aquellas que participen, estarían legalizando el golpe de estado.


En tal sentido los comités de la resistencia, localizados en barrios y colonias, han distribuido panfletos y descolgado la propaganda política de candidatos a cargos de elección popular, con el fin de concientizar a las comunidades que la ciudadanía no debe acudir a ejercer el voto el 29 de noviembre.

En otras denuncias registradas se ha dado a conocer que miembros de la resistencia están siendo fotografiados por vecinos que respaldan al gobierno de facto con el propósito, según dijeron, de que puedan ser identificados por la policía y agentes de investigación.

Los informantes apuntaron que estas acciones son intimidantes y amenazadoras y que constituyen una clara persecución política, al estilo de la dictadura de Tiburcio Carías Andino (1933- 1949) o la implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional en la década de los años ochenta. En ambos casos se utilizó a “orejas” (informantes), a agentes del Estado y paramilitares para perseguir, hostigar, torturar y desaparecer a los opositores u opositoras al régimen.

Pese a que la comunidad internacional condenó el golpe empresarial-político-militar acontecido el 28 de junio y abogó por la restitución del presidente Manuel Zelaya para el retorno al orden constitucional, el gobierno de facto dilató las conversaciones y pretendió crear un gobierno de reconciliación nacional sin la participación del presidente constitucional Zelaya Rosales.

El gobierno usurpador ha dicho que las elecciones generales son la única salida para solucionar la crisis política y han utilizado a los medios de comunicación afines para hacer creer a la opinión pública que la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas (NU) deberán reconocer el resultado de las elecciones.

Se ha informado que aparte de la militarización del proceso eleccionario, el presidente de facto estaría utilizando a centenares de reservistas para velar supuestamente porque las elecciones se realicen con “tranquilidad”. Estas acciones crean un ambiente de opresión y terror en la ciudadanía.

Asimismo ha trascendido que desde la empresa privada se estaría obligando a los trabajadores y trabajadoras a ejercer el sufragio el 29 de noviembre, so pena de perder el trabajo si no muestran el dedo manchado con tinta indeleble.

El sábado 14 de noviembre y desde la embajada de Brasil, rodeado de contingentes militares y policiales, el presidente constitucional de la República Manuel Zelaya envío una carta al presidente estadounidense Barack Obama en la que le expresa que no aceptará ningún acuerdo de retorno a la presidencia, para encubrir el golpe de Estado, “que sabemos que tiene un impacto directo por la represión militar sobre los derechos humanos de los habitantes y las habitantes de nuestro país”.

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