Radio Progreso
Trascurrida más de una semana de las elecciones generales, la presidenta electa, Xiomara Castro Sarmiento, sigue recibiendo felicitaciones de actores políticos nacionales e internacionales. Un nuevo gobierno asumirá el poder del Estado el próximo 27 de enero de 2022.
El gran reto que llevan es no fallarle al país, cuyos hombres y mujeres, asistieron a las urnas a votar por el cambio, dijo en Radio Progreso la socióloga e investigadora, Leticia Salomón.
“Siento que Libre está consciente del gran desafío histórico que significa para este partido y para todos los aliados que se incorporaron a última hora, cumplirle a la gente. Es una cuestión que se clama por todos lados: no nos vayan a fallar”, dijo Salomón.
Sostuvo que la gente asistió a las urnas porque significa la última esperanza que la ciudadanía coloca en un sistema político electoral que ha adolecido de demasiadas fallas.
“… le han fallado liberales y nacionalistas que han sido los que han acaparado la contienda electoral durante muchísimos años. Al mismo tiempo se cree que es la posibilidad de construir una nueva Honduras, de borrar todo lo malo que el actual gobierno y partido hizo para nuestro país”, dijo la socióloga.
Radio Progreso (RP) dialogó con Leticia Salomón (LS) sobre el nuevo gobierno que se avecina.
RP. ¿Cómo valora el momento que vive Honduras?
LS. Definitivamente es un momento histórico del que no nos atrevíamos a decirlo antes de las elecciones. Es un mensaje hacia el partido de gobierno, y no solamente a la persona que se estuvo al frente durante casi 12 años. El mandar un mensaje tan contundente que se dio es tremendamente positivo porque significa un rechazo desde la ciudadanía, un cuestionamiento, un ¡basta ya! a tanta arbitrariedad que se había impulsado en el país en estos años con total impunidad.
RP. ¿Qué vio la gente en Xiomara Castro?
LS. Creo que sumado al voto de rechazo, yo diría que no solamente un voto de castigo porque suele ser una frase demasiada trillada, el voto a favor de una candidata viene dado por las esperanzas que la gente pone en el futuro de un país con grandes demandas para reconstruirse, reestructurarse y para tener una mirada mucho más clara y directa sobre el inmediato porvenir.
RP. ¿Cómo interpreta que se haya votado por una mujer como Xiomara Castro?
LS. Haber salido a votar por ella rompió muchos tabú. Rompió el tabú de ser mujer, nunca habían tenido éxito las pocas mujeres que lo intentaron. También rompió el tabú de ser la esposa de un ex presidente del país, siempre se le quiso pintar que era la esposa de, la ex primera dama y eso significó un gran paso adelante al no dejarse atrapar por ese tipo de comentarios.
Y votar de manera tan masiva por ella significó también el rechazo a esa campaña anticomunista, desfasada en la cual se involucraron los nacionalistas creyendo que iba a ser un argumento suficiente para que no saliera a votar la ciudadanía.
RP. ¿Tiene mucha esperanza usted?
LS. Yo sí creo. Para empezar, cualquiera que hubiera ganado al Partido Nacional ya significaba un paso adelante ante la situación caótica y crítica de nuestro país, pero el hecho de que haya ganado Libre con una coalición, con muchas personas que se fueron uniendo a un proyecto que lucía como el único proyecto capaz de confrontar a un partido que las tenía todas consigo para poder ganar las elecciones, y me refiero a todo el potencial económico que se necesita no sólo para comprar las voluntades y mover a la gente de un sitio a otro, el hecho de que haya sido un voto tan contundente y a favor de una opción electoral como esta, yo creo que nos abre posibilidades.
RP. ¿Hay conciencia de los ganadores sobre la responsabilidad que tienen en sus manos?
LS. Siento que el partido Libre está consciente del gran desafío histórico que significa para este partido y para todos los aliados que se incorporaron a última hora, cumplirle a la gente. Es una cuestión que se clama por todos lados: no nos vayan a fallar.
Quizás sea la última esperanza que la ciudadanía coloca en un sistema político electoral que ha adolecido de demasiadas fallas, le han fallado liberales y nacionalistas que han sido los que han acaparado la contienda electoral durante muchísimos años. Al mismo tiempo se cree que es la posibilidad de construir una nueva Honduras, de borrar todo lo malo que este gobierno y partido hizo para nuestro país.
RP. ¿Qué piensa de la propuesta de Xiomara Castro de un gobierno de reconciliación, paz y justicia?
LS. La verdad que es muy atinado el ofrecimiento porque hasta el momento el Partido Nacional impulsó una campaña de total polarización de la sociedad, eso significa que ustedes son los malos y nosotros somos los buenos.
Esa línea, que separa a estos dos partidos, es una línea peligrosa que puede dar paso a una fisura y polarización constante en los próximos cuatro años por lo que sería muy difícil hacer los cambios que el país necesita. El hecho de abrir la puerta a un proceso de reconciliación, es una excelente oferta, es una buena propuesta, y en este sentido se abren las posibilidades para que nadie se sienta excluido de un proceso de cambio en el que tienen que participar todos.
RP. ¿Cuál fue el mensaje ciudadano para el Partido Nacional y Liberal?
LS. Eso fue el mensaje más claro y contundente, es decir, son partidos políticos que se acostumbraron a un estilo de hacer política totalmente amañada, fraudulenta, de arreglos bajo la mesa, de no importarles lo que la gente pudiera pensar, de violar el Estado de derecho, de violar procedimientos, es una cosa realmente inconcebible la situación a la que habían llegado ambos partidos políticos que fueron los pilares que tradicionalmente soportaron el sistema político en el país.
RP. ¿Cómo interpretar la participación masiva de la juventud y las mujeres?
LS. Siempre esa cantidad de jóvenes, en edad de votar, que se van incorporando en cada proceso electoral es determinante al momento de las elecciones. Es un voto de jóvenes que no es un voto conservador, no es un voto contaminado por el desprestigio de la corrupción y el narcotráfico, es un voto de jóvenes que están hastiados, fastidiados del sistema político y que quieren ver oportunidades para quedarse en el país y no tener que irse como lo hicieron sus familiares.
En el caso de las mujeres es totalmente similar, las mujeres tradicionalmente marginadas de repente le aparece la posibilidad de una mujer candidata a la presidencia con propuestas que tienen que ver directamente no sólo por su condición de mujer sino de amas de casa, de jefas de hogar que han enfrentado directamente las consecuencias de malísimos gobiernos, de pésimos gobierno y que han arrastrado consigo las consecuencias de la corrupción y el narcotráfico que ha corroído a este gobierno en casi totalidad.
RP. ¿Qué sigue ahora?
LS. Lo más difícil que tienen es cómo pasar de la euforia derivada de los resultados electorales a estructurar una estrategia para los próximos 100 días, es lo usual, se establecen 100 días para saber qué es lo que quiere hacer, en qué posición está y a qué aspecto le va a dar prioridad en su gobierno.
Por eso es que los 100 días se convierte en un elemento determinante para ver los mensajes que va a mandar desde la presidencia de la República, aunque no se sepa lo que va a pasar en el Congreso Nacional, ella tiene la total fuerza para mandar proyectos de ley al Congreso, incluso para derogar algunas leyes nefastas que fueron aprobadas por el anterior partido.
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