Bernard Martínez y T. Sierra intentan destruir el Centro de Investigaciones Históricas
Bernard, en su afán por convertir la Antigua Casa Presidencial, que alberga el Centro de Investigaciones Históricas de Honduras (CDIHH), en un salón de fiestas para que departa la burocracia de la SCAD y los golpistas de su círculo, ignora totalmente que este espacio fue concebido para el funcionamiento de un centro que permitiese la investigación de la historia nacional.
EL CDIHH fue creado en 2006, con el próposito de desarrollar de facilidades para la investigación que podría --a mediano plazo-- proveernos de una mejor, más profesional y profunda comprensión de nuestra cultura y nuestra historia”2. El Centro está integrado por el ANH, la biblioteca especializada en antropología e historia “Jesús Nuñez Chinchilla” y el archivo etnohistórico del IHAH que resguarda la memoria histórica de esta institución.
El ANH, es es el fondo de mayor importancia que custodia documentos desde 1580 fue creado en 1880 por Antonio R. Vallejo, consta de miles de documentos históricos para la investigación y construcción de la historia de Honduras.
La documentación histórica de Honduras no son papeles viejos que puede mandar a tirar en cualquier bodega para despejar los salones del Centro, la documentación forma parte del patrimonio cultural de la Nación, protegida por la Ley 220-97 (Protección del Patrimonio Cultural de la Nación) y legislaciones conexas, además de convenios internacionales y que su accionar constituye un delito.
Existe además un anteproyecto de Ley General de Archivos, facultado y exigido por la actual Ley de Acceso a la Información Pública, en el que se contempla en funcionamiento de un Sistema Nacional de Archivos con sede en el CDIHH y vinculado virtualmente con los archivos locales a nivel nacional.
El Centro que los Asnos pretenden convertir en salón de baile, es una institución de investigaciones que ha sido beneficiaria de donaciones de instituciones internacionales, entre ellas Harvard, para apoyar la investigación histórica de Honduras y de su funcionamiento dependen además otros proyectos de cooperación externa mediante acuerdos biaterales, entre ellos los de UNESCO.
Denunciamos el atentado contra el patrimonio cultural de la nación y sus instituciones por parte de Bernard Martínez, el incompetente ministro de (in)Cultura del golpismo.
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