lunes, 27 de julio de 2009

Crónicas de la resistencia (Unión de escritores y artistas)

SÁBADO 25 de julio, VIGÉSIMO SÉPTIMO día de lucha combativa por todas las ciudades de Honduras y la lucha en Alauca prosigue.

El nuevo amanecer, encontró a los miles de manifestantes en la carretera Panamericana, con el ánimo por las alturas y decididos a continuar con sus intentos de cruzar el retén de militares y policías, como pudieron se asearon y medio comieron, pero aún así contra todas las adversidades se escuchaban sus cantos de combate, a lo largo de la carretera.
La poca comida y agua que podían encontrar inmediatamente era compartida por todos, tomando en cuenta en primer a las bravas mujeres hondureñas, pues los gorilas militares y policías impedían el paso a los abastecimientos alimenticios, lo mismo que las medicinas, a partir de ese momento el tramo de la carretera ocupada por los manifestantes y cercada por los Gorilas Trolls, se conoció como el Campo de Concentración Nazi Alauca
Por la mañana, fue descubierto el cuerpo del joven compañero Pedro Magdiel, brutalmente asesinado y torturado por los militares, este joven combatiente al momento de su muerte, era un activo militante del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, y cuando fue capturado por los militares, desempeñaba funciones en el Comité Disciplinario de la manifestación.
Cuando fue encontrado en la zacatera comenzando a ser devorado por los insectos, se apoderó de los manifestantes una serie de sentimientos encontrados, como: dolor, rabia, frustración, venganza e impotencia contenida, no podían entender ¿Cómo unos asesinos uniformados se habían llevado a un joven prometedor ante la vista de todos y devolverlo muerto, torturado, en clara señal de aviso y jactancia del poder que les dan las armas? ¿No temían a las represalias, que el pueblo indignado les va a ajustar?
El pueblo reunido allí, en un acto de protesta llevó al joven asesinado y se los mostró a los gorilas de verde olivo. Cantaron el himno Nacional e iban a arremeter contra los asesinos, cuando el Comité de Disciplina, haciendo un cerco humano se los impidió, ese mismo Comité al que el joven muerto había pertenecido la noche anterior. Luego con un fuerte grupo de acompañantes entre maldiciones, fue trasladado hacia Tegucigalpa para su velatorio.
El Campo Nazi Alauca, comenzó con sus tenazas del Apocalipsis a asfixiar a los manifestantes, y en virtud que no les podía llegar comida ni agua, pues los Goriletis Trolls desestimando todo sentido de humanidad lo impedían; El Frente de Resistencia ordenó un repliegue hacia la capital, previendo enfermedades y hasta posibles epidemias entre los manifestantes. Algunos pudieron salir del cerco mortal, muchos permanecen encarcelados en la policía en espera de su libertad, otros, por iniciativa propia se quedaron como valientes dispuestos al sacrificio, esperando ser evacuados el día domingo 26 de julio.
Se quedaron allí, no importándoles el Estado de Sitio implantado por los traidores de la patria. Se quedaron allí indignados demostrando que los hijos de Lempira y Morazán no se vencen, caen pero se levantan con mayor ímpetu. Se quedaron allí para demostrarles a los Goriletis Trolls que Isis Obed y Pedro Magdiel son como Fonseca Amador: Muertos que nunca mueren.
¿Cuántos muertos y heridos más necesitan los organismos internacionales para intervenir? ¿Cuántos muertos y heridos necesitan los Goriletis Trolls para renunciar y huir como ratas? ¿Cuántos muertos y heridos más necesita este pueblo morazánico, para despertar y ajustarle cuentas a los traidores?

¡La espada combativa de Morazán, sigue empuñada en las manos del pueblo!

UNIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS DE HONDURAS (UEAH), MIEMBRO DEL FRENTE NACIONAL CONTRA EL GOLPE DE ESTADO.

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