lunes, 16 de julio de 2012
¿Y a la gente enferma, quién la defiende?
Radio Progreso
El colegio médico y el sector gremial relacionado con la salud pública convocaron a paro de labores. Dicen que han puesto en jaque al gobierno. La unidad es firme, las decisiones claras y las acciones muy precisas. Ninguna persona enferma y sin pisto, por muy grave que se encuentre, recibe atención médica.
¿A quién tienen realmente en jaque? ¿Al gobierno o a la gente enferma? Uno de los máximos líderes del Colegio Médico dejó en claro las razones de la suspensión de labores: cheques retrasados, derechos médicos incumplidos y otras conquistas postergadas. Pero de la gente enferma o de los equipos que la gente enferma necesita para una atención de salud digna, no dijo nada de nada. ¿Qué pasará cuando el gobierno les cumpla sus demandas? Los médicos y los empleados de salud pública estarán algo mejor, ¿acaso la gente enferma estará mejor?
¿Qué harán los médicos y enfermeras a favor de la gente enferma? Si solo fuese un mejor trato, un saludo más amable y una atención digna a sus enfermedades, sería una enorme ganancia. En este momento, la gente enferma está siendo usada como trinchera de lucha para las demandas de los médicos. En ninguna de las demandas aparecen los intereses directos de la gente enferma.
¿Acaso los médicos y empleados de salud tratarán mejor a la gente enferma? ¿Acaso lucharán porque la gente enferma cuente con equipo médico, con mejoramiento en las instalaciones hospitalarias, o al menos se comprometerán a ser amables con los pacientes pobres? Si los médicos trataran de igual manera a los pacientes que atienden en los centros de salud y en hospitales como atienden a sus pacientes en sus clínicas privadas, ya sería un grandísimo compromiso de ética médica.
Si trataran a la gente no por el dinero que pagan o tienen sino por su necesidad de salud, ya sería un paso enorme para bien de la gente enferma. Qué bonito sería que de estas huelgas los médicos y enfermeras salieran con el compromiso de tratar a los enfermos por lo que son y no por el dinero que tienen, y que la atención de salud de la gente esté por encima de las conquistas y derechos laborales.
Con los paros, una poca gente enferma irá a las clínicas privadas, pero la inmensa mayoría de gente pobre no tiene con qué pagar, y por lo tanto tendrá que aguantarse. Alguna de esa gente ya no podrá pedir cita porque morirá sin remedio. Los médicos tienen su colegio y los empleados de la salud tienen sus gremios para protegerse. Y tienen además a tanta gente enferma desde donde atrincherarse para poner en jaque al gobierno, como lo suelen decir.
¿Y a la gente enferma quién la defiende? Nos parecen bien las demandas de los médicos y trabajadores de la salud, pero jamás podremos aceptar que en nombre de esas demandas se ponga en riesgo la vida de la gente enferma. No puede haber comparación: dejar abandonada a al gente pobre, es una actitud no solo anti ética, sino es un acto de auténtica criminalidad. Y es mucho más grave por cuanto lo hacen profesionales que estudiaron en su mayoría con presupuesto del estado y para servir a los enfermos.
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