jueves, 12 de julio de 2012

La participación de Libre en las próximas elecciones




Por Oscar Amaya Armijo

Está bien, el lanzamiento de Xiomara fue sencillamente espectacular. Ese éxito parcial debe, ahora, llenarnos de entusiasmo, de alegría, para seguir trabajando en lo más importante: La toma del poder en todas sus dimensiones.

Sin que pase el entusiasmo, entonces, debe acelerarse el paso para consolidar lo que hasta ahora se ha logrado, no hay que dormirse en los laureles y continuar realizando un trabajo de hormiga en los tres ejes ya señalados: organización, formación y movilización.

Debe ampliarse la esfera de influencia y cobertura del FNRP-Libre en caseríos, villas, aldeas municipios, organizando los comités o colectivos que impulsen la lucha calle a calle, casa a casa, reclutando nuevos militantes, potenciales electores, para derrotar al bipartidismo tradicional, antes de llegar a las urnas electorales.

No nos llamemos al engaño: debemos impulsar acciones para fortalecer la candidatura de Xiomara mediante una agresiva campaña electoral, utilizando las tácticas y estrategias del marketing político, más las experiencias propagandísticas y publicitarias, acumuladas por el movimiento político, social y popular hondureños.

Se requiere, por otra parte, organizar y formar los cuadros que se dediquen a elaborar censos de militantes, a imbuirse en el manejo de la ley electoral y de las mesas electorales; asimismo, capacitar a los representantes en el Tribunal nacional de Elecciones, para enfrentar a los cuadros de la oligarquía en el terreno de la práctica eleccionaria. No debe olvidarse que esta es una modalidad de la lucha de clase, básicamente en el nivel político.

Se requiere con urgencia la formulación de mecanismos que regulen la participación de las corrientes internas de Libre, de tal forma que esta práctica, heredada del bipartidismo tradicional, no erosione la unidad del partido. Es puntual recordar con vehemencia que la derrota de los partidos tradicionales pasa necesariamente por la unidad granítica de toda la militancia.

Es necesario, además, la elaboración de una política de alianzas que promueva la unidad de las clases, sectores y segmentos de clase que convergen en Libre bajo un solo objetivo: recuperar el país y sus recursos en manos de la oligarquía extranjera. En realidad esta es una lucha de liberación nacional, lo que obliga a deponer los intereses de grupos para privilegiar los de la nación secuestrada.

No debe perderse el tiempo en pleitos internos e infecundos, pues las energías deben estar puestas en otro objetivo crucial: Ganar el Congreso Nacional. Libre debe ganar la mayor parte de las diputaciones para garantizar la convocatoria a la constituyente originaria, popular y participativa, cambiar la vieja constitución oligárquica y enrumbar hacia la transformación definitiva de Honduras.

La mayoría absoluta de diputados deben ser de Libre para reorientar el papel de la Corte Suprema de Justicia, adecentar la fiscalía y tomar acciones en torno al destino de la Fuerzas Armadas y legislar sobre una nueva ley de policía.

Sumado a lo anterior, habrá que derogar todas las leyes espurias que atentan contra el pueblo hondureño, la soberanía nacional y los recursos naturales. Debe hacerse realidad el lema de Libre: “Honduras para los hondureños·”

Para ello es condición fundamental, elegir para tales cargos a los militantes más esclarecidos, leales y enérgicos y no aquellos que llegaron al partido, tatuados por un oportunismo vergonzante

Sin el Congreso Nacional en poder de Libre no se habría ganado nada, para ello se requiere derrotar a las dos expresiones políticas de la oligarquía: los partidos nacional y liberal, enfrentándolos en la praxis política y en el plano del discurso ideológico. En esto último Xiomara debe manejar un discurso remozado, sencillo, pragmático, factible, agresivo, que evidencie las podredumbres del capitalismo salvaje, de sus aliados oligárquicos y de su expresión nefasta: el neoliberalismo.

A la par de estas acciones de carácter eminentemente políticas, deben reactivarse las luchas encabezadas por el Frente Nacional de Resistencia Popular FNRP y movilizar a la población para que defienda sus derechos, negados por el actual gobierno dictatorial de Porfirio Lobo, sucedáneo del golpe de Estado, con miras a acumular fuerzas democráticas y revolucionarias que fortalezcan ulteriormente al proyecto político resumido en Libre.

No debe olvidarse que tres grandes luchas son las que emprende el pueblo hondureño: económica, política e ideológica, y esta articulación no se puede separar antojadizamente, so pena de malograr la toma del poder en esta coyuntura histórica.

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