Nosotras, nosotros, miembros de la Red de Comunidades Cristianas en Resistencia, RCCR, una organización social surgida por la necesidad de los cristianos que deseamos vivir acorde con la Espiritualidad de Jesús y llevando la Buena Nueva del Reino de Justicia, Paz y Libertad a los empobrecidos y marginados de Honduras, hacemos pública nuestra indignación por los hechos acaecidos en los dos últimos meses en contra de los sectores rurales campesinos organizados de Honduras, concretamente señalados en los siguientes actos de barbarie:
1.- En los últimos días del mes de junio, en el Sector de Santa Elena, Quimistán, Santa Bárbara, fueron groseramente desalojados de sus tierras decenas de familias campesinas asentadas desde hace varios meses en este sector, según denuncia del líder campesino Ramón Vásquez. Con el desalojo fueron obligadas dichas familias a ubicarse en la carretera de occidente y sus casas y champas, así como sus cultivos y bienes, fueron destruídos con maquinaria supuestamente de la Municipalidad de Quimistán que rectora el alcalde Juan José Guevara Figueroa.
2.- El pasado 6 de julio fue encontrado semienterrado el cadáver del celebrador de la palabra de Dios Gregorio Chávez Aranda, quién según sus familiares tenía más de 25 años de trabajar con las comunidades de base de la iglesia Católica como delegado de la Palabra.
Chávez Aranda, también era miembro del Movimiento Campesino Unificado del Aguán, MUCA y fue encontrado cuatro días después de haber desaparecido, en la finca Paso Aguán, propiedad del terrateniente palmero Miguel Facussé.
Si la iglesia se calla cuando tocan directamente a uno de los suyos, ¿qué se puede pensar de la situación de millares de hondureños que diariamente están expuestos a la violencia y al asesinato?
El silencio nunca debe ser la opción cuando las ovejas están siendo amenazadas, perseguidas y asesinadas, la Iglesia debe condenar este tipo de actos y unirse al pueblo que reclama el cese de la violencia en su contra.
3.- El día lunes 16 de julio fueron detenidos, encarcelados y fichados los jóvenes campesinos Denys Vinicio Torres Fuentes, de 20 años, y Diles Esaú Torres Romero, de 25 años, además de un infante menor de edad, todos miembros del Movimiento Campesino de San Manuel (MOCSAN) y remitidos al presidio de El Progreso, Yoro, luego de una audiencia celebrada en un tribunal de justicia de la localidad. La decisión judicial ocurre en momentos en que los campesinos libran, contra los empresarios de las compañías azucareras, una tenaz lucha por la tierra.
4.- El día miércoles 18 de Julio fue raptada Dina Lilí Orellana, de 25 años, quien pertenece a la Cooperativa La Trinidad del Movimiento Auténtico Reivindicador de Campesinos del Aguán (MARCA). El hecho ocurrió en la finca Despertar, lote ocho, esta finca fue adjudicada a esta cooperativa mediante un fallo judicial. El lugar antes mencionado colinda con una finca que está en posesión del terrateniente palmero René Morales en la que permanecen guardias de seguridad que custodian la misma estos pertenecen a la empresa de seguridad ORION.
Dina Lilí Orellana agregó que fue torturada recibiendo múltiples golpes en la cabeza y abdomen, también escuchó de ellos que la pretendían matar porque no respondía a sus preguntas, además que la intentaron violar y fue cuando ella hizo un esfuerzo y pudo escapar corriendo, como a las 5:30 pm, logrando introducirse de nuevo en la finca La Trinidad donde pronto fue encontrada por sus compañeros y compañeras que ya emprendían su búsqueda.
“Si hay algún pobre entre tus compatriotas en alguna de las ciudades del país que el Señor tu Dios te da, no seas inhumano ni le niegues tu ayuda a tu compatriota necesitado.” Deuteronomio 15.7
¡No más violencia!
¡No más impunidad!
Sí a la movilización y la denuncia profética.
Red de Comunidades Cristianas en Resistencia
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