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26 miembros de la Red de Defensores y Defensoras del departamento de Olancho se reunieron esta semana en un hotel de Juticalpa para continuar con su proceso de formación para la defensoría de los derechos humanos.
Este proceso de formación lo ejecuta el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), en el marco del Proyecto Promoción y Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (ProdeHonduras).
La actividad fue facilitada por la promotora de los derechos humanos, Claudia Amaya, del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), quien inició con un repaso sobre cuáles son los derechos humanos y entregando un pequeño manual de auxilio sobre los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA).
“No todo es derechos humanos, en los primeros talleres pudimos identificar cuáles son los delitos, cuáles son las faltas y cuáles son los derechos humanos, y además vimos todo lo que eran los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA)”, comenzó diciendo la facilitadora.
Luego preguntó a los participantes que cómo se dividen los derechos humanos, lo que dio pie para comenzar el dialogo para entrar al tema que se impartiría, relacionado a la documentación de casos y denuncias.
Por su parte el profesor y defensor Renán Medina del municipio de Guata indicó que velar por los derechos humanos de aquellas personas más necesitadas, más desposeída, o que les han violentado más sus derechos, no es fácil.
Además hizo un llamado a sus compañeros para que sean más comprometidos, que está consiente que la defensa de los derechos humanos es un voluntariado y que a veces tienen que abandonar sus trabajos para realizar la defensoría, pero que deben ser constantes y participativos cuando son convocados a los talleres de formación, para así fortalecer la red y el trabajo de defensa de los derechos humanos.
Durante la jornada, los defensores de la Red de Derechos Humanos de Olancho plantearon diferentes situaciones que se están viviendo en las comunidades, principalmente de muertes violentas, donde debido a esto la población se siente atemorizada, porque consideran que están abandonadas, porque, según denunciaron, las autoridades de seguridad y de investigación no hacen su trabajo.
Denunciaron que en la mayoría de los lugares se está viendo que a una persona solo la matan y ahí queda, que no hay investigación y se preguntaron que cuál es el papel de las autoridades.
Cuestionaron que en la mayoría de los casos se llevan los cadáveres para Tegucigalpa, supuestamente para realizar investigaciones, que hacen gastar a las familias y que al final no hay ninguna respuesta.
Lamentaron que a muchas personas les han quitado la vida y esas muertes aún siguen impunes, por lo que hicieron un llamado a quien le competen para que hagan algo para erradicar esa violencia que de a poco se va acrecentando en el departamento, principalmente en el valle de Agalta.
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