viernes, 30 de diciembre de 2022

Radio Progreso

Radioprogresohn.net

Por  Ramón Romero


En 1968, refiere el Padre Guadalupe Carney (To be a Revolutionary, P. 240), la Compañía de Jesús compró la Radio Progreso y su frecuencia, con sede en el municipio del mismo nombre. Esta adquisición sucedió en el contexto de la Primera Conferencia del Episcopado Latinoamericano, celebrada el mismo año en Medellín, Colombia, en donde la Iglesia Católica decidió hacer causa común con los pobres de Nuestra América para construir una sociedad de paz, fundada en la justicia.

Los Jesuitas hicieron de la emisora, a partir de entonces, un medio para desarrollar la conciencia social de los campesinos, obreros bananeros, jóvenes y otros sectores populares, y defender sus derechos. Por los canales de esta radioemisora se han transmitido programas de alfabetización, cultura, educación, salud y ambiente. También ha sido permanente la transmisión de informaciones económicas, políticas y sociales apegadas a la verdad, contextualizadas y libres de prejuicios ideológicos. Igual tónica tienen sus programas de análisis y su línea editorial. Es además admirable su esfuerzo permanente para comunicarse con todos los sectores sociales, en especial con las clases populares, apelando a genuinos lenguajes populares, que no tienen nada que ver con la grosería, el irrespeto, la vulgaridad y la ofensa que otros medios usan para pretender “hablar como el pueblo”. Con ello Radio Progreso ha marcado una diferencia profunda con las grandes cadenas de radio, televisión y prensa, ocupadas en mantener una opinión deformada sobre la realidad, favorable y dócil a las ideologías y poderes que justifican la explotación, opresión y corrupción.

Su actitud inclaudicable ha implicado para Radio Progreso, sus directores, periodistas y todo su personal, enfrentar múltiples riesgos. Sin embargo, el cierre de la emisora, los boicots técnicos y energéticos, las amenazas a la vida y la seguridad de su personal, las campañas diversas en su contra han sido la fragua en donde se ha forjado y templado su opción en favor de los pobres y de la verdad. Han sido múltiples y de larga data las pruebas enfrentadas por Radio Progreso. La represión que siguió a la marcha campesina de 1975, ahogada en sangre en el departamento de Olancho; las persecuciones durante todos los años del imperio de la doctrina de la seguridad nacional, en las décadas de 1980 y parte de los 1990; las acciones represivas a partir de la masacre de El Astillero y los conflictos permanentes en el Bajo Aguán, y en época más reciente, el golpe de Estado del 2009 y la acción represiva post golpe, que se extendió a lo largo de años, han sido enfrentados por “la voz que está con vos” con valentía y dignidad. Cuando otros fueron silenciados, la voz de Radio Progreso se ha elevado como bandera insignia de la acción en defensa de los derechos ciudadanos.

El 17 de diciembre de 2022 esta radioemisora celebró sus 66 años, curtida en las luchas al lado de nuestro pueblo. Es una celebración de la dignidad, la valentía y el compromiso con la sociedad hondureña, que muchos apoyamos.


Los años por venir seguirán siendo duros. Honduras, Centroamérica, América Latina y el mundo entero han recibido el anuncio de una recesión económica que nos afectará a todos, a partir del 2023. La pandemia de Covid está de nuevo en aumento. En nuestra tierra vivimos la intolerancia de distintos sectores políticos y económicos, que se sienten amenazados con la posibilidad de que tengamos una nueva Corte Suprema de Justicia independiente y apegada a la justicia y el derecho, un nuevo Fiscal General que represente con legitimidad los intereses esenciales de la sociedad hondureña, una Comisión Internacional contra la Impunidad y la Corrupción que actúe con eficacia y la reforma de leyes penales y procesales para enfrentar la corrupción y la impunidad. Suenan cada vez más fuertes los tambores de guerra contra la concreción de estas demandas ciudadanas. Es previsible un año en que aumente el conflicto, el desempleo y la migración. En medio de este duro panorama, es valioso que nuestra ciudadanía cuente con voces fuertes para la denuncia y la defensa. Estos son los retos nuevos, aunque no muy distintos a muchos otros del pasado, que enfrenta Radio Progreso junto al pueblo hondureño.


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