sábado, 30 de abril de 2022

Una multa atrapa a migrantes en el oriente hondureño

Radioprogresohn.net

Migrantes hacen grandes filas en la Delegación Migratoria en Trojes, El Paraíso, Honduras.

Josué, es un venezolano que viaja junto a su esposa, a quien debe cargar porque ella se fracturó un pie mientras atravesaba Nicaragua. Viaja también junto a su hijo de apenas un año.

“Veníamos caminando por Nicaragua, y sin querer caímos en un hueco, ella se fracturó un pie. Mi niño tiene un año. Gracias a Dios no se ha enfermado, hasta ahora vamos bien”, contó Josué a Radio Progreso.

Por las calles de Danlí, se pueden ver deambulando a muchos ciudadanos de distintas nacionalidades. Se les ve cargar mochila y otros una simple bolsa donde guardan su ropa.

Cubanos y venezolanos

Los migrantes se pasean por Danlí, El Paraíso, a la espera del permiso para avanzar por Honduras.

Entre los ciudadanos y ciudadanas, la mayoría son cubanos y venezolanos, además se ven haitianos e incluso de países de otros continentes, contó a Radio Progreso Monseñor José Antonio Canales, Obispo de la Diócesis de Danlí.

“Nosotros no tenemos noticias de que venezolanos y cubanos tengan preferencia para entrar en Estados Unidos, pero sí que la situación en sus países está muy difícil, por eso vemos contingentes de venezolanos y cubanos llegando a territorio hondureño en su marcha hacia el norte, nadie se quiere quedar en Honduras porque tenemos una realidad de falta de empleos que hasta el propio hondureño quiere emigrar”, dijo el Obispo.

El libre visado para cubanos, otorgado por el gobierno de Nicaragua, está permitiendo que puedan llegar directo a Centroamérica y continuar su rumbo a Estados Unidos. Gabriel Lázaro hizo uso de ese beneficio y voló de Cuba directo a Nicaragua, su misión es llegar a la nación del norte.

“Llevo como 15 días en esta travesía. Volé de Cuba a Nicaragua. Vengo con mi esposa y con mis amistades que son de Cuba, la misión es llegar a Estados Unidos porque tenemos familia y aspiramos a un sueño mejor”, narró el migrante cubano.

La multa, la traba

Entre 100 y 200 migrantes se atienden cada día en la Delegación Migratoria de Danlí.

Datos del Instituto Nacional de Migración dan cuenta que durante el primer trimestre del año unos 16 mil migrantes, de diversas nacionalidades, ingresaron al país de forma irregular. Muchos de estos migrantes tardan en cruzar Honduras debido a que no pueden pagar la multa que les impone el Estado, una multa que asciende a 220 dólares.

“Es una ley que yo interpreto que es para tiempos normales, pero estos no son tiempos normales, estos son tiempos de una crisis migratoria mundial por el empobrecimiento que ha tenido el mundo con la pandemia”, aseguró el Obispo de la Diócesis de Danlí.

Ricardo Efraín Centeno, encargado de la delegación departamental de Migración en Danlí, dijo a Radio Progreso que atienden entre 100 y 200 personas diarias que deben pagar una multa para poder tener 5 días de permiso y poder cruzar el territorio hondureño.

“Es una multa por ingreso irregular al país según el artículo 101, inciso 5 y el artículo 104, inciso 1 de la Ley de Migración y Extranjería. La multa es de 4 mil 782.86 lempiras (220 dólares), es un medio salario mínimo. Una vez que pagan la multa se les da cinco días para abandonar el país que sería por un punto fronterizo de Guatemala”, explicó el agente Centeno.

Los migrantes logran cruzar el territorio hondureño por puntos ciegos en la frontera con Guatemala. Trojes es el primer municipio al que llegan, pasan a Jamastrán hasta llegar a Danlí. Una vez logrando su permiso para pasar por el país, se movilizan a Tegucigalpa y luego a la frontera Honduras y Guatemala.

Haitianos, los más afectados

Los migrantes permanecen hasta 10 días para lograr su pase por Honduras.

“No tengo plata, no tengo nada, no tengo para hotel, no tengo para comer”, es el testimonio de un migrante de Haití. Al momento de entrevistarse con Radio Progreso tenía 8 días de permanecer en Trojes. No traía dinero para pagar los 220 dólares que le cobran de multa y así tener 5 días para cruzar Honduras.

“Tengo 8 días acá. Aquí es más caro pagar en migración. No sé cuándo me voy a ir, no hay dinero ni para comer”, contó el migrante que lucía preocupado.

Los que no pueden pagar la multa no pueden avanzar. Hasta antes de semana santa, más de 500 migrantes estaban varados en Trojes, El Paraíso. Algunos se alojaban en improvisados albergues tanto en la Iglesia Católica como en la Iglesia Evangélica, dijo Heriberto Ramírez, defensor de Derechos Humanos.

Quienes logran pagar la multa y obtener el permiso para avanzar por Honduras, se van muy contentos y agradecidos con quienes, sin conocerlos, les brindaron hospitalidad. Pero muchos migrantes se quejan porque hay mucho racismo entre la población hondureña sobre todo contra los haitianos y los africanos.

Solidaridad

Albergue Jesús Está Vivo, es uno de los cuatro albergues improvisados que alojan migrantes en El Paraíso.

Algunos vecinos de Trojes han abierto las puertas de sus casas a los migrantes para que puedan pasar la noche. El pastor Giovanni Martínez cuenta que se vio obligado a abrir las puertas de su Iglesia Peniel Asamblea de Dios. Lamenta que no haya ayuda d las autoridades tanto del gobierno municipal y nacional.

“La mayoría no tienen dinero, aquí se les provee alimentos crudos para que puedan cocinar, hay personas que han traído alimentos. A las autoridades competentes que puedan ayudar a estas personas para que puedan pasar por Honduras”, dijo el Pastor Giovanni Martínez-

Griselda es una venezolana que estaba en las afueras de la delegación migratoria en Trojes. Pedía casi de rodillas que les permitieran avanzar porque no tenía dinero para pagar la multa ya que ella y sus acompañantes habían sido víctimas de robo en el camino.

“Que nos dejen avanzar, caminado, aunque sea, no podemos salir de aquí porque hay retenes donde nos detienen y nos devuelven”, contó la migrante venezolana.


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