Juan Orlando Hernández es un hombre que ha hecho mucho daño en Honduras, sobre todo, en el segundo gobierno que fue muy doloroso para el pueblo hondureño. El sufrimiento de la gente ha sido terrible y fue un gobierno desastroso, opina el ex gobernante Porfirio Lobo Sosa, al ser consultado sobre Hernández Alvarado.
Como dato a resaltar está que el mayor impulso político de Juan Orlando Hernández se dio durante Porfirio Lobo Sosa estuvo en el poder. Fue el propio expresidente Lobo quién impulsó políticamente a Hernández. Sin embargo, hoy son enemigos.
El expresidente Lobo dice que a quién conoció primero fue al hermano de Juan Orlando, Augusto Hernández Espinoza, quién era diputado por el departamento de Lempira y cuando él estaba en el Congreso fue quien llevó a Juan Orlando Hernández a trabajar ahí. Luego Hernández Alvarado inició un camino de liderazgo dentro del Partido Nacional.
“Yo tuve contacto directo con Juan Orlando Hernández en 1999 cuando asume la presidencia del Comité Central del Partido Nacional y comencé a visitar los diferentes lugares del país”, dice Lobo.
Cuenta que en una visita que hizo al departamento de Lempira fue Hernández Alvarado quién lo recibió, porque era el presidente del Comité departamental en ese momento, hicieron una gira por algunos de los municipios. Y luego Hernández siguió su carrera política porque ha sido un hombre muy hábil.
No conocía sus negocios
Aunque en el proceso que se le sigue a Hernández Alvarado queda claro que el expresidente ya era narcotraficante cuando inició su carrera en el Congreso Nacional, Porfirio Lobo señala que jamás él se enteró de sus vínculos con el narcotráfico.
Lobo se excusa diciendo que el presidente de la República cumple su función de garantizar la seguridad del Estado, pero el presidente es lo que le informan, no es el investigador.
“A mí nadie me informó de que él estuviese vinculado a algún tipo de actividad ilícita, sobre todo narcotráfico, fue hasta después que salí de la presidencia, unos años después cuando el periodista David Romero comenzó a revelar documentos que me entere. Yo no digo que el sea o no sea, porque a mi nunca me informaron”, dice.
La ciudadanía sigue cuestionando el papel de la justicia hondureña en el caso de extradición de Hernández Alvarado. Para Porfirio Lobo Sosa, es evidente que JOH sigue teniendo algunas lealtades dentro de la Corte Suprema de Justicia.
Logo expresa que no entiende a que están jugando porque la extradición es una cuestión simple, que prácticamente solo tiene un par de pasos a los que no se les tiene que dar mucho tiempo. Los jueces en Honduras no pueden estar tomando decisiones porque no es aquí donde se va a juzgar sino en Estados Unidos.
Está convencido que, pese a todos los recursos interpuestos, Juan Orlando Hernández tiene sus días contados en Honduras.
JOH y el Partido Nacional
Fueron 12 años los que Juan Orlando Hernández Alvarado estuvo al frente del partido Nacional. Una hoja no se movía en ese instituto político sin que Hernández no se diera cuenta.
Lobo dice que la extradición del expresidente ha tambaleado las filas del nacionalismo.
Eso se pudo observar desde antes de que iniciara el proceso de extradición, por ejemplo, con resultados de las elecciones. Sí bien es cierto el candidato del partido Nacional sacó una buena cantidad de votos, Doña Xiomara Castro le superó masivamente. Desde ahí se conoció que el partido estaba mal, y mal porque el liderazgo de Juan Orlando Hernández generó un sentimiento de rechazo generalizado entre la población que votó directamente contra Hernández.
“A los liderazgos del partido Nacional Juan Orlando Hernández los enredó a todos. Es más, si usted revisa hubo una persecución en el gobierno de Juan Orlando Hernández, pero fue contra el Partido Nacional. A muchos de estos líderes les metieron requerimiento fiscal acusados por no compartir los ideales de Hernández.”, dice.
No teme ser extraditado
En el juicio contra Tony Hernández, declarado culpable de importar cocaína y armas hacia Estados Unidos, y de falso testimonio a agentes estadounidenses, Devis Leonel Rivera Maradiaga, líder de la estructura Los Cachiros, declaró que pagó entre 500 mil y 600 mil dólares en 2009 al expresidente Porfirio Lobo, a cambio de que le protegiera de la extradición a Estados Unidos.
Porfirio Lobo dice que, él no ha sido amigo de delincuentes y no ha estado ligado con delincuentes. Señala que en cada juicio contra narcotraficantes se menciona a mucha gente, y por lógica al tratarse de un expresidente tiene mayor peso ante la opinión pública.
“Si emiten un requerimiento fiscal, pues tendré que ir. Lógicamente uno lleva los testigos que dicen lo contrario, o que detallan la realidad de las cosas”, concluye.
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