Jóvenes universitarios criminalizados por la dictadura de Juan Orlando Hernández, narraron sus experiencias tras la persecución que sufrieron hasta lograr el exilio que les permitió preservar sus vidas. Hoy han podido retornar a su patria después de largos años de angustia y carencias.
Se trata de Eduardo Urbina y Fabricio Sarmiento, quienes atravesaron por situaciones de persecución traumáticas, pero que hoy, gracias a la aplicación del decreto de amnistía (004-2022) han podido retornar junto a sus familiares, a su patria Honduras.
Ambos jóvenes participaron en el programa “Voces contra el Olvido”, espacio radial del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) que se transmite todos los sábados de 7:00 a 8:00 pm por la cadena Radio Globo.
La Coordinadora General del COFADEH, Bertha Oliva expresó que el retorno de la juventud, el retorno de nuestros amigos al país, yo creo que es razón más que suficiente para decir que estamos iniciando con pausa, pero seguro, el retorno.
“Los que han sido perseguidos y perseguidas por el sistema de justicia en nuestro país, si deciden acogerse a la amnistía, porque ésta es una decisión propia, lógicamente que vamos a trabajar, vamos a hacer lo que hasta ahora hemos venido haciendo para que ese beneficio sea efectivo”, manifestó.
Oliva señaló que el COFADEH quiere ver a la juventud que regrese al país en condiciones favorables, para que se sientan libres de continuar con sus vidas.
“Libres de persecución, sin temores, para contribuir a restaurar o a reconstruir el país que necesita de los jóvenes”, dijo.
Bertha Oliva reprochó la actitud asumida por los tribunales de justicia que se replegaron al régimen de Juan Orlando Hernández, (que está a la espera de su extradición hacia Estados Unidos, acusado de narcotráfico), para criminalizar a personas inocentes que se manifestaron en contra de los fraudes electorales que mantuvieron en el poder al extraditable.
“Hemos visto inclusive cómo el Ministerio Público (MP) se ha venido oponiendo, en algunos casos que nosotras hemos llevado en este proceso para que sean beneficiarios de la amnistía. El Ministerio Público no debe oponerse, debe comparecer. Peor la Secretaría de Seguridad, que se han opuesto a la aplicación de la amnistía”, denunció.
La Coordinadora del COFADEH señaló que ésta actitud ratifica lo que se ha dicho hoy en el editorial, y es que el poder judicial sigue atrapado, sigue controlado y sigue ahí intacto, pero que gracias al mandato expreso que da el decreto de amnistía, es que se han venido beneficiando, los que se han venido sometiendo.
Durante su comparecencia, Eduardo Urbina dijo que estar de nuevo en Honduras, “es un sueño hecho realidad, es un anhelo que por años tuve, que por años esperé el momento y quiero agradecer al pueblo hondureño y al COFADEH; y a toda esa gente que desde un primer momento hizo presente sus muestras de solidaridad”.
Urbina agradeció al gobierno de Costa Rica y a las organizaciones de aquel país que lo acompañaron durante su exilio.
“Qué puedo decir, vuelvo a una Honduras diferente. Porque yo recuerdo que en los últimos días que estuve en el país la sangre corría por nuestras calles, había sirenas constantemente por todos lados, incendios, tomas de carreteras, disparos, bombas lacrimógenas, gritos. Esa era la Tegucigalpa de la que yo me acuerdo”, expresó.
Debido a la persecución política, Eduardo Urbina, tuvo que salir del país el 10 de diciembre de 2017, con la ayuda del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), con destino a Costa Rica.
Ya en Costa Rica, fue acusado por el incendio de un camión militar el 15 de diciembre de ese mismo año, durante una jornada de protestas contra el fraude electoral que impuso nuevamente en el poder a Juan Orlando Hernández.
“He llegado a Tegucigalpa y la veo un poco más empobrecida, porque hay que ser sinceros, éstos 4 años que yo no estuve, siento que el país avanzó en términos de pobreza, pero a nivel del ánimo de la gente, cuando yo me fui de Honduras, la desesperanza era como el sentimiento que más se compartía”.
Y llegar a una Honduras, donde la gente sí tiene esperanza, sí piensa que las cosas van a cambiar, ya no es aquella sensación de derrota constante y continúa; sino que son otros ánimos, son otros tiempos los que se avizoran. Paso a paso, porque no va a ser fácil, comentó Urbina.
El joven universitario aseguró que todos los daños provocados por el exilio son irreparables, debido a la pérdida de seres queridos dejados atrás y a todo lo que se dejó de hacer en el país natal.
“Viví momentos de depresión, de mucha soledad. Y es algo que yo puedo decir en este momento, desde que puse un pie en Honduras, sentí que una gran parte de esa carga que traía en mis hombros, durante los últimos años, la dejé atrás”, acotó.
Si hay algo que la Ley de Amnistía ha hecho, que es más allá de los procesos judiciales que yo tenía, fue liberarme de ese peso que fui cargando. Que fue el peso de un estado, de una estructura criminal sobre mis hombros durante los últimos 4 años, apuntó Eduardo Urbina.
Por su parte Fabricio Sarmiento en comunicación “vía zoom” dijo que su exilio en Nicaragua no fue un proceso fácil. “Fueron sueños truncados. Yo en el 2015 que me vi forzado a salir del país, no pude hacerme presente a la entrega de mi título universitario, me lo mandaron posteriormente”.
Sarmiento comentó que él y su familia fueron perseguidos desde el año 2009, porque se opusieron férreamente al golpe de estado de aquel año perpetrado por militares, políticos y un sector empresarial.
“Creímos que era un acto ilegal. Tuvimos la firmeza y la certeza de que así era y debido a eso a mi papá, unos días antes de las elecciones le hicieron un acto criminal, llegaron a atacarnos personas uniformadas a la casa donde se encontraba mi papá de visita. Fue un ataque durante unos 20 minutos y a pocas cuadras de la Jefatura Departamental de la Policía”, narró Sarmiento.
Sarmiento señaló que patrullas policiales se presentaron al lugar, media hora después de producirse el ataque y que la identidad de los que perpetraron el hecho se desconoce.
“Hubo cualquier cantidad de indicios de la participación de agentes del estado y a raíz de eso, obtuvimos medidas cautelares de protección otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)”, detalló Sarmiento.
El joven universitario comentó que, en 2013, el estado incumplió con las medidas de protección y la seguridad que otorgaban efectivos policiales fue retirada.
“En ese mismo año, después de que incumplieron con las medidas, asesinaron a mi mamá. A ella la asesinaron saliendo de la sede del partido LibRe. Le hicieron una emboscada en pleno centro de la ciudad”, aseguró.
Fabricio es hermano del actual diputado de LibRe por el departamento de Olancho, Rafael Sarmiento, quien expresara el pasado 12 de marzo que el retorno al país de su hermano menor, “es una muestra de que la Amnistía es para unir a las familias y devolver la dignidad a tantas personas que fueron juzgadas, señaladas y estigmatizadas por el hecho de oponerse al golpe de estado del 28 de junio de 2009 y rechazar la estructura golpista que implantó una dictadura bajo la bandera del Partido Nacional”.
La familia Sarmiento Aguiriano experimentó todo tipo de persecuciones y sufrimientos. El régimen de Juan Orlando Hernández allanó su vivienda en dos oportunidades. En una de las cuales plantó granadas de fragmentación y municiones de uso militar, con el fin de inculpar a la familia por tenencia ilegal de armas y terrorismo.
En 2015, el núcleo familiar se vio obligado a huir de Honduras con el fin de preservar sus vidas. Vivieron desterrados en Nicaragua y la economía familiar decayó drásticamente. En 2016 Rafael Sarmiento regresó a Honduras para participar en la lucha electoral y resultó favorecido con el voto del partido LibRe que lo eligió diputado por el departamento de Olancho para el período 2018-2022. Más tarde fue reelecto y es actual diputado en la Asamblea Legislativa.
Pero volviendo a la participación de su hermano menor Fabricio en el programa de radio, éste señaló que el asesinato de su madre continúa en la impunidad, pero que la familia espera que se haga justicia.
Con todo lo sucedido, “nos montaron un proceso judicial falso y viciado y nos vimos forzados a salir del país en aquel momento y a refugiarnos en la hermana República de Nicaragua para salvaguardar nuestras vidas”, sostuvo Fabricio Sarmiento.
Fabricio expresó que, durante 7 años en el exilio en Nicaragua, las empresas familiares estuvieron descuidadas. Su padre de avanzada edad que incluso regresó a Honduras para presentarse ante la justicia falleció a causa de un infarto y un hermano fue víctima del coronavirus.
“Yo no pude despedir a mi padre y de igual manera no pude despedir a mi hermano que falleció por covid19. Murieron mis dos abuelos y tampoco pude acompañarlos”, dijo.
Fabricio Sarmiento relató que después de su regreso a Honduras, gracias al decreto de amnistía, pudo asistir al cementerio para darle el último adiós a sus seres queridos que fallecieron durante su exilio.
“Ahí estamos poco a poco reincorporándonos al diario vivir y a los negocios familiares. No es fácil volver a encajar otra vez en la sociedad, pero bueno es un proceso, y ahí estamos con la fe de volver a establecernos”, dijo.
Hasta el momento más de 40 personas han sido beneficiadas por la aplicación del decreto de amnistía. El COFADEH a través de sus procuradoras de derechos humanos han acompañado este proceso que busca verdad, justicia y reparación para las víctimas de persecución.
Se estima que unos 7 mil ciudadanos y ciudadanas, entre estudiantes universitarios, campesinos y campesinas, obreros, ambientalistas, maestros, exfuncionarios, defensores y defensoras de derechos humanos, profesionales y artistas, entre otros, estarán acogiéndose al decreto de amnistía, ya que fueron criminalizados y criminalizadas por razones políticas en el período que va del 28 de junio de 2009 al 4 de febrero de 2022.
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