Fue durante el gobierno del expresidente Donald Trump, cuando se decidió cancelar el Estatus de Protección Temporal, TPS, dejando desprotegidos al menos 400 mil personas de una decena de países.
Este programa con el cual el gobierno de Estados Unidos otorga el permiso para la estancia y el trabajo de ciudadanos y ciudadanas de países afectados por desastres naturales o la violencia, urge sea renovado, dice el presentante de la Alianza Nacional por el TPS, Mardoel Hernández.
En el caso específico de Honduras, el país fue favorecido con el TPS el 05 de enero de 1999, luego del desastre provocado por el Huracán Mitch a finales del año 1998.
El 01 de noviembre de 2019, el gobierno de los Estados Unidos anunció una extensión automática de sus permisos, extensión que estará vigente hasta el 31 de diciembre del 2022. Los beneficios del TPS se mantendrán vigentes mientras la demanda judicial interpuesta por los tepesianos hondureños y nepalinos conocida como Battarai v. Nielsen, no esté resuelta.
“Por el momento el TPS sigue igual, no ha habido ninguna disposición, estamos presionando al gobierno de Estados Unidos para que se concrete la renovación”, dice Mardoel Hernández.
El defensor de los inmigrantes señala que, reciente se renovó el programa para ciudadanos y ciudadanas de Venezuela y Siria, sin embargo, continúa la gran interrogante del porqué el gobierno estadounidense no muestra voluntad de renovarlo para Centroamérica.
Falta de voluntad
Aunque la bandera con la que Biden llegó al poder fue el desarrollo de políticas que beneficien a las poblaciones migrantes, la realidad es totalmente distinta, dice Mardoel Hernández, porque el tema migratorio en Estados Unidos se ha venido politizando y usado como bandera para ganar elecciones.
A pesar de que las causas por las que las poblaciones necesitan estar protegidas siguen siendo válidas, la regularización de la situación migratoria es una deuda pendiente.
“Los políticos han venido jugando con la población migrante El tema migratorio se ha usado para llegar al poder. No vemos voluntad de parte de esta administración a pesar de que fue promesa de campaña el renovar el TPS para Centroamérica”, dice.
Si bien es cierto, la decisión de otorgar protección a las poblaciones inmigrantes pasa por la voluntad del gobierno de Estados Unidos, los gobiernos de la región centroamericana históricamente se le ha puesto muy poca atención al tema migratorio.
Mardoel Hernández explica que durante los doce años de gobierno nacionalista fue complicado plantear la necesidad de realizar acciones más fuertes, con las que se pudiera presionar a Estados Unidos para concretar mejores condiciones para los hondureños y hondureñas radicados en aquella nación. Sin embargo, con el cambio de autoridades en Honduras, están dando el beneficio de la duda, para conocer las estrategias se implementarán.
Él opina que es urgente se cree una delegación diplomática para hacer actividades de cabildeo en Washington, para trabajar de la mano con las organizaciones de inmigrantes. Piden que la comisión esté conformada por personas con suficiente capacidad y conocimiento en la materia.
“Esperamos que esta voluntad de trabajar junto a la comunidad hondureña continúe. Porque no solo se trata de la situación del TPS, sino también la necesidad de mejorar la documentación nacional de los hondureños y hondureñas”, dice.
Deuda en los consulados
Un aproximado de 850,000 hondureños que viven fuera del país, de este total unos 800,000 están en Estados Unidos. Históricamente los gobiernos no han sabido responder a las necesidades de esa población que vive fuera de Honduras. En ese sentido, Mardoel Hernández dice que la demanda de atención es grande, puesto que la población hondureña en Estados Unidos se ha duplicado.
Explica que el sistema que se maneja en los consulados ya no tiene capacidad para responder a la grande demanda. Por lo que es urgente buscar una solución.
“Es urgente mejorar el sistema, el personal. Las quejas continúan. Parece que este trabajo va lento y por eso es importante que realmente se trabaje junto a la comunidad para ver las necesidades de las personas. Son necesidades que se deben mejorar de manera urgente”, finaliza Hernández.
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