“Era un hombre muy noble, luchaba por lo que creía. Cuando yo lo conocí, él ya formaba parte de los frentes estudiantiles para la defensa de la educación pública. Siempre le interesó el bienestar social y nuestros recursos naturales”. Así lo recuerda doña Martha, viuda de Carlos Escaleras.
No hay ningún lugar del planeta en el que sea más probable morir asesinado por protestar contra el expolio de tierra y la destrucción del mundo natural que en Honduras, esto de acuerdo con el análisis hecho por Global Witness en 2017. Los últimos datos lanzados después del 2017 por esta misma organización siguen sin ser los más favorables para Honduras, seguimos apareciendo en los primeros 5 lugares de los países con los mayores índices de asesinatos a defensores del ambiente.
A medida que se ha ido intensificando la crisis climática, ha aumentado la violencia contra quienes protegen y defienden sus hogares, la tierra y sus medios de vida, los ecosistemas y la biodiversidad. El resultado ha sido una media de más de cuatro personas asesinadas cada semana en todo el mundo en el año 2020 (un total de 227), de acuerdo también con Global Witness.
Hoy se cumplen 25 años desde que le arrebataron la vida a Carlos Escaleras. En el marco de esta tragedia, nació el premio en su honor, para recordar los ideales de Escaleras y exponer a esos líderes y lideresas que cargan sus propias luchas bajo una sombrilla de bienestar social. Porque la defensoría del territorio no es solo para beneficio propio sino para un bien común.
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