Radio Progreso
Nasry Juan Asfura Zablah, conocido como “Tito” Asfura o “Papi a la Orden”, es un político dedicado al rubro de la construcción. Ha sido dos veces consecutivas alcalde municipal del Distrito Central por el Partido Nacional.
“Me da la impresión que es el candidato de la continuidad, no representa ningún cambio para el país y tampoco es diferente como se plantea en su propaganda política”, manifestó al especial Hurgando en la Basura el analista político hondureño Efraín Díaz Arrivillaga.
Asfura es candidato presidencial de su partido tras ganar las elecciones internas celebradas en marzo de este año y vencer a su único contrincante, el actual Presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva.
El sociólogo Elvin Hernández, miembro del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación, Eric-sj, asegura que Nasry Asfura es el candidato más débil del Partido Nacional. “Es una fórmula perdedora pero como proyecto político no es perdedor porque cuenta con la estructura del partido, cuenta con miles de millones de lempiras para invertir en campaña, tiene una estructura que está por encima de él, es una maquinaria que tampoco le deja la posibilidad de hacer lo que él quiera ya que es ésa maquinaria, a la que él representa la que decide”, dijo Hernández.
Su historial dentro del Partido Nacional
Nasry Asfura no es muy mediático pero su vida siempre ha estado ligado al Partido Nacional. Se caracteriza por vestir como un tradicional constructor: camisa azul arremangada, jeans y burros. No logró sacar la ingeniería.
“No es un político en términos de tener carisma, de echarse al bolsillo a una masa convenciéndola con sus ideas, con sus propuestas, con sus discursos, no tiene ninguna de esas características, pareciera más bien un técnico para desarrollar proyectos urbanísticos, de infraestructura pero no tiene ninguna característica de estadista, de planificador de un país”, dijo Elvin Hernández.
Como miembro del Partido Nacional, “Tito” Asfura trabajó en la administración del alcalde fallecido César «El Gordito» Castellanos (1998). Además fue regidor en el período de Ricardo Álvarez de 2006 a 2010. Luego llegó a convertirse en diputado durante la presidencia de Porfirio Lobo Sosa, quien lo sacó del Congreso para que asumiera la dirección del desaparecido Fondo Hondureño de Inversión Social, FHIS.
Ese puesto le sirvió de trampolín para convertirse en alcalde la capital en el siguiente período con Juan Orlando Hernández, repitiendo para 4 años más como la ruta trazada en búsqueda de la presidencia del país.
“Quiere resaltar el trabajo de la ciudad capital, de hecho ha habido algunas obras físicas pero los problemas de Tegucigalpa no han cambiado. Durante la pandemia fue una figura oscura, silenciosa. Me parece que no constituye ningún relevo que pueda avizorar un cambio para el país”, insistió Arrivillaga.
Varios sectores sostienen que “Papi a la orden” nunca fue el candidato ideal del Partido Nacional y que su sorpresivo triunfo en las primarias, donde derrotó a su correligionario Mauricio Oliva, fue un acuerdo de cúpulas nacionalistas ya que veían en Nasry el candidato ideal para ser sustituido en el camino electoral.
“Creo que él fue una opción con la que el Partido Nacional nunca pensó llegar hasta el final. A uno le queda un margen de duda cuando se tiene a otras personas dentro del partido que cuentan con carismas, sin embargo el partido apuesta por él”, dijo el sociólogo Elvin Hernández.
El premio para Mauricio Oliva fue quitarle de encima los casos que la desaparecida Maccih-Ufecic había presentado en su contra por vínculos con la corrupción.
Su cercanía con Juan Orlando Hernández
“Papi a la Orden” es muy cercano al mandatario Juan Orlando Hernández. Se asegura no hay una simple relación de compañeros de partido o simples correligionarios, algunos se atreven a decir que Nasry busca la presidencia del país con la misión de garantizar protección e impunidad para los funcionarios nacionalistas vinculados en corrupción y narcotráfico, comenzando por la cabeza del gobierno actual.
El lema Papi a la orden lo llevó a la alcaldía, ahora utiliza “Papi es diferente” para llegar a Casa Presidencial. Los analistas sostienen que la frase busca desmarcarse de las autoridades actuales, y que dentro del Partido Nacional, no todos actúan como lo ha hecho el gobierno actual.
Elvin Hernández es del criterio que “Papi a la orden” representa los intereses de quienes actualmente conducen el poder político de este país. “Nasry Asfura no mueve una pluma o una partida presupuestaria si no es a partir de los acuerdos y las negociaciones que tenga con Juan Orlando Hernández y su grupo en donde está la matriz energética, la matriz financiera que junto con la cúpula militar y algunas transnacionales”.
El propio dirigente nacionalista Kilvert Bertrand confirma que la unidad se mantiene. “No es un desmarque, simple y sencillamente papi a la orden es completamente diferente. La oposición ha querido hacer su juego, sin embargo les ha ido mal porque este es un hombre cuyos resultados lo avalan”, dijo Bertrand.
Para Arrivillaga, Nasry Asfura sigue siendo un candidato que no despierta entusiasmo y tampoco es alguien que represente ese nuevo liderazgo que el país necesita.
“Su candidatura representa casi 12 años de un desgobierno para la nación y una victoria nuevamente sería desastrosa para el país, son años de gobiernos nefastos para Honduras”, sostuvo Arrivillaga.
Elvin Hernández insiste en que Asfura no es capaz de convencer a nadie electoralmente, su triunfo es el resultado de la maquinaria que lo sosteniente. Es imposible separar los intereses de Nasry Asfura con los intereses de la estructura que conduce al Partido Nacional, es imposible porque quien tiene a Nasry Asfura allí es esa estructura del Partido Nacional que actualmente conduce el gobierno”, manifestó el sociólogo.
Casos de Corrupción
A Nasry Asfura se le señala de vivir del Estado al ser beneficiadas sus empresas con la adjudicación de varios proyectos de construcción, recolección de desechos sólidos y otros.
Una investigación de Expediente Público, demostró que en 2011, a través de la empresa Sulambiente, de la que Nasry es accionista, se le benefició con 8.1 millones de dólares, unos 194 millones de lempiras, sin dar ningún servicio, tras ganar una demanda en los tribunales luego que el ex alcalde sampedrano Oscar Kilgore, se negara a firmar un nuevo contrato.
Nasry “Tito” Asfura también está vinculado con un caso de corrupción en el que se le acusó de apropiarse de 28 millones de lempiras de fondos de la alcaldía capitalina. Fue acusado junto a la regidora nacionalista, Nilvia Castillo por los delitos de malversación de caudales públicos, lavado de activos, violación de los deberes de los funcionarios, uso de documentos falsos y fraude.
“Cada cosa que hago, la hago bajo ley, la hago bien, no voy a manchar mi nombre, no voy a defraudarlos”, justificó Nasry Asfura. Sostuvo que la administración pública no es fácil, es complicada y la gente quiere que se le atienda rápido por lo tanto, él pone de sus fondos, luego liquida y lo que le entregan es de él, y él puede hacer lo que mire más conveniente.
El requerimiento presentado por la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción, UFERCO, era para un antejuicio, porque es un protocolo que impone la Ley de Municipalidades. Sin embargo, la Corte de Apelaciones en Materia de Corrupción, lo dejó sin valor y efecto, y remitió el expediente al Tribunal Superior de Cuentas, TSC.
Otro caso en el que “Papi a la orden” está involucrado es el reciente escándalo internacional conocido como “Papeles de Pandora”, una investigación periodística que ha revelado la creación de empresas de papel en Panamá, con fondos de políticos latinoamericanos. Junto a Asfura también fueron vinculados sus correligionarios el ex presidente Porfirio “Pepe” Lobo y el ex alcalde capitalino y actual Designado Presidencial, Ricardo Álvarez, lo que coloca al Partido Nacional como una de las instituciones políticas corruptas y filtradas por el crimen organizado.
El alcalde del Distrito Central y candidato presidencial, “Tito” Asfura, manejó y fue accionista mayoritario de la sociedad offshore Karlane Overseas S. A.
Una campaña de ataques
En la campaña política, Nasry “Tito” Asfura no hace grandes propuestas al país. Sus posiciones han sido de darle continuidad a lo que el Partido Nacional ha venido desarrollando en los últimos 12 años de gobierno.
La campaña política del Partido Nacional se centra en un ataque constante contra su principal rival Xiomara Castro, al sostener que votar por ella es votar por el comunismo, presentado como la perdición para las familias hondureñas.
“Desde el momento en que se logró el acuerdo entre LibRe, Nasralla y Pinu, las cosas han cambiado y parece que hay una desesperación evidente en el Partido Nacional de la posibilidad de perder las elecciones”, manifestó el analista político Efraín Díaz Arrivillaga.
Señaló que el Partido Nacional y su candidato tienen toda la maquinaria gubernamental y el dinero a su disposición, además tienen abarrotados a los principales medios de comunicación con su propaganda orientada a la polarización de la población, a generar temor con un discurso descalificador del adversario, a generar una campaña de odio y de sectarismo.
“Si de mí dependiera, como medio de comunicación no aceptaría campaña con contenidos sucios porque mal servicio le hacemos a la sociedad hondureña. Que por unos cuantos lempiras nosotros aceptemos poner en nuestro medio de comunicación una campaña agresiva y agresivamente sucia, creo que es dar el peor servicio a la democracia hondureña”, dijo Arrivillaga.
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