viernes, 1 de noviembre de 2013
Urge revisar el modelo económico impuesto desde 1990
El modelo económico puesto en marcha desde 1990 debe ser revisado cuanto antes, ya que 23 años después ha fracasado en reducir los altos niveles de desempleo, pobreza y corrupción que se registran en el país y más bien los ha acentuado.
Así lo plantearon analistas locales durante el evento denominado “Foro Económico 2013: Realidad económica y social en un marco de crisis de las finanzas públicas”, auspiciado por el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH) en ocasión del Día del Economista Hondureño.
En ese sentido, sugirieron al próximo gobierno que asuma el 27 de enero de 2014, darle mayor espacio a la población en la toma de decisiones, impulsar una política fiscal diferente a la actual, reducir las exoneraciones, pesos y contrapesos de la sociedad deben ser respetados, sin abuso de poder de ningún sector y controlar el déficit fiscal.
Además la administración venidera tendrá que impulsar un pacto fiscal entre todos los sectores para sentar las bases de un crecimiento económico sostenible y abrir fuentes de empleo perdurables, coincidieron los expertos.
Pobreza
Roldán Duarte, presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), calculó que con las actuales tasas de crecimiento, el país se tardaría unos 48 años para reducir la pobreza a niveles aceptables.
Además, dijo que el nivel de endeudamiento es muy crítico, pues a partir del 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) el mismo se vuelve insostenible y buena parte puede ser impagable.
Todo modelo económico tiene períodos de fortaleza y debilidades y el hondureño no funciona por los altos niveles de corrupción que todavía nadan en la impunidad, subrayó.
“Ni que le regalaran todo el dinero del mundo al país no podría salir de la pobreza pues buena parte del mismo se iría a otras manos”, comentó.
De igual manera, Hugo Noé Pino, ex presidente del Banco Central de Honduras (BCH), sugirió que es prioridad revisar las excesivas exoneraciones pues privan al gobierno de ingresos anuales equivalentes a unos 26 mil millones de lempiras, es decir, el 7 por ciento del PIB.
“Muchas de las concesiones en beneficio de empresas nacionales y extranjeras han sido en detrimento de los intereses de Honduras”, afirmó.
Incluso, no ha existido transparencia en lo relacionado con la rendición de cuentas por parte del gobierno y todos esos elementos se han conjugado en la situación de crisis actual, agravada por un panorama internacional que se presenta nada alagüeño para Honduras, analizó el también ex ministro de Finanzas.
Cifras
L 26 mil millones (7 por ciento del PIB) se dan al año en exoneraciones.
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