martes, 11 de marzo de 2014

La oligarquía y los pobres

Radio Progreso

¿Sabe Usted qué es realmente una oligarquía? ¿Está muy lejos de nuestra vida cotidiana? ¿Qué tan distante está esa oligarquía de los pobres? ¿Hay alguna relación entre la oligarquía y la vida de los pobres?

Aunque la oligarquía quiere decir el poder de poca gente, no significa que esa poca gente esté muy lejos de la mucha gente que conforma la sociedad. La oligarquía está muy unida a otra palabra rara que es la plutocracia, porque si oligarquía quiere decir poder de poca gente, esa poca gente es muy, pero muy rica, y eso es lo que significa la plutocracia, el poder de la gente rica que en el caso de Honduras está conformada por un grupo muy pequeño de personas.

Ese poder de poca gente rica es mucho más grande cuando más influye en la muchísima gente que no tiene ni siquiera asegurada la comida de cada día. Esto es lo que ocurre en nuestra Honduras. Todavía más claro: cuanta más rica es una oligarquía, y cuánto menos personas tengan muchísimo dinero, más gente pobre y explotada existe, porque la acumulación de riquezas en tan reducidas manos es la cara de la misma moneda que en su otra cara tiene millones de gente hambrienta y aplastada.

La relación entre la oligarquía y la gente empobrecida es dialéctica, lo que quiere decir que la existencia de la oligarquía produce el empobrecimiento y el hambre de muchísima gente, y la existencia de esa población miserable es consecuencia de la acumulación de tanta riqueza en tan reducidas manos. Esa realidad es lo que se llama violencia estructural, es decir, que esa relación desigual entre tan poca gente enriquecida y tanta gente miserable es la raíz de todas las violencias, y el papa Francisco lo dice muy claro, “hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos será imposible erradicar la violencia”.

Cómo saber si esa gente riquísima está lejos o cerca de la gente pobre? Sencillo: si la gente humilde no consume los productos de la oligarquía significa que hay una distancia entre los ricos y los pobres. Si en cambio, la gente humilde pasa todo el tiempo consumiendo los productos que producen o controlan los ricos entonces la cercanía es muy grande.

¿Sabe Usted lo que consume? ¿Quién controla su producción? ¿adónde van a parar finalmente las ganancias del café que tomamos, del azúcar con que endulzamos el café, la recarga de nuestros celulares, el refresco que nos tomamos, el churro que le compramos a nuestros niños, el combustible con el que llenamos el tanque de la moto o del carro? ¿Sabe Usted quien controla la producción, comercialización y ganancias de los productos que usamos para la cocina y el papel higiénico que usamos? ¿Sabe Usted de quiénes son los productos electrodomésticos y los medios de comunicación a través de los cuáles nos informamos y nos entretenemos? ¿Sabe Usted quiénes son los propietarios de los grandes equipos de fútbol que existen en nuestro país?

Si Usted sabe responder a estas preguntas, no dude de que ya sabe lo que significa una oligarquía, y quiénes la integran en nuestro país. Y si sabe lo que consume y conoce las marcas de lo que consume, sin duda sabrá cuánto depende Usted en el día a día de la oligarquía hondureña. Y también sabrá por dónde comenzar para iniciar su camino de liberación, porque cuanto más dependemos de la oligarquía más pobres y menos libres seremos.

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