viernes, 31 de diciembre de 2010

Otro año más de Resistencia en Honduras

Vos El Soberano

Resumen del año 2010. El 2011 el Frente Nacional de Resistencia Popular se enfrenta varios temas “duros” como la posición del frente ante las elecciones y la Autoconvocada Constituyente.


Videoreportaje (40 minutos): http://vimeo.com/18261357
Audio: http://www.box.net/shared/qfd00btk7n


Por Dick y Mirian (cámaras) Emanuelsson

Pese a las fiestas navideñas, más de 200 personas de la Resistencia del departamento de Francisco Morazán se reunieron en la sede del sindicato Stibys para debatir el año 2010 de resistencia, lucha y trabajo para la Refundación de Honduras.

El sub coordinador del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), Juan Barahona, hizo lectura de un extenso reporte escrito sobre todas las manifestaciones y acciones realizadas por la Resistencia durante el 2010.

Según Barahona el Frente se ha dedicado a los Tres ejes como Formación, Movilización y Acción. Quizás la tarea más dura y al mismo tiempo el éxito más grande del año fue la recolección de casi 1,5 millones de firmas para una Asamblea Constituyente.

La encargada de la Comisión de Organización del Frente en el departamento, Reina Centeno, reportaba por el trabajo organizativo en donde la tarea fundamental es extender el Frente de Resistencia a todas las 1112 Colonias y Barrios en Tegucigalpa pero también a cada municipio, aldea y caseríos en el departamento central de Honduras.

El surgimiento de la Resistencia Popular hondureña a raíz del golpe de estado el 28 de junio de 2009, ha causado un duro golpe a la columna vertebral del bipartidismo liberal-nacional. Pero no significa que esta mortalmente herido. Sobre todo el partido Nacional (conservador histórico) tiene una fuerte influencia y estructura en 800 de las 1112 colonias y barrios, la base social y política fundamental para los nacionalistas y la clave para el control de la alcaldía en Tegucigalpa. Para el Frente es fundamental de romper ese control si es que el Frente quiere avanzar y reemplazar esa fuerza derechista para siempre de los barrios populares.

Gilberto Ríos de la Comisión Política dio un informe sobre la formación política de los integrantes en el Frente. También subrayó la importancia que el FNRP había sido aceptado como integrante en el Foro de Sao Paulo.

Hizo énfasis que hay que ver el Frente justamente como un Frente con casi 50 organizaciones y que no puede convertirse en un partido político clásico. Al contrario, el Frente tiene como meta principal crear las bases para una Asamblea Constituyente en donde el Pueblo de Honduras sea el protagonista en la elaboración del contenido.

Ríos no vaciló de apuntar al Departamento de Estado como el arquitecto del golpe de estado y como el resorte de la oligarquía y el estado hondureño en la segunda etapa y la continuación del golpe de estado como un guión de seguir en los países en América Latina que no va encaminando con el Departamento de Estado.

El año que ha pasado sin duda ha dejado muchas experiencias para el Frente y el pueblo de Honduras. El movimiento político jamás visto en Honduras ha causado reacciones fuertes en su enemigo político. Han sido asesinadas decenas de activistas y dirigentes de medio nivel del Frente. Las estadísticas de los organismos de derechos humanos en el país confirman que este enemigo político utiliza la misma modalidad como en la década –80 cuando el hombre fuerte de Honduras se llamaba John Negroponte, embajador estadounidense en Tegucigalpa.

Henry Suazo fue el décimo periodista asesinado en 2010

Ofensiva Gubernamental Frontal
El panorama político es negro, dicen los dirigentes del Frente, apuntando que desde el 27 de enero de este año cuando asumió Porfirio Lobo la presidencia se ha intensificado la represión. Lobo elegido en las elecciones el 29 de noviembre de 2009, elecciones que no fueron reconocidas por ningún gobierno y mucho menos los organismos internacionales como la ONU, la OEA y UNASUR. Las razones son sencillas y es que esas elecciones fueron organizadas durante un mes por las Fuerzas Armadas hondureñas durante un estado de sitio.

Dice Juan Barahona que el régimen y el Congreso Nacional han iniciado una ofensiva frontal contra el pueblo hondureño, imponiendo leyes que significan la entrega de los recursos naturales como los ríos a una oligarquía local y transnacional, aumentando las tarifas de los servicios públicos, empobreciendo a una población en un país considerado por CEPAL como el segundo país más pobre del continente americano e introduciendo, al estilo de Colombia de Álvaro Uribe, una legislación antiterrorista y una “Ley de Escucha” para enfrentar y neutralizar las protestas del movimiento popular.

A derrotar la columna vertebral de la Resistencia
Y para derrotar la columna vertebral de la Resistencia, el combativo Magisterio de 60.000 maestros, el régimen de Porfirio Lobo propone fragmentar los Estatutos del Docente y “Municipalizar” la educación que no es otra palabra que privatización de la educación pública.


El régimen calcula que le toca enfrentar el otro año a un Magisterio que está en pie de guerra para defender la conquista laboral más importante después de la Gran Huelga General el 1954 que transformó toda la legislación laboral en Honduras. La lucha de vida o muerte por los Estatutos del Docente no solamente es una lucha para este gremio organizado, sino para todo el movimiento popular hondureño. Las experiencias de otros países en donde la “Municipalización” ha sido un hecho, han sido desastrosas. Se quiebra un sindicato nacional y el Estado se lava la mano, entregando a los 298 alcaldes sin casi nada de presupuesto, la tarea de una negociación colectiva entre el alcalde y el sindicato municipal del magisterio, si es que entonces existe.

Contradicciones, Elecciones y Constituyente
El Frente está ante unos retos grandes. En la conferencia nacional en el mes de febrero de 2011, hay varios temas que son objetos por fuertes discusiones internas. Uno de esos temas son las próximas elecciones que el Frente hasta ahora ha rechazado.

La base de la Resistencia en toda Honduras ha comenzado un debate interesante para llenar con contenido lo que ellos quieren ver como la Refundación de Honduras a través de una nueva Constituyente.

Algunos sectores del Frente argumentan que “elecciones es proyecto del Departamento de Estado” y propone una “autoconvocatoria” para una Asamblea Nacional Constituyente.

Pero la pregunta es ¿cómo llegar hasta ahí? ¿Tumbar el régimen y el estado actual cuando el Frente dice que es un movimiento pacífico? ¿Cómo tumbar el régimen si el Frente no logró a revocar el golpe de estado el 2009? Las tres centrales obreras del país no tienen la suficiente fuerza de convocar ni siquiera un paro nacional cívico y mucho menos una huelga general para exigir un salario mínimo digno. Entonces, ¿cuál es la fórmula seria? ¿Cuál es la correlación de fuerza entre el Estado y el Frente?

Las experiencias de Venezuela, Bolivia y Ecuador
Sea un “proyecto estadounidense” o no, las elecciones son, en las circunstancias en que se encuentra Honduras, medidores de la fuerza política, como decía, por ejemplo, Beatriz Valle, ex vice canciller del gobierno de Manuel Zelaya en la Asamblea Nacional del Frente en el mes de octubre.

También es cierto que el Tribunal Superior Electoral (TSE) ha sido acusado por fraude. Pero también es cierto que las experiencias de Venezuela, Bolivia y Ecuador muestran, que cuando hay un verdadero proyecto político alternativo que puede llenar el vacío político, no hay dudas que El Soberano puede hacerse escuchar. Si el TSE es corrupto y Lobo quiere ingresar a toda costa a la OEA y la ONU, pues el Frente debería exigir participación de UNASUR y sectores internacionales serios que depuren, supervisen y participen en el organismo electoral y todos los otros organismos que tienen que ver con elecciones limpias, sostienen otros.

En Bolivia y en Venezuela no era necesario de disolver el congreso, como en el Ecuador, para que el pueblo pudiera ser el determinante en las decisiones con una gran mayoría parlamentaria. Tanto Chávez, Evo y Correa fueron elegidos presidentes. Los dos primeros incluso con una gran mayoría en el respectivo parlamento mientras Correa, como presidente, suspendió el congreso y convocó a elecciones a una Constituyente. La Constituyente en Ecuador abrió el camino democrático y un nuevo congreso fue elegido por una abrumadora mayoría del pueblo en favor de Correa.

Pero lo fundamental en estos os tres países era convocar una Constituyente para comenzar el arduo camino para erradicar la corrupción y construir instituciones totalmente diferentes del pasado.


¿Cómo llegar a esa instancia en Honduras? ¿Cual es la correlación de fuerza en esta nación centroamericana? Con el saldo en la mano sabemos que el Poder Fáctico no entrega así no más la oportunidad para que el Pueblo hondureño diga si o no a una Constituyente. Si ese poder ejecutó un golpe militar para evitar una simple consulta popular no vinculante sobre si el hondureño estaba interesado de colocar una Cuarta Urna (al lado de las otras tres urnas electorales) en las elecciones el 29 de noviembre de 2009, pues la alternativa que propone varios sectores adentro del Frente de no formular ninguna expresión electoral, puede tener un costo político grande para el Frente.

Evitar la división del Frente
Cada persona con alguna experiencia política sabe que cuando se acercan las elecciones, comienza la fiebre electoral, estimulada por los medios y el poder. El Frente corre un gran riesgo de perder mucho de su capital político, la gran confianza que millones de hondureños han entregado al Frente en el sentido que en el Frente ven una herramienta de la lucha cotidiana y de defensa contra la política antipopular. Y esa gran masa de hondureños, que además no está dentro del Frente, ha puesto su confianza en que el Frente tenga una alternativa electoral en donde esa agrupación popular pueda canalizar el enorme descontento existente en Honduras a través de un voto.

No hay ninguna duda que en gran parte de los municipios, aldeas y caseríos habrán listas electorales con nombres de personas destacadas del Frente que la población quiere ver como alcaldes, regidores y otros cargos públicos. Dicen sectores del Frente que buscan una formula en donde el Frente se mantiene como un Frente político-social, pero construye un brazo electoral en donde los millones de hondureños que han puesto su esperanza a esta agrupación pueda dejar su voto.

Si el Frente solo se dedica a debatir el tema en “Cómo armamos la mejor constitución del mundo” y creando un “Poder Popular” ficticio, el gran riesgo es que el debate se vuelve abstracto y filosófico para las masas hondureñas, que incluso puede dar la espalda al Frente. Si no escuchan los gritos de auxilio de un pueblo hambriento, explotado y aterrorizado que en el Frente busca la defensa y la alternativa de lucha, pues pasará lo mismo.


Así comenzaron los planes de golpe en Venezuela
Recuerda que la contrarrevolución venezolana no comenzó cuando Chávez fue elegido. Tampoco cuando fueron convocadas las elecciones para elegir una Asamblea Constituyente. Las violentas reacciones y los planes de Golpe de Estado en Venezuela comenzaron a materializarse en noviembre de 2001 cuando la Asamblea Nacional, con mayoría chavista, decidió sobre 49 nuevas leyes para dar una base material al proceso Bolivariano.

Eran leyes de una reforma agraria muy moderada, control del comercio exterior, el Banco Central, etcétera. Cuando Chávez comenzó a tocar el Poder Fáctico también comenzaron los planes golpistas.

Pero ni siquiera la constitución Bolivariana asustó al Poder Fáctico en Venezuela pero si, cuando la Asamblea Nacional comenzó de aplicar el programa político de Chávez, que favorecía a los sectores populares más necesitados en Venezuela, comenzó la reacción a sus planes para derrocar la frágil democracia.

Sandra Marybel Sánchez de nuevo “al aire”, como directora de Radio Gualcho


El fallecimiento de Omar Rodríguez, propietario y director de la Gualcho, podría significar para algunos escépticos, la muerte también de su amada radio, sin embargo las “riendas” de la “insobornable” pasan a manos de su nueva directora, Sandra Marybel Sánchez, una mujer respetada y considerada un referente de capacidad, honestidad y ética en el periodismo hondureño.


Los unió una sólida amistad y el anhelo por reivindicar en las agendas de los gobernantes, los problemas que aquejan a los sectores marginados y oprimidos del país.
Rodríguez, fue propietario y director de Radio Gualcho desde la década de los 90´s, sin embargo tras su desaparición física, la radio ahora será dirigida por Sandra Marybel, una mujer que con su propio estilo, pretende continuar democratizando el uso de la palabra.

La periodista nos concedió una entrevista en la cual plasma los planes, anhelos y sueños que pretende concretar desde la Gualcho, una radio que tiene un sinfín de carestías, pero cuenta con algo muy importante: el compromiso genuino de hacer que las voces acalladas, se escuchen.

De forma íntegra, la entrevista a continuación:
Claudia Mendoza (CM): ¿Por qué Sandra Marybel decide aceptar el reto de convertirse en la nueva directora de Radio Gualcho?
Sandra Marybel Sánchez (SMS): Decido aceptar el reto por dos razones fundamentales. Una porque me unió a Omar más de dos décadas de  una amistad en la cual había una admiración mutua por el trabajo  y más que por el trabajo, por la opción que escogimos al ejercer el periodismo. Una opción que nos vincula a los sectores sociales, a sus  luchas. Una opción que de alguna manera nos confronta con el poder, pero que llena de muchas satisfacciones saber que uno está del lado del pueblo, reivindicando las luchas populares. Eso por un lado.
Por el otro, y es tan fuerte como la primera razón, y es que cada vez en el país son menos los espacios comunicativos que le permiten al pueblo conocer su verdad y decir su verdad, democratizar el uso de la palabra que es una de las cosas que yo más admiraba de Omar.
 
CM: ¿Es decir que usted va a continuar con el estilo que Omar Rodríguez le impregnaba a la radio?
SMS: Por supuesto que hay estilos en el ejercicio del periodismo. Omar era un hombre extraordinariamente humano y tierno, así lo siento yo, sin embargo en la manera de conducir su programa era muy fuerte, él regañaba a sus oyentes. Fue muy significativo que después de su muerte la gente decía que iba a extrañar los regaños de Omar, porque se logró conectar tanto con el público que aún los regaños le satisfacían, porque la gente lo sentía como llamados de atención a ir en la ruta correcta de la lucha.
Yo creo que es gran un reto para mí; habiendo sido tan fuerte la presencia de Omar en la vida de los oyentes que actualmente tiene la radio, y de los que yo busco conquistar de aquí en adelante, es un gran reto.  Él tenía su estilo y yo el mío, sin embargo en común tenemos un compromiso con el desarrollo del país, de la transformación estructural del país, porque las cosas como están no sirven y por supuesto el reto de educar.
No se trata de desarrollar  poses doctrinarias o doctorales en las cuales a la gente se le dice cuál es el camino a seguir, sino, poco a poco, con educación ir dándole a las personas que están del otro lado, o apoyando a las personas que están al otro lado, con conocimientos que se construyen, herramientas para que ellos tengan su liberación. No se trata de decirles, ¡éste el camino que seguir y por esta vía vamos!, sino que la gente, a medida que vaya recibiendo la información y los procesos populares educativos que vamos a desarrollar, en la línea de la educación liberadora de Paulo Freire, tome consciencia de su realidad y a partir de eso va a ser proactiva, en un proceso de transformación. Esa es mi meta.

CM: Usted menciona un reto: el desarrollo del país y una transformación estructural del mismo. ¿Se podrán realizar en medio de la crisis que vive el país, en el cual hay mucha censura a los medios de comunicación, cierre de programas, periodistas coartados, censurados, en su libertad de expresión?
SMS: Yo creo que nunca el terreno para un proceso de liberación nacional fue tan fértil como ahora, por lo menos en la historia reciente del país. Está claro que la población aun y cuando no sepa identificar, en algunos casos, cuál es la ruta correcta a seguir, hay una coincidencia mayoritaria de que los medios, aunque los medios de los grupos de poder no lo quieren aceptar así,  hay una coincidencia mayoritaria, en que Honduras en las condiciones que está, no le sirve a nadie, ni siquiera a los que están controlando los medios de comunicación en este momento.
Hay una situación de ingobernabilidad; el Presidente de la República habla y ni sus funcionarios le atienden. Vemos un Presidente de la República interviniendo  en el Poder Judicial y dictándole casi órdenes o pretendiendo dictarle órdenes al Ministerio Público, que por cierto esta bastante dteriorado en su imagen. En un estado de derecho esos poderes del Estado y esas instituciones deberían ser respetuosas unas con otras. ¿Qué significa eso?, que la imagen que nos están proyectando o configurando es que el presidente le puede dar órdenes al Poder Judicial y al Ministerio Publico y entonces el sistema de justicia está colapsado, no sirve, porque se supone que deberían  de tener  independencia para actuar. Eso sin considerar la explotación de que están siendo la mayoría de los trabajadores, el irrespeto al marco legal laboral que hasta ahora se ha venido construyendo, porque como todo mundo sabe que solo se trata de tener amigos dentro de un grupo de poder y que eso les va a permitir actuar con total impunidad, lo hacen y no hay quien obligue a los patronos a respetar las leyes, con contadas excepciones.
Eso permite que la gente comience a colocar sus agendas dentro de los temas a discutirse.

CM: usted pretende que la Gualcho, ahora en sus manos, sea ese espacio, ese escenario en donde los grupos excluidos, marginados, las comunidades pueda colocar sus agendas propias?
SMS: Tenemos grandes aspiraciones, para comenzar debemos sacar a Gualcho de Tegucigalpa, terminar de bañar Tegucigalpa, porque debemos reconocer que es una radio alternativa que trabaja con medios bastante rústicos, pero que a pesar de eso, la línea editorial que ha tenido hasta ahora, es lo que ha hecho que la gente se esté esforzando en sintonizar la radio en AM, donde ya la mayoría de las radios se sintonizan mejor en FM, pero estamos dispuestos a superar esas dificultades porque la gente está necesitada de una tribuna y la usa a pesar de sus dificultades.
Un lugar donde pueda decir cómo es que se está imaginando el país, cómo quiere el país, cuáles son los problemas y las principales dificultades que se encuentran para construir el país. Y ahí vamos a dar libre debate, incluso dentro de los sectores que en este momento conforman el Frente Nacional de Resistencia Popular -FNRP-, sabemos que hay diversas tendencias y la Gualcho va a ser una tribuna en la cual todas las tendencias al interior de ese frente puedan hacer sus planteamientos.

CM: Cuándo dice “sacar a la Gualcho de Tegucigalpa”, ¿a qué se refiere?
SMS: Estoy por ahora, y los hijos de Omar me apoyan plenamente, platicando con gente que tiene radios al interior del país, muchas de ellas comerciales, pero con propietarios con consciencia social; cobertura local y regional, pero con quienes pretendemos enlazarlos.
Aspiramos a tener un noticiario, como el que todos nos imaginamos cuando estamos en la Escuela de Periodismo, que debiera ser, con el nivel de independencia que se requiere y la idea es poder concertar con estas radios una retransmisión de nuestros noticiarios, porque la radio está en internet, que ellos puedan bajar la señal y que a la hora que nosotros estemos al aire, ellos puedan estar retransmietiendo nuetra noticiario, pero a la vez, nosotros ofrecer a cambios que los temas sensitivos de sus comunidades sean escuchados, por el resto de la población, a través de la radio.

CM: En ese sentido, me gustaría que me explicara un poco, la que debió ser una de las preguntas iniciales. Con qué cuenta la Gualcho, estamos hablamos de una banda en AM, tiene programaciones en vivo o no tiene, o solo transmite por internet, explíquele a las personas!
SMS: Es en AM, una frecuencia en AM, al final del 10, la 1.500.10 am, al final, no donde comienzan las emisoras tradicionales que ha escuchado la población hasta ahora. Un transmisor bastante viejo, hay que tener un ventilador todas las horas que está al aire para que no se vaya a quemar; una antena de tubos, en un lugar muy bajo porque esa era la casa de Omar, no puede competir con una radio comerciales que tiene antenas en cerros, que pueden bañar toda la ciudad.
En los últimos tiempos, después del golpe de Estado, con apoyo de algunos amigos se abrió una página web que, lamentablemente al morir Omar, la persona que la hizo la cerró, pero hay un colectivo de amigos de Omar que abrieron temporalmente una página y que retransmiten en una horario de 9 en adelante ó hasta las 11 ó después de las 11 de la noche los programas que hemos comenzado a desarrollar ahí y por ahora el lector, que es de 9 a 10, que es un espacio donde se le lee libros a los oyentes, libros. Lo hizo Omar en el pasado y lo pienso seguir haciendo yo; libros que estén directamente ligados con el momento que vive el país y con temas dominantes.
Ahora mismo estamos leyendo el libro de escribió el Padre Elias Ruiz, sobre la masacre del Astillero, que fue una masacre de cinco campesinos que reivindincaban un pedazo de tierra en la comunidad El Astillero, en el departamento de Atlántida y que nos liga directamente en este momento con lo que está sucediendo en El Aguan, donde 35 campesinos han sido asesinados en los últimos tiempos.
Luego viene el programa “Haciendo Patria”, que es el nombre que retomo del programa que  tenía yo previamente en otra emisora. Damos una reflexión sobre el tema y luego el público participa, pregunta.
Hay otros programas como el de Visitación Padilla que tiene el fin de semana, otro de educación política que un grupo de personas en forma independiente lo venían haciendo, eso es ahora pero pretendemos a muy corto plazo el noticiario.

CM: ¿A qué hora?
SMS: En la mañana, probablemente estemos de 5: 30 de la mañana a 8: 30, con corresponsales en todas las comunidades, pero vamos a escoger los líderes de las comunidades, no estamos hablando de comunicadores profesionales. Hablamos de que sean los pobladores quienes saquen la problemáticas que hay en sus comunidades y no periodistas, que hasta pueden tener mediatizado su trabajo a la hora de reportar.
Queremos incorporar a los jóvenes; la sangre joven es el gran capital que hay en el país. Todo mundo piensa que no están suficientemente maduros para hacer cosas y yo creo que desde el golpe de Estado para acá, ellos han demostrado que hemos estado menospreciando su capacidad.
Se me ocurre que vamos a tener corresponsales en la Tres de Mayo, en Nueva Suyapa, Villa Franca, Los Pinos y que nos digan cómo vive su juventud, pero que también nos hablen cómo enfrentan las acciones represivas, la persecución de que son víctimas los que participan en el movimiento social, que nos hablen de los problemas, sus ideales, que nos cuenten y hablen de los problemas del país y cómo creen que se pueden resolver.
Las mujeres, por supuesto, no solo como programas puntuales sino como eje transversal. No podemos hablar de país, sin tomar en cuenta a la mitad de la población, somos más de la mitad de ella.
Queremos comenzar a trabajar fuertemente el tema de valores con niños y niñas, entonces por la tarde queremos tener un problema  “Haciendo tareas”. Vamos a pedir la colaboración de una maestra y un maestro, para posicionar el tema de valores. Queremos que se hable de un valor, un ejemplo, la honestidad en el ejercicio de la función pública, la honestidad en el patronato, el sindicato, la honestidad en todo tipo de relaciones sociales, de manera que los niños interioricen desde pequeños, pero también los maestros con la facilidad de aplicarlos a las vivencias de los niños en la escuela y el colegio y que los niños puedan llamar a la radio Gualcho y que las maestras desde la cabina puedan ayudar a hacer las tareas.

CM: ¡Un proyecto muy ambicioso Marybel!
SMS: Bastante, ah, el tema ambiental también es otro. Muchos de los problemas que genera bastante tensión entre los sectores y el gobierno están marcados por el tema ambiental; el tema de la propiedad que se le está dando prácticamente sobre los ríos a algunas empresas, el tema de la minería, cuidado de la vegetación, agua.
Siempre abordamos el tema ambiental en función de un problema en particular, pero no como una cátedra en la cual debemos aprender a tener una convivencia armónica que permita la exploración racional de los recursos, pero sin que eso implique un riesgo al equilibrio ambiental macroecológico que debe haber.

CM: Le teme al escenario en el cual tenemos una Gualcho con muchas necesidades y un contexto en donde hay asesinato e impunidad para desarrollar el tipo de periodismo y la programación que usted está mencionando.
SMS: Sería mentirosa decir que no tengo temor, de que una situación como esa pueda ser, de hecho, salgo de una casa que es bastante insegura a tomar mi vehículo y unos pasos pueden significar la oportunidad para que quienes quieran callar la voz disidente. Pero escogí el periodismo porque quería servir al país; creo que a pesar de haber trabajado en empresas que han pertenecido a personas poderosas e influyentes en el país, en dos de los casos de los empleos que tuve, a personas que están dentro de esa concentración ultraminoritaria, siempre mantuve un periodismo beligerante, un periodismo que señalaba al corrupto, al ineficiente en el desempeño público, pero también los problemas del país y ahora que estoy en esa radio que es pequeña, pero grande, lo menos que puedo hacer es cumplir con una visión que me había propuesto desde hace más de 25 años.
Los riesgos siempre se corren en una profesión si uno hace lo que se cree que se debe hacer. Tomo mis medidas desde siempre, pero usted sabe que cuando le quieren hacer algo usted puede andar un batallón alrededor y lo pueden matar. El ejemplo de dictadores de américa del sur que han andado con batallones y los han matado a pesar de vehículos blindados.
La protección es la fuente inspiradora que tiene la gente, cuando le dicen a uno que están hartos de que les digan mentiras, de la manipulación de que pretenden hacer objeto los otros medios. Uno se siente obligado.
Este es un tema discutido con mis hijos, ellos saben los riesgos que se corren, pero han sido educados para pensar en el país, así que compartimos la necesidad de correr ese riesgo y la certeza de que vamos a caminar en una ruta que a corto plazo, cuando mucho a mediano plazo, la Gualcho va a ser un medio alternativo.
Creo que el país está bastante lesionado, bastante necesitado de que la palabra se democratice, de que la gente pueda hablar y lamentablemente los medios que la gente siempre leyó, siempre escucho y vio, le dieron la espalda al pueblo en este proceso y en lugar de facilitar una vía negociada a todo este conflicto, más bien radicalizaron las posiciones y ahora van a tener que aguantarse con lo que venga y yo no puedo optar por el lado de los que ahora creen que hay que “apagar fuegos” cuando ellos mismos lo encendieron.

CM: Qué le puede decir finalmente a la gente en esta entrevista, de cara al reto que asume, en una radio llena de necesidades y en la que se va a necesitar el concurso de las y los hondureños que tienen las mismas aspiraciones suyas.
SMS: Yo quiero dignificar a la Gualcho, luego ir avanzando en la coyuntura de cobertura y de audiencia. Dignificar a la Gualcho porque Omar tuvo muchos amigos que en forma personal le daban apoyo y así sobrevivió por décadas esa radio, sin tener un solo anuncio, porque aun los anuncios que salían, eran apoyos puntuales que le daban para pagar energía eléctrica, algunas veces, o el teléfono otras.
Yo he planteado a sus hijos que por el afecto que le tuve a su papá, pero además por el papel que la Gualcho hizo a pesar de ser pequeña y con cobertura limitada, que debemos lograr y plantearnos de que la Gualcho con ingresos bajos sea sostenible, que no tengamos que andar correteando a nadie a final de mes para que saquen una factura sino que en una cuenta mancomunada de ellos pueda haber el recurso para que cuando lleguel el recibo de luz pueda pagarse.
Si hay amigos lo que pueden hacer es preguntar de que manera pueden apoyar.  Allí hacen falta trípodes para poner los micrófonos, hacen falta micrófonos, una puerta para que cuando llegue una visita de improviso, un visitante, no comience hablar y salga al aire porque no están esas condiciones físicas ideales de una cabina.
Pero creo que la mejor manera con la cual el público puede apoyar a la Gualcho, es con su audiencia.
Hasta algunos de los medos que recientemente, después de la crisis del 28 de junio, se decían estar del lago del pueblo están sacando las uñas ya, como lo que siempre fueron. Hoy mismo el dueño de una radio se atrevió a ir a meterse a la cabina de un colega para reprimirlo al aire porque estaba cuestionando al alcalde de Tegucigalpa, cuando todos sabemos la cantidad de delitos que se cometen desde la oficina de la municipalidad de Tegucigalpa, y a ese medio hasta ahora la gente lo enlistaba como uno de los medios de la resistencia.
El reto es que la gente saboree un medio verdaderamente independiente. Y los apoyos van desde la audiencia, hasta un apoyo concreto como el equipo que se ocupa en la radio.

Dilma Rousseff no invita al golpista Lobo Sosa a toma de posesión del cargo


La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, no invitó a la ceremonia de toma de posesión del cargo, que será realizada el sábado, al mandatario hondureño Porfirio Lobo, según publicó hoy un diario local.

Lobo fue el "único" mandatario latinoamericano que fue excluido de la lista de convidados para la ceremonia en la cual Rousseff recibirá la banda presidencial de parte del gobernante saliente Luiz Lula da Silva, consignó el periódico O Globo.

Confirmaron su presencia en Brasilia varios presidentes latinoamericanos, entre ellos el colombiano Juan Manuel Santos y el venezolano Hugo Chávez, así como la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton.

Las relaciones entre Brasil y Honduras están suspendidas desde el golpe que destituyó el año pasado al ex mandatario Manuel Zelaya, quien se refugió durante meses en la embajada brasileña de Tegucigalpa.

La misión de la ONU en Haití

Por Gearóid Ó Colmáin
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R.


El representante especial de la Organización de Estados Americanos (OEA), Ricardo Seitenfus, fue despedido 24 horas después de que concediera una franca entrevista al periódico suizo Le Temps el lunes de 20 de diciembre, en la que censuró severamente la ocupación de Haití por parte de la ONU. 
En la entrevista, Ricardo Seitenfus, culpó al capitalismo internacional de los males de Haití. Refiriéndose a los 200 años de lucha por la liberación nacional de Haití, el académico nacido en Brasil dijo:

“El pecado original de Haití en la escena internacional fue su liberación. Los haitianos cometieron un crimen inaceptable en 1804: un crimen de lesa majestad en un mundo atribulado. Occidente era un mundo de colonialismo, esclavitud y racismo cuya riqueza se basaba en la explotación de tierras conquistadas. Por ello el modelo revolucionario haitiano espantó a las superpotencias. EE.UU. no reconoció la independencia de Haití hasta 1865. Y Francia exigió el pago de un rescate para aceptar esa liberación. Desde el comienzo, la independencia estuvo comprometida y afectó al desarrollo del país. El mundo nunca ha sabido cómo tratar a Haití, por lo tanto terminó por ignorarlo. Esto llevó a doscientos años de soledad para Haití en la escena internacional. Actualmente, la ONU ha aplicado ciegamente el Capítulo 7 de su Carta; despliega sus tropas para imponer su operación de paz. No soluciona nada, e incluso empeora las cosas. Se quiere convertir a Haití en un país capitalista, una plataforma de exportación para el mercado estadounidense. Es absurdo.”

En 2004, Jean Bertrand Aristide fue derrocado después de un golpe organizado por los gobiernos de Francia, EE.UU. y Canadá. El partido Fanmi Lavalas de Aristide gozaba del apoyo abrumador de la población pobre de Haití.

El énfasis de Aristide en la justicia social, la igualdad y la democracia participativa amenazaba los intereses de las elites financieras y políticas del mundo desarrollado cuyo concepto de la democracia involucra el control privado de las corporaciones multinacionales sobre todos los medios de producción, educación y salud.

Según Seitenfus, la tragedia de Haití ha sido siempre su proximidad a EE.UU., que ha oprimido implacablemente a la isla en función de sus propios intereses económicos.
A continuación, Seitenfus denunció el papel de las ONG en Haití y declaró que muchas de ellas se comportan más como empresarios que como trabajadores humanitarios, utilizan Haití como laboratorio para probar nuevas tecnologías y reclutan a jóvenes sin ninguna experiencia ni conocimiento del pueblo haitiano.

Seitenfus lamentó el hecho de los que doctores haitianos formados en Cuba emigran a EE.UU., Canadá y Francia en lugar de permanecer en su propio país para ayudar a los pobres. También criticó el intento de la “comunidad internacional” de mantener la dependencia de la ayuda de Haití, y citó el comercio justo y la agricultura local sustentable así como una industria del turismo basada en el respeto de la identidad y la cultura haitianas como el camino que debería seguir el desarrollo del país.

Sobre su experiencia en Haití, Seitenfus dijo:

“En dos meses completé una misión de dos años en Haití. Para quedarme aquí y que no me abrumase lo que veía tuve que crear una serie de defensas psicológicas. Quise seguir siendo una voz independiente a pesar del peso de la organización que represento. Me quedé porque quería expresar mis profundas dudas y decir al mundo que ya basta. Es hora de dejar de jugar con Haití” [1]

Unas 24 horas después de esta entrevista Seitenfus dejó de ser representante especial de la Organización de Estados Americanos. Decir la verdad sobre Haití le costó su puesto. Pero Seitenfus puede reconfortarse con el conocimiento de que se pronunció por el pueblo de Haití mientras otros son demasiado codiciosos, demasiado cobardes o demasiado indiferentes para hacerlo.

Seitenfus se refirió al infortunio geográfico de Haití por estar tan cerca de EE.UU. Es ciertamente así, pero el papel de Europa en la miseria de Haití no ha sido menos destructivo que el jugado por EE.UU.

Existe una idea común en Europa de que el problema en el mundo actual es EE.UU., que si la Unión Europea estuviera suficientemente centralizada podría jugar un rol más constructivo en el mundo, asegurando un equilibrio a la hegemonía global de EE.UU.

Nada puede estar más lejos de la verdad. La UE es en todo tan cruel, corrupta y despótica como EE.UU. Cada vez que se menciona el tema de Haití en los medios franceses, una piedad sensiblera y la condescendencia saturan su discurso mendaz. Los medios franceses nunca han reconocido honestamente el papel directo de Francia en la destrucción de Haití; desde su apoyo a las dictaduras de Duvalier en la Guerra Fría hasta el secuestro del presidente democráticamente elegido Jean Bertrand Aristide en 2004. Los medios franceses tampoco han informado nunca de las atrocidades cometidas por las tropas MINUSTAH de la ONU que ocupan actualmente la isla, contra los deseos de la población.

La Unión Europea se ha arrogado el papel de árbitro internacional en asuntos que tienen que ver con la democracia, enviando delegados anónimos a otros países para juzgar sus sistemas políticos en términos de “derechos humanos” y “democracia”.

En 2003, la Unión Europea trabajó con la Iniciativa de la Sociedad Civil, un vástago del Grupo de 184, encabezado por André Apaid, un propietario de maquila estadounidense con un historial impresionante de ‘derechos humanos’. La Unión Europea dio a la organización de ‘sociedad civil’ 773.000 euros. Según el Centro de Estudio de Derechos Humanos, Apaid pagó a Thomas “Labanye” Robinson para que asesinara a miembros del partido Fanmi Lavalas. La oposición de Apaid a Jean Bertrand Aristide se intensificó cuando éste duplicó el salario mínimo de los trabajadores en Haití. ¡El aumento de los salarios de los trabajadores más pobres del mundo es evidentemente una violación de los ‘derechos humanos’ desde el punto de vista de la UE y de EE.UU.!

En las elecciones de diciembre de 2010, aprobadas por EE.UU. y la UE, al partido más popular del país, Fanmi Lavalas, lo excluyeron de la participación. En otras palabras, la Unión Europea y EE.UU. propugnaron la exclusión de la mayoría de los ciudadanos haitianos del proceso democrático. Hasta que llegue el momento en el que los suburbios pobres rebeldes de Haití comprendan lo que los países ricos entienden por ‘democracia’ y ‘derechos humanos’ los soldados de la ONU seguirán patrullando las calles de Puerto Príncipe para mantener, según Ricardo Seitenfus, ‘la paz del cementerio’.

Gearóid Ó Colmáin es columnista en inglés y gaélico de Metro Éireann, el periódico multicultural de Irlanda. Su blog está en www.metrogael.blogspot.com. Para contactos escriba a: gaelmetro@yahoo.ie
© Copyright Gearóid Ó Colmáin, Global Research, 2010

Un espectáculo de terror

Por Blanca Montoya


Un espectáculo idéntico a la entrega de los Óscar fue producido por CNN para mostrar, el día de Navidad, su “reconocimiento” a la caridad de quienes tratan de aliviar sufrimientos que sus amos y patrocinadores causan en todo el mundo. CNN, encargada de ocultar los crímenes y saqueos del imperio mintiendo, manipulando la información y pervirtiendo el criterio de su audiencia presentó un nauseabundo espectáculo imperial como corolario de actividades en el que ingenuos, enajenados y demonios interactuaron para convencer a las audiencias de su “filantropía”.

La escena surrealista del rescate de los mineros chilenos que tuvo tres días completos de difusión en su momento, abrió el espectáculo. Se levantó el telón y los mineros avanzaron al proscenio del gran teatro, la audiencia compadecida se levantó a aplaudirles con lágrimas en los ojos. Fueron “héroes” por haber sobrevivido al accidente de una mina que no tenía medidas de seguridad, por soportar las prácticas esclavistas de los dueños de la mina y por presentarse como figuras de circo ante una burguesía que no se conmovió ante el golpe de Estado fabricado por Estados Unidos contra el gobierno legítimo de Salvador Allende que les había mejorado sus condiciones de trabajo y que provocó 30.000 muertos y 200.000 desaparecidos. 

Bajo la fórmula de los “Top Ten” el presentador estrella Anderson Cooper presentó a estrellas de cine y celebridades como Marisa Tomei, Jerome Butler, Kiefer Sutherland, Renée Zellweger, Halle Berry y Demi Moore, con música de Bon Jovi, Tom Legend y Sugarland en los entreactos, para presentar a los nominados para el premio CNN “Heroe of the Year”.
El patrocinador oficial fue Johnson & Johnson y entre los anunciantes del maquiavélico espectáculo estaban laboratorios como Astra-Zeneca, Bristrol-Myers, Wyeth… Es decir, las multinacionales que acaparan el 58.4% del mercado mundial de farmacéuticas, valuado en 322.000 millones de dólares, el sector que tiene más ganancias netas de todos los rubros industriales del planeta. Son también los mayores productores de semillas transgénicas y agrotóxicos del mundo. Estas empresas forman parte de la asociación PhRMA (Pharmaceutical Research and Manufacturers of America) y ejercen su cabildeo en gobiernos y organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud y la OMC, logrando normativas que fortalecen sus derechos monopólicos y sus privilegios. Cancelan el derecho de las poblaciones de los países del Tercer Mundo a usar y producir las medicinas que necesitan. Erosionan y desarman los sistemas de salud autónomos de las comunidades para convertirlas en consumidoras obligadas de productos farmacéuticos comerciales.

Johnson & Johnson y otras corporaciones aportaron ocho millones de dólares para distribuir panfletos del tipo “Si usted es madre, PERDERÁ. Perderá su casa, a su familia, a sus hijos (¡los niños pertenecerán al Estado!)” para evitar que Hugo Chávez ganara la elección en Venezuela. Sus objetivos fueron campesinos, estudiantes, pequeños empresarios, etc. Métodos ya utilizados para sembrar el pánico entre los chilenos en 1973 y preparar el aplastamiento de Allende y la dictadura de Pinochet.

Johnson & Johnson es una de las empresas que están en la lista roja de Greenpeace porque contribuye a nuestra exposición diaria a tóxicos peligrosos a través de champús sin querer asumir la responsabilidad que tiene con la salud pública. Las principales cadenas de supermercados vietnamitas retiraron los champús infantiles de Johnson & Johnson después de que un estudio les acusara de contener trazas de componentes cancerígenos, (“Than Nien News”). Un informe de la asociación estadounidense Campaign for Safe Cosmetics (CSC), alertó de que 28 de los 48 productos de baño examinados contenían dioxano y formaldehído, considerados cancerígenos por el Instituto Nacional estadounidense del Cáncer.

Dentro de la trayectoria de otras empresas anunciantes del macabro espectáculo como AT&T, Exxon Mobil, Mercedes Benz, Procter and Gamble y Audi encontramos también las perversiones capitalistas que provocan los sufrimientos que estos “héroes de CNN” tratan de aliviar, pero CNN oculta que las corporaciones que patrocinaron su espectáculo imperial son las causantes de la pobreza, la desigualdad, la injusticia y el crimen. Entre aplausos de pie, pucheros y lágrimas de una audiencia que se sometió al diseño de los think thanks para que les programen los pensamientos y los sentimientos fueron presentando a:

- Macnus Macfarlane-Barrow, un escocés que tiene un programa de casas de alimentación en las que se le da de comer a 400.000 personas en 15 países. Este hombre, gracias a CNN, no sabe que el imperio británico colonial contribuye al hambre de 800 millones de personas en el mundo.

- Susan Burton, ex prisionera, tiene un programa para ayudar a las mujeres estadounidenses que salen de prisión ofreciéndoles un espacio para que encuentren una rehabilitación. Ha recibido a 400 mujeres. Esta mujer ignora que la droga, la delincuencia y la situación de las cárceles en Estados Unidos está alimentado por un sistema de desigualdad e injusticia que CNN difunde y promociona. 

- Harmon Parker construye puentes en Kenia para que la gente no se ahogue al pasar por lugares que frecuentemente se inundan. CNN no ha informado a este hombre de que el capitalismo heredado del colonialismo británico y celosamente protegido por los Estados Unidos cada vez que asoma la posibilidad de implantar el socialismo, ha reducido a Kenia a la barbarie. Ni que la CIA ha "desaparecido" a la izquierda en ese país.

- Guadalupe Arizpe de la Vega, mexicana y esposa de un prominente empresario tiene siete hospitales y 32 clínicas que atienden gratuitamente a heridos por la violencia y a mujeres que van a dar a luz cuando no poseen recursos para pagar los servicios de salud. Ahora vive en el Paso, Texas, adonde tuvo que mudarse por la violencia creciente en Ciudad Juárez, lugar en el que residía.  Por supuesto las causas de ese problema no son tema para CNN.

- Narayan Krishna, un chef que abandonó su trabajo en Suiza y se fue a la India para fundar Akshaya Trust en 2003. Desde entonces se ha dedicado a cocinar 1.2 millones de comida desayuno, comida o cena a los que no tienen hogar principalmente a ancianos. Esos ancianos que son abandonados a su suerte por el cruel sistema capitalista de los amos de CNN que se niegan a ofrecer garantías de supervivencia a estas personas.

- Aki Ra, ex soldado de Camboya, se dedica a quitar las minas que él y los soldados pusieron causando la muerte y la mutilación en tiempos de la guerra y hasta la fecha. Él y su equipo han quitado alrededor de 50.000 minas y tienen además un hospital que atiende a huérfanos. CNN no cuenta que Henry Kissinger, asesor de su gobierno y "Premio Nobel de la Paz", dio su apoyo a los jemeres rojos que minaron los campos de Camboya, desplazaron multitudes y asesinaron a dos millones de personas.

- Linda Fondren ha desatado una cruzada contra la obesidad. Tiene un programa gratuito de ejercicios y dietas, además de convencer a los restaurantes de que hagan comidas que no contribuyan a la obesidad. CNN promueve transnacionales de alimentos chatarra como McDonalds y una ideología que justifica cualquier acto contra la salud con tal de beneficiar al capital.

- Dan Wallrath, tejano, construye casas a militares mutilados que regresan de la guerra y se las regala. De 2005 a la fecha ha construido cuatro casas y tiene cinco en construcción. Wallrath presentó a uno de los militares mutilados recitando lo que CNN le ha insertado en el cerebro: “está así porque fue a luchar por nosotros”, le ha ocultado que esos soldados fueron a la guerra para que la oligarquía imperial se apropiara y controlara los recursos de Iraq y Afganistán.

- Evans Wadongo inventó una linterna solar a través de la cual los niños y niñas de Kenia pueden hacer sus tareas como una forma de contribuir a la educación y de minimizar la pobreza de no tener acceso a la electricidad. El agua de los glaciares del monte Kenia y las lluvias, principales fuentes de agua y electricidad de la nación, no están exentas de los efectos del cambio climático, del cual los principales responsables son los amos de CNN. Pero además el agua en Kenia es más cara que la Coca Cola, ésta como otras transnacionales se apropian de este recurso que cada vez es más escaso para los kenianos.

- Anuradha Koirala de Nepal rescata a niñas que son víctimas del tráfico de menores, violaciones, abusos sexuales y prostitución en la frontera de Nepal e India. Las rescata, les provee de hogar, educación, tratamiento médico y psicológico y asesoría legal. CNN no informa de que la ideología capitalista en la cual el dinero es más importante que lo humano, promueve que se cometan este tipo de crímenes.

Y el ganador es… Anuradha Koirala. La audiencia burguesa con caros atuendos se levantó de las sillas de terciopelo sin poder contener el llanto y aplaudió de pie; la ganadora también derramó lágrimas de agradecimiento al haber sido premiada por CNN.

No voy a cuestionar el humanismo o la voluntad de ayuda al prójimo de estas personas. Tampoco el bien que hayan hecho. Sin embargo, resulta patético que sean utilizados, probablemente sin saberlo, para lavarle la cara al sistema y a los regímenes depredadores, principales causantes de los sufrimientos que ellas tratan de aliviar prestándose a este espectáculo criminal en el que CNN se promueve como filántropo. Es criminal porque enajena a millones de cerebros de la realidad. Todos en ese gran recinto teatral fueron, sabiéndolo o no, protagonistas de una grotesca obra de terror: zombis que aplauden a un verdugo que acuchilla por la espalda y lloran de emoción ante los espontáneos que ayudan al herido cuando el agresor los premia.

CNN satisfizo las necesidades psicológicas de una audiencia televisiva de millones dando información falsa, emocionándola, brindándole identidad, integrándola socialmente y evadiéndola de la realidad. Ocultó la verdad y brindó una imagen falsa de lo que este medio representa para el mundo: la mentira, la enajenación y el ejército comunicacional que protege los intereses corporativos que asesinan y saquean los recursos de las poblaciones.

Cuando la ciencia ficción se transforma en realidad

Por Paco Arnau






Casi 30 años después de su rodaje en 1981, Blade Runner —producción estadounidense dirigida por el británico Ridley Scott estrenada en junio del año siguiente— es un film que ha resistido el paso de tres décadas “sin despeinarse” y ha sido considerado por lo más granado de la crítica del género de la ciencia ficción una obra maestra en toda la extensión del término, por mucho que la Academia de Hollywood no pensara lo mismo al no concederle ningún galardón en los Óscar en 1982 (sólo mereció dos nominaciones el año de su estreno). Indudablemente, para la inmensa mayoría de los cinéfilos y buenos aficionados al género, muchos de los cuales seguramente deben haber perdido la cuenta de las veces que la han visto, Blade Runner no es una película más de ciencia ficción e incluso sobrepasa la tópica definición de “film de culto”: es “La película”. Sin olvidar —claro está— a 2001, la obra maestra de Kubrik estrenada en 1968 y verdadero punto de inflexión de una nueva época para el séptimo arte.

El guión de Blade Runner es un trabajo colectivo que está inspirado —aunque no basado sensu stricto— en la novela editada en 1968 (el mismo año en que se estrenó 2001) ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (“Do androids dream of electric sheep?” en su título original) de Philip Dick, escritor estadounidense que lamentablemente no pudo llegar a ver la película terminada; falleció apenas tres meses antes de junio de 1982, fecha del estreno de Blade Runner en las pantallas de EEUU.

La banda sonora es de Vangelis, el conocido y magistral compositor griego de música electrónica. Los escenarios y la ambientación están basados en los trabajos de la excelente generación de autores de cómic de los años 70 y 80, entre los que destaca Jean Giraud, dibujante francés reconocido internacionalmente por su sobrenombre ‘Moebius’ y uno de los principales autores de la revista gala de culto Métal hurtlant (Heavy Metal en su versión en otros países como España, Alemania, Gran Bretaña o EEUU).


Una película de contrastes La estética, el vestuario y la ambientación de Blade Runner crearon tendencia y aun en nuestros días sigue pareciendo “moderna”… o postmoderna. Una mezcla explosiva de vintage, afterpunk y futurismo… Brillante arquitectura de vanguardia del siglo XXI sobre una capa “sedimentaria” de avejentados edificios de infraviviendas de principios del XX. Elegantes trajes y tocados que homenajean la moda de la década de 1940 junto a crestas y quincallería postpunkies. Sofisticados vehículos aeroterrestres esquivando masas de gente que sólo puede desplazarse a pie en una macro-conurbación sin transporte público… Todo ello embadurnado de una oscuridad brumosa provocada por la contaminación de pozos petrolíferos que agotan las últimas reservas californianas en pleno suelo urbano de esta ciudad fundada por los españoles como Nuestra Señora de los Ángeles en 1781. Los detalles en el atrezzo y la decoración rozan la perfección.

Sin ninguna necesidad de recurrir al abuso de efectos especiales (oropel bajo el que se suele esconder la debilidad del argumento en la mayoría de las flojas películas que se estrenan en la actualidad), sólo con profesionalidad y buen hacer cinematográficos, Blade Runner consigue deslumbrarnos y sorprendernos escena tras escena*.

La dirección de esta gran producción de la Warner estuvo a cargo, como hemos dicho al principio, del británico Ridley Scott (Inglaterra, 1937), un verdadero virtuoso y perfeccionista de la gran pantalla que no necesita carta de presentación y que también es el autor de películas tan imperecederas como ésta: Alien (1979, otra obra maestra de referencia obligada en el poco prolífico género de la ciencia ficción), Thelma & Louise (1991) o Gladiator (2000), entre otras.

A las órdenes de Scott actuó en Blade Runner un plantel de actores encabezado por un protagonista Harrison Ford en el papel de Rick Deckard (trabajo que supuso la consagración definitiva de Ford como estrella internacional) y el “holandés errante” Rutger Hauer, que borda el papel del líder de los androides replicantes Roy Batty; junto con otros de carreras más o menos irregulares: una joven y bellísima (rozando los cánones de la perfección) Sean Young en el papel de la glamourosa Rachael, la también joven y bella Daryl Hannah en el papel de la replicante Pris y Edward James Olmos, representando al misterioso, siniestro e intrigante detective Gaff del LAPD.

Un contexto social e ‘histórico’ verosímil porque hoy ya no parece tan de ciencia ficción Sobre el argumento de Blade Runner no nos extenderemos. La acción se desarrolla en una oscura, caótica, depauperada y contaminada gran metrópolis californiana de Los Ángeles a finales de 2019 ó principios de 2020, centro de poder de grandes corporaciones privadas que se han convertido —suplantando al Estado— en dueñas y señoras de vidas (humanas o humanoides), haciendas y de todo cuanto acontece… Un futuro distópico o utopía perversa cuando se rodó la película a principios de la década de 1980 (la correlación de fuerzas económicas y sociales globales era a la sazón ciertamente distinta a la de hoy), pero más verosímil, menos distópico además de temporalmente cercano y en buena medida descriptivo del mundo actual.

Las ineficientes y hostiles pero lucrativas y omnipotentes grandes corporaciones privadas ya superan con holgura la mitad del producto interno bruto planetario así como el de muchos Estados del mundo, además de —en consecuencia— detentar el poder real en buena parte de ellos: las llamadas democracias occidentales y sus empobrecidos países satélites, ya sean vasallos o sometidos por la ocupación y la guerra, como venimos constatando día a día.

Dejando al margen que los avances en los campos científico y tecnológico que refleja el 2019 de Blade Runner en absoluto han llegado en nuestros días y es altamente improbable —al paso que vamos— que los veamos llegar en la próxima década, ese mundo depauperado cuyos designios dirigen oligopolios privados en manos de un puñado de desalmados desde sus atalayas de cristal opaco (que tan bien describe este film como ciencia ficción en la época de su rodaje), se parece mucho al mundo actual, en esta etapa de retrocesos sociales globales que comenzó a finales de los 80 y principios de los 90 con sendos acontecimientos históricos europeos de nefastas consecuencias para el planeta y nuestras generaciones.

Seguramente será por eso que Blade Runner no ha envejecido con el paso de prácticamente tres décadas desde su rodaje y estreno. Sin olvidar, claro está, su excelencia desde el punto de vista artístico, algo que no deja de sorprendernos por mucho que revisitemos esta obra maestra una y otra vez… Es por ello que, para terminar, dejamos una pregunta en el aire: ¿por qué ya no se hacen películas como ésta?

Pueden verse fotogramas de escenas, fotografías de producción y otros recursos gráficos inéditos relacionados con Blade Runner en la fuente original del presente texto: http://ciudad-futura.net/2010/12/25/blade-runner_30/

jueves, 30 de diciembre de 2010

Cada piedra en su lugar [1]

Vos el Soberano 

Marvin Barahona*

Habiendo iniciado las primeras páginas de un libro reciente [2] con la reseña de una discusión en el Congreso Nacional sobre las Ruinas de Copán, sostenida en los primeros años del siglo XX, no pude resistir a la tentación de presentar este libro del colega y amigo Darío Euraque, que en sus páginas discute a fondo el papel que el Estado hondureño y la arqueología estadounidense asignaron a este monumento histórico, más allá de su valor intrínseco, como testimonio arqueológico de una brillante civilización del pasado lejano.

Descenso a los túneles de Copán Ruinas, el inframudo,del gobernante de facto Micheletti y su anfitrión Agurcia F.

el  24 de enero de 2010 (Foto © Casa K'inich's).

Tampoco resistí a la tentación de iniciar esta presentación empezando por el final, citando las palabras aparecidas en una revista en la que se reseña la visita al Parque Arqueológico de Copán, en enero de 2010, del presidente del gobierno de facto, Roberto Micheletti Baín, invitado por la Asociación Copán para mostrarle las bondades del sitio.

Después de mencionar que los funcionarios del Parque y los representantes de la Asociación recibieron con agrado al visitante, su esposa y parte de su gabinete de gobierno, se lee que Micheletti y sus acompañantes “descendieron con el Lic. Agurcia Fasquelle al inframundo de los túneles diseñados por generaciones de arqueólogos”, para concluir afirmando que aquella fue una visita histórica.

Y no cabe duda.  El inframundo de los túneles diseñados por generaciones de arqueólogos parecía haber estado esperando, en las últimas tres décadas, a una comitiva como esa, que emergía desde el inframundo de la política, como conocedores expertos de las más antiguas cavernas de la política y como arquitectos del último golpe de Estado que conmovió a la conciencia nacional por su anacronismo histórico, y dejó una estela de inestabilidad y caos en la gobernabilidad del país.

Por ello, si fuese posible, quisiera tender un puente histórico entre el pasado más lejano y el pasado más cercano, para vincular hechos que a primera vista no parecen estar relacionados, como el uso de la cultura oficial para hacer que la conciencia colectiva olvide su pasado y el abuso del Estado para favorecer los intereses de una minoría a la que la cultura y el pasado le ha interesado sólo como mercancía para turistas, como un negocio del que pueden lucrarse.

Estos hechos, según esta obra de Darío Euraque, se han relacionado en el tiempo en la medida que la política cultural oficial giró, durante casi todo el siglo XX, en torno a la mayanización de la cultura nacional; es decir, alrededor del mito de la cultura maya como única expresión étnica y cultural digna de reconocimiento. Por eso no resulta nada extraña la desproporción que existe en la bibliografía nacional y la arqueología internacional a favor de las Ruinas de Copán, en detrimento de la historia, la etnología y la arqueología de otras culturas y pueblos.

De todo esto, se deduce de este libro, han sido responsables los partidos Liberal y Nacional, que han gobernado imponiendo a la cultura oficial la marca indeleble de un elitismo que nos hace creer lo que las elites quieren que creamos y nos hacen pensar lo que ellas quieren que pensemos. Y cuando reconocemos esa increíble desproporción entre los muchos libros escritos sobre las Ruinas de Copán y los pocos estudios sobre pueblos y culturas aún vivas como los tolupanes y los pech, los tawahkas y miskitos, los lencas y los garífunas, entonces resulta obligado pensar que las políticas culturales del Estado son tan injustas como la forma en que se distribuye la riqueza nacional, dedicada en los dos últimos siglos a beneficiar a unas pocas familias pudientes, en detrimento de miles de familias mestizas, indias y negras que no caben en la cultura oficial y tampoco en la economía y el presupuesto nacional.

Entender esta relación desigual, en la cultura y la economía, es una lección de desigualdad cultural y de injusticia social, a las cuales se han supeditado la arqueología de Copán, la etnología nacionalista, el discurso de la historia oficial y las ciencias sociales que se han rendido ante la evidencia de que el conocimiento se supedita al poder económico, y éste al imperialismo cultural y político foráneo.

Y esta lección es válida también para comprender la argumentación y los alegatos que se presentan en este libro a favor de una nueva política cultural del Estado, concretada en proyectos para rescatar la diversidad cultural de los pueblos que la encarnan, para rescatar la historia nacional en los archivos locales, para darle a la arqueología el lugar que le corresponde, para reconstruir los rasgos característicos de la cultura popular y dotar a las comunidades de personal calificado para recuperar la memoria histórica local y de su población marginada de la cultura oficial.

Menciono todo esto porque, al leer este libro, me asaltaron algunas dudas; entre otras, la de percibir que en la elaboración de la política cultural oficial hubo malos y buenos ministros de Cultura o buenos y malos administradores del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, pero no razones de fondo para que el Estado marginara de la historia a la mayoría de la población, para que la exclusión social se sancionara culturalmente como válida.

Sin embargo, existe un telón de fondo para nuestra cultura, como existe un telón de fondo para nuestra política, y en ambos se refleja ese componente ideológico excluyente que ha caracterizado la conducción del Estado y la política, que ha tenido como protagonista principal al bipartidismo, solapado defensor de la desigualdad económica, la exclusión social y la manipulación cultural de las conciencias.

Cuando el autor de este libro y sus colegas vieron frustradas sus ilusiones, al ser destituidos ilícitamente de sus cargos, el muro de sus desilusiones fue el bipartidismo que promovió, sustentó y ejecutó el golpe de Estado del 28 de junio de 2009. Por eso debemos lamentar que los escasos proyectos culturales del Estado, que alguna vez intentaron hacer algo para rescatar la historia y la memoria colectiva, corran hoy la misma suerte que la institucionalidad democrática del país y nos hagan pensar en lo que ya se ha dicho en tantas otras ocasiones: que la falta de continuidad histórica en los proyectos políticos, sociales y culturales debilitan a la nación hondureña y la condenan al fracaso y la impotencia.

Porque todo este esfuerzo trataba, según el bien informado autor de esta obra, de darle a la identidad nacional el rostro multiétnico y multicultural que le corresponde, presentar su verdadera cara y sus raíces más profundas, para crear una conciencia nacional capaz de ver más allá de las piedras más antiguas y de acercarse al hondureño de hoy. Paradójicamente, ha sido el golpe de Estado del 28 de junio el que más ha contribuido a despertar el interés de las nuevas generaciones en la historia nacional y en hechos precedentes, especialmente los golpes de Estado y la represión.

No obstante, la renovación del interés general en la historia nacional irrumpió en el mismo momento en que a las instituciones culturales se les arrebataba el impulso que empezaban a cobrar al intentar darle coherencia a la política cultural oficial, con reformas a las leyes correspondientes y enmiendas a la estructura de funcionamiento de las instituciones culturales y su personal.

Esto hace más llamativo el hecho de que uno de los principales esfuerzos del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, como lo fue la creación del Centro de Documentación e Investigaciones Históricas, instalado en la antigua Casa Presidencial en el centro histórico de Tegucigalpa, se convirtió en apetitoso botín para que algunos pretendieran vigilar desde sus ventanas a unos invasores que nunca llegaron. Ese lugar, según se lee en este libro, estaba destinado a servir como hogar de una documentación histórica útil para reconstruir la memoria histórica de Honduras, no para albergar a supuestos defensores de la soberanía nacional.

Las lecciones que este golpe de Estado aportó a las instituciones culturales, incluso a las oficiales, van más allá de lo ya dicho. Hasta ese momento, las instituciones de la cultura oficial se habían mostrado impávidas y silenciosas ante los golpes de Estado, estoicas y resignadas como el resto de la población. Hoy, las instituciones culturales, incluso las oficiales, saben que sólo manteniendo un vínculo cercano con la sociedad, que todos los días construye y reconstruye la historia, podrán participar con éxito en las nuevas coyunturas sociales, políticas y culturales que el futuro le depara a Honduras.

Esto me lleva a valorar esta obra como un estudio de caso, que trata detalladamente el esfuerzo realizado para rescatar las fuentes de la historia y la cultura desde un país empobrecido, cuyas elites menosprecian la cultura nacional, impidiendo toda reconstrucción de la memoria colectiva. Pero no sólo las elites menosprecian la cultura, el pueblo también la ve, sino con menosprecio, con cierta indiferencia, a lo que se suma su sospecha de que detrás de la cultura, sobre todo la oficial, se ocultan intereses que nada tienen que ver con el hombre y la mujer comunes.

Por eso el sique no es capaz de competir con la baleada, como tampoco los viejos sueños de construir una vida decorosa en Honduras pueden competir con el sueño americano que hace que otra identidad se construya lejos de nuestras fronteras, en un medio extraño en el que, paradójicamente, la supervivencia depende de los pocos retazos de cultura que los migrantes llevan consigo, ninguno de los cuales proviene de la cultura oficial.

No obstante, la intención de dotar a Honduras de una política cultural democrática, inclusiva, participativa y capaz de responder a los desafíos del mundo de hoy, sigue siendo un esfuerzo válido y una responsabilidad ineludible del Estado y la sociedad para conservarse y reproducirse a sí mismos, o para transformarse en la búsqueda de su propia superación. Por eso no cabe, en la época actual, insistir en mayanizar a Honduras para vender al turismo extranjero las bondades de nuestro pasado, como tampoco cabe seguir privilegiando el valor de las piedras del pasado lejano, ignorando la presencia de unas mayorías harapientas, escasamente educadas y que intentan cruzar todas las fronteras para encontrar el sustento diario.

Y aun poniendo cada piedra en su lugar, no cabe duda de que Honduras necesita esa nueva política cultural para evitar que el estudio de su arqueología siga en manos de las mismas instituciones extranjeras que a inicios del siglo XX, porque el imperativo de las instituciones culturales de hoy es el mismo que, en su tiempo, reclamaba Ramón Rosa cuando fundó el Archivo y la Biblioteca Nacional y cuando llamó a utilizar el conocimiento histórico para elaborar un pensamiento nacional que nos dijera de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Por eso me da mucho gusto presentar un libro cuyos siete capítulos vuelven a hablar de la identidad nacional y reiteran la necesidad de reformularla, reconstruirla y fortalecerla para contribuir al surgimiento de una sólida memoria colectiva y una firme identificación con Honduras. Por mi parte, agrego que todo esfuerzo para reconstruir la identidad nacional, incluyendo a todos sus protagonistas sin exclusiones de ninguna clase, implica un esfuerzo mayúsculo para reelaborar el pensamiento nacional, para actualizarlo y ponerlo a la altura de los requerimientos de nuestro tiempo.

Pero nada de esto podrá lograrse sin instituciones culturales, oficiales y no oficiales, comprometidas con las grandes necesidades del país en la dimensión económica, social y política. Una de éstas es la necesidad de fortalecer la institucionalidad democrática del país, reorientar sus principales instituciones y eliminar de su seno el clientelismo político, el caudillismo pernicioso en cualquiera de sus variantes, la corrupción y la ausencia de compromiso con el destino de las mayorías excluidas de los derechos y beneficios que la democracia está obligada a ofrecerles como ciudadanos y como seres humanos. Celebro, por todo lo antes dicho, la aparición de un nuevo libro sobre la identidad nacional, sobre la cultura y la más reciente crisis política, que se suma a otras obras cuya principal preocupación es Honduras y el futuro de su pueblo. Muchas gracias.

[1] Presentación del libro de Darío Euraque: El golpe de Estado del 28 de junio de 2009, el Patrimonio Cultural y la Identidad Nacional. Historiador.
[2] Honduras en el siglo XX. Una síntesis histórica, Editorial Guaymuras, Tegucigalpa, 2004.
* Historiador

La guerra mundial y la Isla Zacate Grande

 Vos el Soberano

Juan Almendares

Carta del Cardenal Oscar Andrés Rodríguez al Jefe de Estado Mayor Conjunto, General de División Magíster Carlos A Cuellar Castillo

-graduado en la Escuela de las Américas- 21 de diciembre 2010 (seis días después del Trauma, Terror y Tortura en Zacate Grande). (Fragmento).

“Felicitaciones por haber estado celebrando el día del Ejército recientemente, fiesta a la que me hubiera gustado asistir pero estuve fuera del país en esa fecha aunque hasta Alemania donde me encontraba me llegaron fotos y noticias bellas de esa extraordinaria celebración; mis felicitaciones al señor Comandante del Ejército y a su equipo de trabajo: felicito también a quienes han obtenido ascensos y reconocimientos es esa fecha les recuerdo que la mejor presea que un soldado recibe es la de ser hijo de Dios, soldados de Cristo.”

“Me hubiera gustado acompañarlos en esta celebración de fin de año, pero justo a esta misma hora estaré celebrando la santa misa con todos los sacerdotes de la Arquidiócesis con motivo del Convivio navideño del Clero en la universidad Católica; sin embargo estoy con ustedes de corazón porque sus acciones como profesionales de las armas son dignas de admirar y por sus ejecutorias se han ganado el respeto y el cariño de todos los hondureños. Mi saludo de Navidad para todos y mi abrazo de hermano en Cristo Jesús”

Robert García

Cumpliendo con el deber de atender las víctimas y sobrevivientes de la tortura nos presentamos en Coyolito, poblado de la Isla Zacate Grande; dos médicos y una psicóloga del CPTRT (Centro de Prevención, Rehabilitación de las víctimas de la tortura y sus Familiares), y gracias a los contactos del COPINH y del acompañamiento de un abogado del CODEH, nuestro trabajo fue realizado con mayor efectividad.

La Isla Zacate Grande data de hace diez mil años (Holoceno); es una zona volcánica sin actividad y parte del archipiélago en el Golfo de Fonseca, océano Pacífico del municipio de Amapala, Valle, al sur de Honduras en América Central.  Es, por tanto, un área geopolítica vecina a El Salvador y Nicaragua.

Habitan desde hace casi un siglo familias de pescadores y campesinos quienes históricamente son objeto de desalojos violentos por parte de la oligarquía. Su pobreza contrasta con las lujosas mansiones de los miembros del Club Coyolito, conjunto de posesiones ubicado con acceso a las playas, evidentemente particulares.

Nuestra misión en el sitio de los hechos.  El ambiente era extremadamente tenso; desde el inicio observamos algunos militares y agentes vestidos de civil. Indagamos con varios pobladores sobre la dirección de la persona generosa que ofrecía un espacio para atender a los sobrevivientes del trauma, terror, tortura y la respuesta era que nadie conocía a dicha persona.  De pronto recibí una llamada por el celular y la voz me dijo: “Están a veinte metros del lugar indicado; todo el mundo me conoce; pero nadie les informará porque la población está aterrorizada.”

Según el relato de los sobrevivientes, los sucesos violentos de Coyolito, Zacate Grande ocurrieron el miércoles 15 de diciembre 2010 a las 9:30 AM.  Los pobladores, en un acto de solidaridad, se habían congregado alrededor de una fábrica de bloques, perteneciente al señor José Luis Hernández, quien era desalojado violentamente por la policía de San Lorenzo Valle y la Fuerza Naval de Coyolito. La razón del “Estado de Derecho” se impuso de inmediato; en defensa de la ley suprema que protege a los ricos y vulnera a los pobres.  Una persona cuya identidad no conocemos había procedido a hipotecar con un banco privado el terreno, cuyo dueño legítimo es José Luis Hernández. Las fuerzas navales militares y policiales (excelentes guardianes de la oligarquía) se presentaron con urgencia, sin orden judicial y procedieron a golpear brutalmente al señor Hernández y al pueblo solidario.

Tres hechos nos llamaron la atención. Primero la participación de las fuerzas navales en defensa de los bancos financieros terrestres y no de los bancos de peces marítimos.

Segundo: La utilización de las piedras como nueva arma militar en la guerra contra el pueblo. Tercero la agresión contra mujeres, niñas y periodistas de la Radio Zacate Grande.

Son cuatro bases navales de Honduras. Tres en el Mar Caribe: Puerto Cortes, Puerto Castilla y la Base Naval de Caratasca, Mosquitia, con un costo de casi tres mil millones de dólares (abril 2010). Supuestamente la base naval militar de la Mosquitia está destinada al control de drogas; fue construida y es dirigida y asesorada por el Comando Sur y el ejército hondureño.  En el sentido geopolítico y militar está cercana a Nicaragua.  En el Océano Pacífico sólo tenemos la Base militar en Coyolito, Amapala; lugar donde ocurrieron las violaciones a los derechos humanos que estamos narrando.

Metamorfosis de la Fuerza Naval y la guerra de las piedras
Las víctimas estaban sorprendidas del cambio radical de la conducta de los graduados de Alférez y Licenciados en Ciencias Navales, quienes en días anteriores los saludaban en forma ritual y amanerada. Sin embargo el fatídico 15 de diciembre se habían transformado en monstruos violentos al golpear brutalmente mediante pedradas y tratar en forma cruel, degradante e inhumana a las personas que se habían solidarizado con el pequeño empresario Hernández.

Al principio pensé que se trataba de una regresión histórica de volver a la edad antigua de piedra (Paleolítico) cuando los instrumentos y armas eran construidos y utilizados en base a las piedras. Sin embargo este pensamiento no era lógico; porque en un territorio ocupado militarmente por los Estados Unidos de América, con soldados hondureños entrenados en la Escuela de las Américas y con armas ultramodernas no era explicable utilizar piedras.

En una visión de conjunto, la realidad nos enseña que existen vínculos geoestratégicos entre las fuerzas navales del Pacifico y las del Atlántico dirigidas por el Comando Sur (según el Plan Puebla Panamá, Plan Colombia, Plan Mérida, Plan Colombia – Honduras). El Pentágono ha creado nuevas bases militares navales, terrestres y aéreas en Honduras, Colombia, Costa Rica, Panamá y ha reactivado la Cuarta Flota.  El objetivo es desestabilizar a Nicaragua, Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador y vietnamizar América Latina.

En Honduras durante el régimen de Micheletti se aprobó la ley que permite la instalación de bases nucleares. Sin embargo la idea del por qué la fuerza naval utilizó piedras era como una “turunca” que golpeaba mi cerebro. Entonces, recordé la frase célebre de Albert Einstein: “La próxima guerra mundial se llevará a cabo con piedras”. El significado de esta expresión no era retornar al paleolítico sino que en la próxima guerra no habría ni armas nucleares porque el negocio de la carrera armamentista destruirá el mundo.  Al final: ¡Sólo existirán las piedras!

Una de las víctimas campesinas nos manifestó: “La última guerra mundial, ha sido iniciada en la isla  Zacate Grande por la Fuerza Naval de Honduras”. Parecía un chiste macabro, pero la realidad se encaminó hacia algo mucho más terrible.

Trauma, terror y tortura en los sobrevivientes y la comunidad
La ley antiterrorista recién aprobada por el Congreso de la República ha producido terror en la isla Zacate Grande, al justificar la tortura.  La libertad de expresión de la Radio Zacate Grande ha sido amordazada.  Una periodista radial casi pierde la vida al evadir el impacto de una piedra lanzada contra su cabeza.  Sin embargo fue gravemente lesionado su cuerpo.  Miembros de la policía y la naval le gritaban: “¡Te vamos a matar!”. Una digna madre campesina; fue tirada al suelo, golpeada a patadas y con piedras; le gritaban: “¡vieja puta, perra, la próxima vez que te agarremos será peor!”.

Hice memoria acerca de los derechos de los animales ya que los matan a pedradas.  Los representantes del verticalismo autoritario y patriarcal califican a las mujeres de “perras”. Las bombas lacrimógenas no sólo eran lanzadas en la calle, sino que los agresores se introducían en las viviendas y las colocaban debajo de las camas. Una niña de cuatro años sufrió quemaduras de segundo y tercer grado.  El terror que padeció será para toda su vida.

Varias personas fueron objeto de traumas craneales, oculares, de brazos, muslos y rodillas y amenazas a muerte.  El señor Ramírez fue salvajemente torturado.

“Aquel de vosotros que este sin pecado, que le arroje la primera piedra”
En el caso de las violaciones de los derechos humanos no están libres de pecado la fuerza naval, la policía, las fuerzas armadas, la oligarquía ni los dueños del capital multinacional. Tampoco aquellas autoridades civiles, religiosas que aplauden, elogian y defienden en nombre de la democracia y de Dios los crímenes de un sistema de trauma, terror y tortura.
Como decía Ellacuría: “Desde los que por ser pobres son sospechosos, los acosados y maltratados por la policía y el ejército.  Desde los humillados por quienes los contratan en el trabajo, por sus líderes políticos, por los funcionarios públicos... desde el reverso de la historia, es pues, desde las mayorías latinoamericanas que viven mal porque viven como sometidos, como vencidos.  Desde las víctimas, quedan los demás calificados como verdugos o cómplices, a menos que pongan su vida en superar esta historia.” Ignacio Ellacuría  –mártir de El Salvador– 16 de Noviembre de 1989.

Los pecadores no son las víctimas.  Los pecadores son los defensores y promotores y consentidores del “mal” estructural y perverso de la globalización neoliberal y militarista mundial que inventa la mentira, deforma la realidad, reproduce la impunidad y la injusticia social y ambiental.

¡Detengamos la maquinaria de la barbarie de la guerra y la injusticia que amenaza la paz mundial!
Tegucigalpa. Diciembre 2010.

La Navidad de algunos hondureños

Vos el Soberano

Por Oscar Amaya  Armijo


                                                    Coca Cola creó a Papa Noel (Mural en una calle venezolana)

Aún existen hondureños que se refugian  en sus propias candelas, en las hojas de sus nacatamales. Viven su propio nacimiento. La navidad para ellos empieza y termina en su foquito rojo. El mundo exterior  no existe para ellos.

Aún existen hondureños que fingen una riqueza que no tienen, allí se les mira, en los bultimedias,  comprando ropa de novena categoría. Ellos creen vivir una bonanza que nunca existió, y el golpe de Estado es una ficción en mentes calenturientas. Son los enajenados por el consumismo desbocado.

Aún existen hondureños que creen ciegamente que el Papá Noel hondureño; es decir, Miguel Facusse, llegó  hasta el Bajo Aguán repartiendo pavos y juguetes. Las matanzas son cuentos de camino real, perras de Teofilito. Son los eternos dominados por el cerco mediático de Rafael Ferrari.

Aún existen hondureños que llegan a las iglesias con beatísima disposición, creyendo que alcanzarán la gloria celestial escuchando homilías del Cardenal Rodríguez o sermones de Evelio Reyes. Son los pobres de espíritu que creen que estos seres malvados son ángeles que los llevarán a morar a la diestra de Dios.

Aun existen hondureños que comparten las misas navideñas y los asientos delanteros de las iglesias católicas con los asesinos y explotadores. Allí se les mira hablar en lenguas en las iglesias evangélicas, arrobados por la celestial presencia de los coroneles y generales golpistas. Son las mismas víctimas de la catequización hipócrita, realizada por los luciferinos catecismos de las clases dominantes.

Aún existen hondureños que escuchan coros de ángeles celestiales  cuando ven a los generalotes del ejército  postrarse de hinojos frente a la inmaculada presencia del Niño Dios. Son los mismos que sienten olores a  jazmines cuando los señorones de la empresa privada, exhiben sus relucientes barrigones frente al hartazgo navideño de sus mesas. Es la penquería que todavía creé en la sacrosanta propiedad privada.

Aún existen hondureños que creen que los millones de miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular FNRP, comerán niños asados frente a sus  árboles de navidad, que Fidel convertirá en jabón a los ancianos del malecón habanero y que Hugo Chávez o Evo Morales serán los cucos malditos que aparecerán por detrás de la sionista Estrella de David. Son los mismos que padecen un crónico diversionismo ideológico que da vergüenza.

Aun existen hondureños que, alucinados por el guaro, el rompopo y la ignorancia, creen que los viejos y barrigones reservistas militares forman parte de las sacrosantas cruzadas medievales y que el sátrapa de Michelleti es un héroe canonizado por el Vaticano. Son aquellos aplastados espiritualmente que creen que expiarán sus culpas, fingiendo una beatitud propia de los Caballeros del Santo Entierro.

Aun existen hondureños que creen que la navidad  de las Lomas del Guijarro es la misma que se vive en la colonia Divino Paraíso.  Según ellos, ese niño maravilloso viste de tafetán en ambos centros poblacionales. Son los mismos que jamás entenderán elas diferencias de clase que existen hasta para adorar el mismo Dios.

Aun existen hondureños que creen que la Primera Dama es la reencarnación de Teresa de Calcuta y que el remedo de presidente es la transmutación de Gandhi, solamente porque aquélla se aparece solamente en cada navidad repartiendo desperdicios a los niños de los crematorios o porque aquél (el remedo de presidente) se llena la boca hablando de reconciliación nacional que ni él mismo cree.

Aun existen hondureños que en esta navidad se sentarán frente a sus familias y al Niño Dios, luciendo sus manos ensangrentadas y orando hipócritamente por mantener una democracia que ni siquiera existió en la ficción de la tragicomedia que viven los hondureños.

¿Julian Assange es periodista?

Milenio 

Por Juan Gelman

Sí para algunos, no para otros, quién sabe para muchos. Este tema deriva, con presunción jurídica, de la voluntad de juzgar a Assange en Estados Unidos que la Casa Blanca y varios congresistas no ocultan. Si el australiano es periodista y su difusión de documentos por WikiLeaks es similar a la de cualquier periódico o agencia noticiosa, la Primera Enmienda de la Constitución estadunidense impide que lo procesen: prohíbe expresamente la promulgación de toda ley que inhiba el ejercicio de la libertad de prensa. Hay que buscar otro camino legal o con visos de legalidad.

El Comité Judicial de la Cámara de Representantes comenzó a explorar el asunto el jueves que pasó. Una de las alternativas examinadas en esta primera audiencia, a la que fueron citados siete fiscales, abogados y peritos, fue la aplicación de la Ley de Espionaje aprobada en 1917, cuando EU decidió participar en la Gran Guerra del 14-18 y la histeria belicista guiaba los pasos de gobierno y parlamento.

Raras veces surtió efecto, en ocasiones ninguno. El senador independiente Joe Lieberman y dos colegas republicanos presentaron un proyecto de ley que califica de ilegal la difusión de informaciones clasificadas y que permitiría, si se aprueba., echarle el guante al fundador de WikiLeaks. Se escucharon opiniones contrarias en la audiencia.

Geoffrey Stone, profesor de la facultad de Derecho de la Universidad de Chicago, tachó de inconstitucional el proyecto de los tres senadores: aplicarlo a ciudadanos particulares que no son funcionarios del gobierno violaría la Primera Enmienda, aseveró. Ralph Nader, el repetido candidato a la presidencia por el Partido Verde, centró el problema en “la abismante falta de seguridad” que el gobierno muestra en el manejo de documentos delicados y subrayó: “La supresión de información ha provocado más pérdidas de vidas, verdadera amenaza a la seguridad estadunidense, y demás consecuencias que se atribuyen ahora a WikiLeaks y Julian Assange” (www.talkradio.com, 16-12-10).

Para el presidente del Comité Judicial, el representante demócrata John Conyers, no hay nada que punir: “Estados Unidos se ha basado en la idea de que la libertad de expresión es sacrosanta —declaró—.No hay duda de que WikiLeaks es muy impopular en estos momentos, pero ser impopular no es un delito y publicar informaciones agresivas tampoco. Me incomodan mucho los llamados insistentes de políticos, periodistas y otros presuntos expertos que demandan un proceso penal o medidas extremas” (www.rawsroty.com, 16-12-10).
William Keller, director ejecutivo del New York Times —uno de los cinco diarios que difunden los documentos filtrados—, tomó distancia: “No creo que (WikiLeaks) sea la organización informativa de mi gusto, pero ha evolucionado. A lo largo de esta experiencia hemos considerado que Julian Assange y su alegre banda de provocadores y hackers son una fuente. No diría que pura y simple porque, como sabe todo periodista o director, las fuentes rara vez son puras y simples” (//blogs.forbes.com. 16-12-10). Agregó que lo perturbaría que el gobierno intentara procesar a Asssange aplicando la Ley de Espionaje:

“Dejando a un lado lo legal, eso me enviaría una señal de alarma… es una ley que se presta a los abusos”.

Kenneth L. Wainstein, socio de la firma internacional de abogados O’Melveny & Myers, sugirió en la audiencia que WikiLeaks es un medio “fundamentalmente diferente” de otros porque se limita a recoger y difundir información sin la supervisión editorial que rige en las publicaciones tradicionales.

Para Thomas S. Blanton, director del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, “se aproxima cada vez más a una organización mediática”. Entonces Assange, ¿es periodista o no?

Abbe Lowell, abogado y miembro de la firma McDermott, Will & Emery, señaló que la respuesta a esa pregunta es un terreno resbaladizo desde el punto de vista legal que podría introducir fiscalizaciones ajenas en el proceso editorial. ”En la historia de Estados Unidos, el reunir información y difundirla es periodismo clásico”, afirmó. No solamente allí.

Los objetivos de la Ley de Espionaje fueron los opositores a la entrada de EU en la guerra y sirvió para destruir al joven partido socialista. El senador demócrata Kenneth McKellar lo dijo con claridad cuando el proyecto se presentó ante el Congreso en 1917: “Si no logramos que la gente entre en razón para que sea leal, llegó el momento de obligarla a ser leal”.

El representante republicano William Green fue más lejos: “No hay medida lo suficientemente severa para exterminar a esa canalla perniciosa”.

No faltan personalidades norteamericanas que hoy piden el asesinato de Assange. A los 93 años de la promulgación de la Ley de Espionaje, poco ha cambiado la clase política de Estados Unidos.

WikiLeaks muestra por qué Washington no permite la democracia en Haití


ZCommunicatios

Por Mark Weisbrot

La polarización del debate sobre WikiLeaks en realidad es bastante simple. De todos los gobiernos del mundo, el gobierno de EE.UU. es la mayor amenaza para la paz y la seguridad mundiales. Es obvio para cualquiera que considere los hechos con un poco de objetividad. La guerra de Iraq se ha cobrado cientos de miles, y muy probablemente más de un millón, de vidas. Fue totalmente innecesaria e injustificable, y basada en mentiras. Ahora Washington se orienta hacia una confrontación militar con Irán.

Como señaló hace poco Lawrence Wilkerson, ex jefe de gabinete de Colin Powell, en la preparación de una guerra contra Irán, estamos más o menos al nivel de 1998 en la preparación para la guerra de Iraq.

A partir de esto, incluso si se ignora el tremendo daño que Washington causa a los países en desarrollo en áreas como el desarrollo económico (mediante instituciones como el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio) o el cambio climático, es obvio que cualquier información que saque a la luz la “diplomacia” estadounidense es más que útil. Tiene el potencial de salvar millones de vidas humanas.

Es algo que se entiende o no. El presidente de Brasil, Lula da Silva, quien provocó la molestia de Washington en mayo pasado cuando trató de ayudar a desactivar la confrontación con Irán, lo entiende. Por eso defendió y declaró su “solidaridad” con el acosado fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a pesar de que los cables filtrados no constituyen una lectura agradable para su propio gobierno.

Un área de la política exterior que los cables de WikiLeaks ayudan a iluminar, que fue previsiblemente ignorada por los principales medios, es la ocupación de Haití. En 2004, el presidente democráticamente elegido del país, Jean-Bertrand Aristide, fue derrocado por segunda vez, por una acción dirigida por el gobierno de EE.UU. Los funcionarios del gobierno constitucional fueron encarcelados y miles de sus partidarios, asesinados.

El golpe haitiano, aparte de ser una repetición del derrocamiento de Aristide en 1991, también fue muy similar al intento de golpe en Venezuela en 2002 –que también llevaba por todas partes las huellas digitales de Washington. Algunas de las mismas personas en Washington estuvieron involucradas en ambos actos. Pero el golpe venezolano fracasó –en parte porque gobiernos latinoamericanos declararon inmediata y enérgicamente que no reconocerían al gobierno golpista.

En el caso de Haití, Washington había aprendido de sus errores en el golpe venezolano y juntó apoyo por adelantado para un gobierno ilegítimo. Sólo dos días después del golpe se aprobó una resolución de la ONU y ésta envió al país sus fuerzas, encabezadas por Brasil. La misión sigue siendo dirigida por Brasil, y tiene tropas de una serie de gobiernos latinoamericanos que se ubican a la izquierda del centro, incluyendo a Bolivia, Argentina y Uruguay. Entre los latinoamericanos también participan Chile, Perú y Guatemala.

¿Habrían enviado soldados esos gobiernos para ocupar Venezuela si el golpe hubiera tenido éxito? Evidentemente no habrían considerado una acción semejante, pero la ocupación de Haití no es más justificable. Los gobiernos progresistas de Suramérica han cuestionado enérgicamente la política de EE.UU. en la región y en el mundo, y algunos de ellos han utilizado regularmente palabras como imperialismo e imperio como sinónimos de Washington. Han creado nuevas instituciones como UNASUR para impedir ese tipo de abusos del Norte. Bolivia expulsó al embajador de EE.UU. en septiembre de 2008 por interferir en sus asuntos internos.

¿Se pueden pisotear los derechoa humanos fundamentales y democráticos porque los haitianos son pobres y negros?

La participación de esos gobiernos en la ocupación de Haití es una grave contradicción política, y está empeorando. Los cables de WikiLeaks ilustran lo importante que es para EE.UU. el control de Haití.

Un largo memorando de la embajada de EE.UU. de Puerto Príncipe a la secretaria de Estado de EE.UU. responde preguntas detalladas sobre la vida política, personal y familiar del presidente haitiano René Preval, incluyendo aspectos tan vitales para la seguridad nacional como “¿Cuántos tragos puede consumir Preval antes de mostrar señales de ebriedad?”

También expresa una de las principales preocupaciones de Washington:

“Su nacionalismo reflexivo y su desinterés por manejar relaciones bilaterales en un sentido diplomático amplio, llevarán a fricciones periódicas a medida que nos movemos hacia nuestra agenda bilateral. Un ejemplo claro es que creemos que en términos de política exterior Preval está extremadamente interesado en obtener más ayuda de cualquier fuente disponible. Es probable que se suenta tentado de encuadrar su relación con Venezuela y con aliados de Chávez en el hemisferio de una manera que según espera creará una atmósfera competitiva en cuanto a quién proveerá más a Haití.”

Por ese motivo se libraron de Aristide –que estaba muy a la izquierda de Preval– y no permiten que vuelva al país. Por eso Washington financió las últimas “elecciones” que excluyeron al mayor partido político de Haití, el equivalente a descartar a los demócratas y a los republicanos en EE.UU. Y por ese motivo la MINUSTAH sigue ocupando el país, más de seis años después del golpe, sin otra misión aparente que reemplazar al odiado ejército haitiano –abolido por Aristide– como fuerza represora.

Los que no entienden la política exterior de EE.UU. piensan que el control sobre Haití no es importante para Washington porque es muy pobre y no tiene minerales o recursos estratégicos. Pero Washington no opera de esa manera, como ilustran una y otra vez los cables de WikiLeaks. Para el Departamento de Estado y sus aliados, todo es un juego de ajedrez implacable, y los peones son importantes. Hay que derrocar a los gobiernos de izquierda o impedir que lleguen al poder donde sea posible hacerlo; y los países más pobres –como Honduras el año pasado– presentan los objetivos más oportunos. Un gobierno democráticamente elegido en Haití, debido a su historia y a la conciencia de su población, será inevitablemente un gobierno de izquierda –y un gobierno que no se alineará con las prioridades de la política exterior de Washington para la región-. Por ello, no se permite la democracia.

Miles de haitianos han protestado contra el simulacro de elecciones, así como por el papel de la MINUSTAH al causar la epidemia de cólera que ya ha costado más de 2.300 vidas y que podría matar miles de personas más en los próximos meses y años. A juzgar por la rápida propagación de la enfermedad, puede haber habido una enorme negligencia criminal por parte de la MINUSTAH –es decir el vertido a gran escala de desechos fecales en el río Artibonite. Es otro inmenso motivo para que se vayan de Haití.

Es una misión que cuesta más de 500 millones de dólares al año, en circunstancias en que la ONU ni siquiera puede reunir un tercio de esa suma para combatir la epidemia causada por la misión o para suministrar agua potable a los haitianos. Y ahora la ONU pide un aumento a más de 850 millones para MINUSTAH.

Ya es hora de que los gobiernos progresistas de Latinoamérica abandonen esta ocupación, que va contra sus propios principios y profundas convicciones y contra la voluntad del pueblo haitiano.

Mark Weisbrot es codirector, junto a Dean Baker, del Center for Economic and Policy Research de Washington, D.C. Doctorado en economía por la Universidad de Michigan, ha escrito numerosos trabajos sobre política económica, centrándose especialmente en Latinoamérica y la política económica internacional. Es autor, con Baker, de Social Security: The Phony Crisis (University of Chicago Press, 2000). Colaborador ocasional de The New York Times, The Washington Post y Los Angeles Times, y regularmente de The Guardian y Folha de Sao Paulo, el mayor diario brasileño, a través de McClatchy-Tribune Information Services sus artículos se difunden en más de 550 periódicos. Preside además Just Foreign Policy, una organización independiente que intenta reformar la política exterior estadounidense.