domingo, 26 de mayo de 2013

Feministas mesoamericanas están vigilantes ante violaciones en Honduras



Por Sandra Rodríguez

La Confluencia Feminista Mesoamericana Las Petateras, realizó el encuentro Mar de Cambios, una jornada de tres días entre el 12 y 14 de mayo, en los que se llevó a cabo una reflexión colectiva con feministas de la región.

Las mujeres, antes de finalizar la jornada, manifestaron la solidaridad y apoyo ante la ola de violencia que viven las hondureñas, además, aseguraron que estarán vigilantes de las situaciones que aquí suceden.
La nicaragüense Patricia Orozco, coordinadora, de “Las Petateras”, dijo que la experiencia de este encuentro realizado en Honduras ha sido muy buena, porque logramos tener un espacio para conocer aún más la lamentable situación de violación a los derechos humanos en este país; pero también para encontrar preocupación y resistencia frente a un Estado que no está al servicio de la gente, al igual que mucho Estados en la región Mesoamérica.
Los Estados están al servicio de los intereses de grupos particulares, cualquiera que tenga dinero, menos al servicio de la población, que es su función, y si no hay preocupación por la gente mucho menos por las mujeres, enfatizó Orozco.
En el encuentro, comentaron sobre cifras entre ellas, “las cifras de los recursos que se destinan para prevenir la violencia dan risa, con respecto a lo que se destina para el ejército”.  
Visualizaron que el ejército está usurpando funciones a la policía, además hay un cuerpo paramilitar conformado por toda la red de empresas de seguridad de carácter privado que son guardias de seguridad y se constituyen en paramilitares.
Denunciaron que la cantidad de armas regadas en el país, entre las que poseen militares, policías y civiles sirven para los femicidios, los que alteran y no dan calidad de vida a las mujeres. Pues lo que es seguro es que las mujeres no se matan entre ellas mismas, sino que son hombres las que ejecutan los femicidios.
Es así que, al final del encuentro, Las Petateras, organizadas en México, Guatemala, El Salvador Nicaragua, Costa Rica y Panamá (ausentes en esta ocasión) difundieron el siguiente posicionamiento político.


Solidaridad con las feministas hondureñas
La Confluencia Feminista Mesoamericana Las Petateras, hoy, luego de 3 días de reflexión colectiva con feministas hondureñas, nos solidarizamos, apoyamos y estamos vigilantes de las situaciones que enfrentan las mujeres y feministas de este país y de toda la región Mesoamericana.
En este sentido nos pronunciamos diciendo que:
Somos testigas y vivimos en carne propia los retrocesos y el desmantelamiento sufrido, en la región y en Honduras en particular, de las instituciones creadas para la promoción y protección de los derechos y la vida de las mujeres.
Constatamos que los escenarios de militarización en la región se profundizan, no es solamente el ejército como fuerza visible; también son parte de esta estrategia el paramilitarismo, los ejércitos privados y el flujo de armas en la región.
La estrategia militarista como parte de sus políticas patriarcales de seguridad, solo demuestran el fracaso y la incapacidad de garantizar la paz: la violencia tiene raíces profundas afincadas en la desigualdad frente a todo ser que no sea hombre, blanco, heterosexual, adulto, urbano y pudiente.
Por eso, las mujeres vivimos estas estrategias de muerte en nuestros propios cuerpos históricamente ocupados.
Confirmamos que a pesar que en la mayoría de los países en la región hay leyes –producto de nuestras luchas- que tipifican el feminicidio, esta medida no es suficiente si no se implementa, más aún, si no se acompaña de la depuración de la corrupción en las instituciones a cargo de la seguridad, la investigación y a la aplicación de justicia, y de la instalación de programas integrales de prevención y atención de las violencias contra las mujeres.
Denunciamos que los retrocesos en el ejercicio y goce de los derechos humanos de las mujeres ocurridos en el marco del Golpe de Estado no se han revertido. Las cifras lo indican: menos participación política de las mujeres, pérdida de territorios y migración forzada con todas sus consecuencias, precarización del empleo femenino, aumento de embarazos tempranos y no deseados, partos forzados, ningún acceso a la educación sexual, pérdida del acceso a  anticonceptivos de emergencia, y aumento desmedido y vergonzoso de las violencias contra las mujeres, especialmente su forma más extrema; los feminicidios.
Repudiamos las agresiones  y persecución contra defensoras de derechos humanos en el país, tanto de parte de los aparatos opresores del Estado como de grupos paralegales y hasta a lo interno de sus propios movimientos.
Asimismo denunciamos las continuas agresiones y violaciones a los derechos humanos de las mujeres indígenas, pobladoras y campesinas que luchan por la defensa de sus territorios, su cultura y sus bienes comunes y que se oponen a los megaproyectos extractivos fomentados por los gobiernos corporativos amparados en tratados voraces internacionales y en leyes serviles que atentan contra la soberanía de los pueblos.
Además de la denuncia y el repudio que nos merecen los que gobiernan nuestros países, cuyos gobernantes se constituyen en criminales, reafirmamos nuestra convicción y compromiso de vigilar y denunciar, a la vez que vamos construyendo entre todas nosotras, hermanas mesoamericanas, la fuerza feminista, los caminos de libertad y autonomía que nos corresponden, dejándolo  como legado a nuestras hijas de la misma manera en que lo hicieron nuestras ancestras.
Tegucigalpa, 14 de mayo de 2013

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