miércoles, 10 de octubre de 2012

Un nuevo apóstol político



Por Mario E. Fumero

Muchos líderes religiosos, no conforme con autonombrarse apóstoles, y de contar con una iglesia que complace sus caprichos megalómanos, e ignorando el sentido del llamamiento de Dios al ministerios, optan por entrar al ruedo político jugando con dos señores, aunque Jesús afirmó que "no podemos servir a dos señores".  
En la actualidad y añadido a la lista de Mario Tomas Barahona que desea fervientemente ser diputado y a la vez apóstol, se le añade el pastor Jorge Mejía del Ministerio Restauración de Alcance Internacional que a dicho a su iglesia que hay un llamado de DIOS para su vida que es ser diputado, por lo cual el atenderá el llamado con el apoyo de su iglesia a la cual esta involucrando en política bajo la candidatura del partido Nacional que lidera Miguel Pastor en compañía de Mario Tomas Barahona.

Es triste que la Iglesia sea manipulada a temas político, e incluso se preste para iniciar actos de este tipo, lo que refleja que no ha sido enseñanza en la Palabra de Dios, porque bien dijo Pablo "Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado" 2 Timoteo 2:4. ¿Que entienden por "ninguno que milita"?. Su significado es sencillo, "militar" es aquel que se enrola en algo, como por ejemplo, en el ejercito humano. Si soy soldado, no puedo involucrarme en otros quehaceres, porque estoy sujeto a un jefe que dispone de mi tiempo, y por lo tanto, puede enviarme en misión en cualquier momento, sin derecho a poner una excusa. El ministro fue llamado a pastorear, predicar, llevar la Palabra, y no es compatible esta acción con el ser político. Ese concepto de llamarse apóstol y desear ser diputado es una completa contradicción que refleja un alejamiento absoluto a la verdad Bíblica y al ministerio.

Este apóstol ha hecho a su esposa profeta y mentora, y si entra al ruedo político, para salvar las limitaciones constitucionales, dejará el pastorado en mano de su esposa (solo en apariencia) para poder ejercer como político, pero siempre seguirá manejando la Iglesia, al estilo Vaticano.

Me da tristeza que los creyentes sean arrastrado a apoyar acciones anti bíblicas por ignorar las Escrituras, y más tristeza me da el ver el silencio de la Asociación de pastores que avalan tales comportamientos contradictorios con las enseñanzas de Jesucristo, y del silencio de la Confraternidad Evangélica, que no se atreve presentar una postura bíblica correcta ante personas que llena de ambiciones y deseos de poder, quieren casar a Dios con el César.

Si algún líder religiosos desea ser político, pues que renuncie al púlpito y al ministerio para que no blasfeme el nombre del Señor al mezclar los negocios terrenales con los del Reino de Dios. No objeto que hermanos que no son pastores sean políticos, ni tampoco objeto que algún pastor o sacerdote renuncie a su iglesia y al ministerio y se lance al campo de la política, pero condeno y rechazo la mezcla entre política y religión, porque considero que el estado es laico y la Iglesia debe ser apolítica, de ello nos enseña todo el Nuevo Testamento, y la historia evidencia que siempre que la iglesia cristiana se alineo con los podres dominantes y políticos, término corrompida y cometiendo barbaries como las cruzadas, la inquisición y la persecución a los que no se sometían s sus dictámenes, imponiendo una moral sin previa conversión.

Espero que las autoridades del Tribunal Supremo Electoral y la sala de lo Constitucional hagan cumplir el artículo 77 de la constitucional de manera específica, el cual establece la siguiente prohibición de que: “Los ministros de las diversas religiones no podrán ejercer cargos públicos ni hacer en ninguna forma propaganda política, invocando motivos de religión o valiéndose, como medio para tal fin, de las creencias religiosas del pueblo”.

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