jueves, 18 de octubre de 2012

Miguel Ángel Granados Chapa, el maestro de periodismo, a un año de su deceso




Dedicó 40 años al periodismo. Como columnista político denunció los vicios y excesos del poder. 

Miguel Ángel Granados Chapa murió el domingo 16 de octubre de 2011, dos días después de haberse despedido de los lectores de su columna Plaza Pública. Tenía 70 años de edad.
Durante 34 años el periodista publicó su columna, que inició en 1977 en Cine Mundial y publicó después en Unomásuno, La Jornada, El Financiero y Reforma. En sus últimos años regresó a las páginas de Proceso, donde publicó semanalmente De interés público.
Miguel Ángel Granados Chapa nació en Mineral del Monte, Hidalgo, en marzo de 1941. Fue abogado por la UNAM y estudió Historia en la Universidad Iberoamericana. 
En la primera mitad de los setentas, Granados Chapa trabajó en el periódico Excélsior, que dirigía Julio Scherer. El golpe del gobierno de Luis Echeverría al diario, el 8 de julio de 1976, provocó su salida y la de un amplio número de periodistas.
Granados participó con Scherer, Vicente Leñero y otros en la fundación de la revista Proceso, que apareció en noviembre de 1976, semanas antes de que concluyera el sexenio de Echeverría.
También fue directivo fundador de los diarios unomásuno (1977), La Jornada (1984) y columnista fundador de Reforma (1993).
A lo largo de su carrera colaboró con Canal 11 y Radio Educación. En Radio Universidad Nacional (Radio UNAM) presentó durante 17 años su programa matutino de información y análisis, que también llamó Plaza Pública.
Granados Chapa obtuvo en tres ocasiones el Premio Nacional de Periodismo (en 1981, por artículo de fondo; en 2004, por su trayectoria como periodista; y en 2006, por su columna Plaza Pública), el Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma Metropolitana, entre otros. Fue maestro universitario y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
En 2008, Granados Chapa recibió la máxima presea que otorga el Senado de la República: la Medalla Belisario Domínguez, en reconocimiento a su trayectoria periodística.
Al recibir la medalla, ante los senadores y ante el presidente Felipe Calderón -testigo de honor en el evento-, el maestro Granados Chapa denunció “las tendencias al autoritarismo, a la criminalización de la protesta social, a la guerra sucia enderezada no sólo contra los opositores al régimen, sino contra los ciudadanos en reclamo de sus derechos”.
Denunció también la lucha constante del poder contra la crítica y la oposición, cuestiones que atentan contra los derechos de los ciudadanos a la información y la libertad de expresión de los periodistas.
“Los periodistas no deben ser socios de los políticos”, decía Granados Chapa respecto a las relaciones que los comunicadores tienen con el poder. Para él la ética era un eje del trabajo informativo.
En 1994, Granados Chapa participó en el Consejo General del primer Instituto Federal Electoral ciudadano. Fue consejero ciudadano por dos años. En 1999 buscó la gubernatura de Hidalgo, postulado como candidato de una coalición de las izquierdas con el PAN. Contendió y perdió ante el candidato del PRI.
Disciplina, seriedad, compromiso, eran cualidades en su trabajo, que hacían a sus lectores acudir a la Plaza Pública, en cualquiera de los periódicos donde se publicaba, o en los espacios donde se escuchaba su voz.
Miguel Ángel Granados Chapa publicó su última Plaza Pública en el periódico Reforma, el viernes 14 de octubre de 2011. Con el título “De Coalición a Coalición”, el siguiente es el último párrafo de esa última entrega:
“Es deseable que el espíritu impulse a la música y otras artes y ciencias y otras formas de hacer que renazca la vida, permitan a nuestro país escapar de la pudrición, que no es destino inexorable. Sé que es un deseo pueril, ingenuo, pero en él creo, pues he visto que esa mutación se concrete. Esta es la última vez en que nos encontramos. Con esa convicción digo adiós”.
* Con información de Reforma, La Jornada y El Financiero


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