martes, 4 de septiembre de 2012

Por primera vez en Honduras, policía se disculpa con periodista agredida



En un evento calificado como «histórico» y sin precedentes, Jhonny Alexander Carrasco Espinoza, un elemento policial del Comando Antimotines y Antidisturbios (Cobras), pidió disculpas públicas, este miércoles 29 de agosto a la periodista Sandra Marybel Sánchez, por haberla agredido e impedido que realizara su trabajo periodístico libremente, durante un operativo que realizaba esa unidad de la Policía Nacional en marzo del 2011.

Aunque la disculpa pública fue transmitida por diferentes medios de comunicación que asistieron a la conferencia de prensa, convocada por el Comité por la Libre Expresión (C-Libre) es únicamente «el pelo de un tigre» comentó la periodista.

Para la comunicadora se trata de un «proceso pedagógico», pues «el policía se responsabiliza por una acción institucional, -no obstante, lamentó- que la fiscalía estatal se siente afectada, pidiendo el doble de lo que costó su camara, pese a que en realidad el verdadero culpable fue el Estado de no educar a sus policías para respetar a los ciudadanos, como una muestra de racionalidad, frente a la irracionalidad».

El proceso de conciliación «lo hice además porque a pesar de que Jhonny me agredió , también lo hicieron otros y hubo un jefe pollicial quien dio la orden, y no me pareció ensañarme con un policía de la escala básica si había un oficial implicado. Acepté las disculpas suyas porque como soy la directamente afectada, soy la única que puede decidir si lo acepta, este ejercicio pedagógico en cual todos y todas podemos aprender algo, en primer lugar el director de la policía, Juan Carlos Bonilla, quien se negó a dar esta disculpa; a pesar de que todos sabemos que la policía es una institución de mandato vertical, él no aceptó defender a su subalterno, en esa línea Jhonny no tiene la posibilidad de criticar una orden superior, o por lo menos así los educan, pero sabemos que en los tribunales ese no es un argumento que se pueda utilizar como argumento de responsabilidad».

«La intimidación y agresividad en contra de la prensa es una política institucional no escrita, todos lo sabemos», -subrayó- por lo que también aprendió «Jhony Carrasco Espinoza pues las órdenes superiores ilegales e ilegítimas no deben ser cumplidas aunque sean emitidas por un oficial superior, los compañeros de Jhony también están aprendiendo en este caso que sus jefes les dan la espalda cuando tienen que enfrentar responsabilidades derivadas de estos actos ilegales y que abandonan como ratas el barco y los dejan solos».

La disculpa
El policía Carrasco Espinoza, quien fue el único acusado de un grupo de aproximadamente ocho policías, que el 21 de marzo del 2011, pretendieron detener a la periodista y despojarla de su cámara, expresó «el fin de comparecer hoy es para pedir una disculpa pública a la periodista Sandra Marybel Sánchez, como producto de una conciliación acordada en los Juzgados de Letras, debido al atropello del que ella que fue víctima en operativo policial que se desarrolló el 21 de marzo de 2011, se desarrollaba inmediaciones del Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (Inprema)».

La periodista se había resistido a la detención, y cuando los policías (unos ocho) se pusieron más agresivos, lanzó su cámara a una persona que intentaba disuadirlos de la agresión, con tan mala suerte que se destruyó al impactar en el suelo. El camarógrafo Uriel Rodríguez al filmar lo que estaba pasando, desató la furia de los policías, quienes lanzaron balas de goma a sus piernas hasta hacerlo caer.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    «Le pido a la periodista públicamente acepte mis disculpas esperando reparar en parte el daño ocasionado a la misma». «En este mismo acto quiero hacerle entrega de lo acordado monetariamente por la cámara fotográfica que también sufrió daños y por lo que se llegó al acuerdo de cancelarle la misma», luego de lo que Sánchez entregó un recibo por la cantidad acordada.

La comunicadora que se desempeñaba en ese entonces como Directora de Radio Gualcho y corresponsal freelance para el canal alemán, Deutsche Welle, daba cobertura, igual que decenas de periodistas de otros medios de comunicación, a largas jornadas de protesta que las organizaciones magisteriales realizaban reiteradamente, frente al Instituto Nacional de Previsión del Magisterio.

En la conferencia de prensa Sánchez recordó «Pudo haber tomado la opción de llegar hasta el final en este un juicio, como lo he hecho en las dos querellas que me presentaron antes y salí con una sentencia definitiva de la Corte Suprema de Justicia (CSJ)», pero no irrelevante «nada que tenga que ver con limitaciones a la libertad de expresión y de pensamiento lo es, más en un país donde más tres decenas de comunicadores han sido asesinados, sin que hasta ahora puedan decirnos con base en investigaciones científicas si los mataron por causa de su trabajo o por otras razones».

El 90% de los casos siguen impunes
«Ninguna intimidación, ni amenaza a la prensa debe ser desatendida ya que acumulamos suficientes razones, suficientes compañeros asesinados como para no prestarles atención y es una razón por las cuales estamos aquí, porque después del golpe de Estado (2009), los niveles de intolerancia a la prensa se elevaron, las presiones aumentaron, y decir la verdad en no pocas veces implicó graves riesgos para nuestra seguridad y hasta la muerte para algunos de nuestros colegas».

«No es ninguna casualidad que casi el 90 por ciento de los asesinatos de los periodistas no se hayan aclarecido a la fecha, así vamos viendo que la relación con los represores del Estado, es decir la Policía y el Ejército con la prensa fue considerando una política de hostilidad, intolerancia y agresividad que se observa hoy».

«Todo el pueblo hondureño recuerda, para mencionar un ejemplo reciente, la forma agresiva en la que un grupo de periodistas fuimos recibidos en Casa Presidencial, en diciembre del 2011, cuando llegamos ahí exigiendo la investigación del asesinato de nuestra compañera Luz Marina Paz, y del resto de nuestros compañeros pero -fueron benevolentes con nosotras- dijo en su oportunidad el general René Arnoldo Osorio Canales, cuando habló de la represión por la Guardia de Honor en la Casa Presidencial».

«Nos hemos acostumbrado tanto a la violencia que vemos como algo normal tener que usar máscaras de gases, cuando tienen que hacer una cobertura como las manifestaciones de algunas organizaciones sociales, presumiendo que se opondrán al efecto de la represión y nosotros las y los periodistas debemos de denunciarlo como algo anormal. Estamos como en una especie de estupor y nos hemos ido acostumbrando a esta nueva situación que las agresiones de los asesinatos de nuestros colegas solo sirven para contabilizar macabras estadísticas que se levantan en informes internacionales y no sirven para nada a las familias de los y las asesinadas».

«Este es el contexto en el que se produjo la agresión el 21 de marzo del año pasado, por parte de un grupo de policías del pelotón Cobras, del que forma parte Carrasco Espinoza, quien hoy vino a presentar su disculpa pública,

Es un acto histórico en Honduras
Para Héctor Longino Becerra Lanza, director ejecutivo del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), «la prensa hondureña, hombres y mujeres, hemos sufrido en esta profesión», por lo que el evento es considerado como «un acto público histórico en Honduras que se suscita por primera vez, en el que una periodista como Sandra Marybel Sánchez y el agente policial Jhonny Alexander Carrasco Espinoza en un acto conciliatorio determinaron hacer está pequeña muestra de diálogo entre los ciudadanos y ciudadanas hondureñas».

Agregó que es necesario que «No veamos este acto como una acción de humillación de una persona hacia la otra, sino más bien como un encuentro entre seres humanos que comprendemos la complejidad de los problemas de Honduras, como el entendimiento al que los seres humanos podemos llegar aún y cuando hemos sido agredidos por diversas circunstancias, el diálogo y el respeto entre nosotros mismos debe ser ya práctica de un sistema democrático».

Otras agresiones
El mes de marzo fue el mes en el que más se sufrieron agresiones en contra de la prensa hondureña. En esa fecha, igual que en los días anteriores, policías del comando especializado Cobras, no sólo dispersaban y reprimían a los manifestantes lanzando agua con químicos y tintes desde las tanquetas, bombas lacrimógenas, balas de goma y toletazos y descargaron sus altos niveles de agresividad sobre los manifestantes, sino también a la prensa que registraba sus actuaciones con grabadoras, cámaras de videos y fotográficas en mano.

El Comité por la Libre Expresión, organización con 10 años de funcionar en Honduras y su papel fundamental es promover la libertad de expresión, documentó además que ese mismo año también «sufrieron agresiones en contra de la prensa hondureña, 12 violaciones a la libertad de expresión se registraron ese mes, producto precisamente del cubrimiento de los hechos. Ese mismo mes fueron agredidos David Romero, Lidieth Díaz, Richard Cassula y Uriel Rodríguez (camarógrafo).

Sin embargo, la conciliación no abarca al camarógrafo Rodríguez, pues este no atendió ninguna de las citas hechas por el Juzgado de Letras de lo Penal, ni las de la Fiscalía de Derechos Humanos.

Durante el 2011 se registró tres violaciones a la libertad de expresión y prensa en nuestro país, incluido el de Sandra, quien por su valentía y actos de denuncia contra la corrupción,-relató Becerra Lanza- fue llevada a sus juzgados y ha salido libre con decisiones unánimes de la CSJ. Hay que recordar el caso en el que Maribel Sánchez dio a conocer una conversación entre Vera Rubí y Oscar Ávila Banegas, pero también fue llevada a los tribunales por haber dado a conocer asuntos relacionados con Enrique Ortés Sequeira».

Honduras es considerado el país de mayor riesgo para el ejercicio de la profesión en el continente, únicamente este año nueve periodistas han fallecido violentamente, con lo que suman 33 comunicadores sociales los fallecidos. El sistema de alerta de C-Libre ha recibido 76 denuncias sobre amenazas a la libertad de prensa este año, comparado con 55 en 2011 y 44 en 2010.

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