jueves, 20 de septiembre de 2012

Detrás del jolgorio electoral




Estados Unidos acaba de firmar con Porfirio Lobo otro acuerdo de seguridad a escondidas del pueblo, detrás de un discurso maquillado de derechos humanos de la señora María Otero, del Departamento de Estado.

A ese país no le importan realmente los derechos humanos, le importa un discurso de fachada para encubrir las violaciones de sus agentes en territorio nacional. Es un lenguaje para engatuzar, porque los hechos de Ahuás, Islas de la Bahía, Olancho y Tegucigalpa son más que elocuentes, retratan el más vulgar intervencionismo en decisiones del mando militar local.

Y en el campo político, su nefasto Congreso Nacional convertido en una ventanilla de negocios acaba de enseñarnos las cuatro tajadas que arraancará al cuerpo hondureño, para entregarlas a una empresa de fachada del imperio transnacional estadounidense.

Según los mapas satelitales, la mafia legislativa entregará a los nuevos filibusteros neoliberales las reservas de Sico y Paulaya, Río Plátano, casi todo el mar Caribe, desde La Mosquitia hasta pegar a Guatemala; los valles de Colón, Sula y Cuyamel, arrastrando las reservas de Cusuco y Merendón, tomando control de todos los puertos, incluyendo los del sur del país, en el golfo de fonseca. Un país sin mares.

Por el momento fue detenida la aprobación del maléfico decreto, está en dictamen, dijeron para darle tiempo a la Corte Suprema de Justicia a que haga su propio show con una retahíla de recursos de inconstitucionalidad contra esos enclaves, que no pasarán.

No pasará nada a favor del pueblo hondureño, que presencia indefenso el más grotesco espectáculo con el desgarre de su territorio, porque los dueños de la Corte están a favor de los enclaves. Esta fue la razón de fondo del golpe de Estado de 2009: entregar el país a las corporaciones del Pentágono y de la CIA con un embarrado de legalidad.

Entonces, a las organizaciones sociales de base popular les toca enfrentar en 2012 el desafío de Visitación Padilla y Froylán Turcios; de Manuel Cálix Herrera y de la generación de hombres y mujeres desaparecidas por oponerse a la ocupación del país, a su vasallaje y humillación.

A las organizaciones indígenas y negras de nuevo les toca enfrentar desde su cultura el nuevo coloniaje, descarado, sin máscaras, que tiene actores locales de toda laya y mafiosos extranjeros. Muchos militares, carteles y sicarios.

A las organizaciones de derechos humanos les tocará acompañar los procesos de desplazamiento forzoso de poblaciones y sus reclamaciones de derechos en foros internacionales, así como en Colombia, México y Argentina, en América.

Es un mal presagio para la vigencia y respeto de los derechos humanos esa siembra de estados autónomos encima de los territorios negros, campesinos e indígenas. Esa manera canalla de acaparar las tierras y sus recursos inherentes, humillando a los seres humanos que la habitan.

Es una provocación muy fuerte a la conciencia nacional en un día como hoy, cuando esos mismos cínicos vendepatria, entreguistas y traidores cantan con fingido fervor el Himno Nacional y hacen loas a la libertad y a la independencia. Hipócritas!

Así lo hizo en 1820 el rey misco vendiendo sico y paulaya a piratas ingleses, en 1888 los mal llamados reformados liberales abrieron las piernas al enclave minero y bananero, en 1981 ROSUCO, Flores Facussé y Álvarez Martínez entregaron el país a los contras antisandinistas y al Pentágono; Callejas en 1990 al Fondo Monetario Internacional y todos los golpistas juntos montaron el País Open For Bussines 2n 2010, partiéndolo en su Plan de Nación y Visión de País, que no es otra cosa que varios paisitos dentro de ninguno. 

Los topos del capitalismo sin reglas andan sueltos, escarbando nuestra casa, haciendo túneles y hoyos en la Constitución que dicen defender, golpistas farsantes e inútiles, con el pueblo arrecho se verán... si no lo distraen demasiado en el jolgorio electoral! (en voz baja y con picardía)

Buenas noches!

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