sábado, 14 de julio de 2012

A tres años del golpe, necesitamos un Plan de Lucha Nacional que unifique demandas populares




Espacio Refundacional
Hace tres años, el Golpe de Estado rompió la ilusión de que en Honduras vivimos en un sistema “democrático”. Quedó demostrado que el discurso de un país donde se respeta la voluntad popular, es sólo una máscara que oculta una realidad de explotación, miseria y autoritarismo, donde se impone la voluntad de los ricos.
Un Régimen corrupto, criminal y represivo
El régimen cachureco-liberal-udeísta surgido de la farsa electoral del 29 de noviembre 2009 no solo ha dado continuidad al Golpe de Estado sino que lo ha profundizado. A los trabajadores(as) se les ha destruido conquistas que costo décadas conseguir. Hoy día la crisis económica es la más grave de la historia reciente. El desempleo, los altos precios de los combustibles, los alimentos, los servicios públicos, así como los bajos salarios y la escases, constituyen un martirio diario para la población y no tiene comparación con el pasado.
Asimismo, la corrupción de los funcionarios del “humanismo cristiano” es escandalosa. Basta ver la aprobación de los 100 megas de energía térmica, la importación ilegal de arroz, la venta irregular de chatarra en la ENEE, la corrupción destapada en las Secretarias de Cultura, Educación y Salud, en la Empresa Nacional Portuaria, el IHNFA, y otras entidades del Estado, para tener una idea de su podredumbre.
Pero el colmo de los colmos es la colusión de los cuerpos de seguridad y los militares con el crimen organizado, su responsabilidad en el asesinato de ciudadanos, en especial de jóvenes, en los crímenes de odio hacia las mujeres o contra la diversidad sexual, así como en el tráfico de armas desde la institución militar. Esta corrupción y criminalidad se ha agudizado después del Golpe de Estado, al grado de convertir a Honduras en el país más violento del mundo, donde los y las jóvenes ponen a diario los muertos.
Contradictoriamente, cuando más corrupción existe en los cuerpos armados de la oligarquía, más se ha profundizado la militarización del país. A pesar que han sido señaladas por escándalos de robo de armas y violación de los derechos humanos -sin hablar de su comprobada vocación golpista-, las Fuerzas Armadas han sido facultadas por el Congreso Nacional para hacer capturas y actuar como policías, incluso espiarnos por teléfono (Ley de Escuchas) y comprar más armas que nunca.En este Estado donde todo es al revés, los delincuentes uniformados ahora “garantizan” la seguridad a los ciudadanos honrados.
Tan bajo ha caído la corrupción en los cuerpos armados, que ya no la pueden ocultar y para tranquilizar al pueblo, le quieren vender la idea de que están “depurando” la policía. Eso también es un engaño porque todos los altos mandos policiales que han sucedido al tristemente célebre Oscar Alvares, incluidos los Directores de Policía Ramírez Del Cid y el “Tigre” han sido denunciados por violaciones a los derechos humanos y con todo descaro han contribuido a encubrir a los Policías-delincuentes.
La excusa de la lucha contra el narcotráfico
En el fondo, el titiritero que mueve los hilos de esta militarización es el Departamento de Estado y el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, que buscan fortalecer los aparatos represivos del Estado a nombre de combatir el narcotráfico. Sus funcionarios vienen y van, ofreciendo paquetes de millonaria “ayuda” para la “lucha contra el narcotráfico”, lo que es parte de una trama de compadre hablado porque, por otro lado, ellos mismos fomentan el tráfico de drogas y armas con operativos como “Castaway” y “Rápido y Furioso”.
En realidad, lo que buscan el régimen y el imperio no es resolver el problema del narcotráfico, sino utilizarlo para sus fines políticos. Los hechos muestran que todo este ambiente de inseguridad y militarización fomentado desde las altas esferas y ejecutado por corruptos y criminales, es utilizado para justificar una mayor presencia militar norteamericana en Honduras y, por otro lado, para reprimir a los campesinos, desalojar a los pobladores sin casa, reprimir las movilizaciones estudiantiles, y, lo peor de todo, para el asesinato semanal de miembros de la Resistencia. Su verdadero propósito es afianzar su dominación y la puesta en práctica de los planes de neo colonización de Honduras y a la vez prevenir cualquier intento de emancipación popular.
La masacre de Ahuas en la Mosquitia, donde agentes de la DEA ametrallaron a humildes pescadores, demuestra que la presencia gringa no es solo simbólica sino comprometida en acciones de combate sobre el terreno, violentando la soberanía nacional.
Asimismo denunciamos y condenamos el estado de terror implantado por Miguel Facusse y René Morales quienes en contubernio con el ejército, la policía, el ministerio público y con el aval de Porfirio Lobo Sosa, son responsables materiales e intelectuales del asesinato nuestros hermanos y hermanas campesinos del Aguan, siendo los compañeros Gregorio Chávez Aranda y Ramón Leodani Lobo, las más recientes víctimas por parte de estos violadores de los Derechos Humanos.
Toda esta oleada de violencia, intimidación y asesinatos responde a los intereses transnacionales e imperialistas, la militarización en el marco de una avanzada geo política por parte de los EEUU, la imposición de una política extractivista, de privatizacíon de los bienes comunes; el agua, el oxígeno y los territorios forman parte de acuerdos y concesiones inter burgueses, tal como ha quedado evidenciado en la reciente cumbre del SICA donde se refrendó la firma del Acuerdo de Asociación entre Centroamérica con Europa, ADA.
Las elecciones y la máscara “amigable” del régimen
En ese contexto de militarización e intervencionismo, estamos entrando en el primer año electoral y todos los líderes burgueses saben que es época de ponerse las máscaras. La oligarquía hace alharaca sobre su circo electoral, fingiendo que en Honduras hay “democracia”, presentando como novedad la inscripción de cuatro partidos nuevos, uno de ellos de origen militar y otro originado en la misma Resistencia.
Con las elecciones la oligarquía mata dos pájaros de un tiro; por un lado, motiva al pueblo para que siga avalando gobiernos serviles a los ricos, a través del voto; y, por otro lado, ha logrado que la Resistencia abandone la movilización y se fraccione en seis pedazos (“corrientes internas”), que únicamente piensan en competir entre si para “llegar al poder”, abandonando la práctica de la movilización efectiva y de la lucha contra el enemigo común. No somos contrarios a la utilización de los espacios electorales para impulsar la lucha, pero a condición de que la lucha no se abandone. De lo contrario, solo se legitima el Poder del enemigo de clase. A esto nos conduce la democracia electoral burguesa.
Por otro lado, la astucia del gobierno del “humanismo cristiano” lo lleva a colocar ministros “amigables”, inclusive que dicen ser de la Resistencia, como el Ministro del INA, Cesar Ham, y el Secretario de Educación, Marlon Escoto. El primero se abandera de la lucha por la tierra, presionando a los campesinos para que firmen tratos leoninos con los terratenientes, los que presenta como grandes conquistas, cuando en realidad la Reforma Agraria se ha abandonado en el país. En tanto que el segundo, Marlos Escoto, aparenta interés en resolver problemas dejados por pasadas administraciones, pero en el fondo la treta consiste en que el nuevo ministro viene a lavar la cara del gobierno después de haberle asestado al magisterio el más duro golpe de su historia reciente. El nuevo ministro no se plantea tocar lo principal: la Ley Fundamental de Educación. El llego ahí para aplicarla, no para cuestionarla.
Confiar solo en nuestras propias fuerzas y en la movilización
A pesar de estas adversidades, diferentes movimientos populares han levantado cabeza. Los empleados públicos organizados en la Plataforma Sindical, los campesinos del Aguán y San Manuel, los gremios magisteriales, de trabajadores de la salud, las comunidades indígenas y negras, las trabajadoras de la maquila por el respeto de las leyes laborales, el movimiento feminista que resiste la penalización de la píldora de anticoncepción de emergencia y se opone a la intromisión del Estado en la decisión sobre sus cuerpos, y de la diversidad sexual, la juventud junto con muchos otros sectores más, han salido a luchar, demostrando que no es con componendas con el adversario que se logrará defender las conquistas del movimiento social, sino con la lucha.
Hay que decir, sin embargo, que las cúpulas de las grandes organizaciones populares no han estado a la altura de sus bases durante estos tres años. Ejemplo de eso fue la vergonzante negociación (léase: venta) que hicieron las cúpulas sindicales al entrar en componendas con el gobierno para aprobar un mísero salario mínimo que es una vergüenza para el movimiento sindical; también hay que destacar la desmovilización en que ha caído la dirigencia del FNRP que, como hemos dicho, no impulsa la movilización ni siquiera ante la valiosa vida de compañeros y compañeras militantes del FNRP, asesinados por el régimen golpista.
Por tanto, es necesario rebasar a estas dirigencias para que el movimiento popular de un salto en su lucha, superando las tradicionales “marchas” o “manifestaciones” que son buenas pero insuficientes para derrotar la política del régimen, y encaminarnos a una movilización creciente hasta Paralizar el País, en respaldo de las demandas del movimiento popular. Esas demandas están plasmadas en el Planteamiento de la Plataforma Sindical y del Frente Nacional de Resistencia Popular entregado el 19 de abril al Congreso Nacional y de los demás sectores en lucha.
En ese sentido, el Espacio Refundacional considera que las mayores energías y recursos del movimiento popular no deben ser puestas en desgastarnos en una lucha por cargos a diputados y regidores, sino en organizar democráticamente y ejecutar acciones contundentes que golpeen la economía de la burguesía y la hagan retroceder en sus agresiones al Pueblo. Sólo de esa manera podremos construir un verdadero Poder Popular.
Dado en la Comunidad de San Juan, Tela, a los 8 días del mes de julio de 2012
Seguimos en la Lucha por la Refundación de Honduras

No hay comentarios: