miércoles, 11 de abril de 2012

Guardias privados de familiares de ex presidente siembran pánico durante desalojo



Por Sandra Rodríguez

Comayagua
Habitantes de la colonia 25 de octubre en el departamento de Comayagua, fueron atacados por al menos 25 guardias de seguridad privada con armas de fuego de diferente calibre el pasado 15 de marzo, lo que dejó como saldo un hombre y tres mujeres heridas y golpeadas, además provocó la muerte del auxiliar de paz de localidad, Claudio Castro Castillo.

“Él salió al frente para dialogar con el grupo de armados, para evitar el tiroteo, lo que provocó una discusión, lo tiraron al suelo y lo golpearon, y como don Claudio, de 70 años, padecía del corazón, posteriormente expiró”, ya van seis muertes a causa de los desalojos, explicaron algunos campesinos.

La batalla campal tuvo lugar en unos terrenos recuperados por al menos 450 familias desde el año 1998. Pues en 1963, tras dar Golpe de Estado, Oswaldo López Arellano, se los quitó a los campesinos con el engaño de comprarles el pasto para el ganado, después lo cercó y ya no se los devolvió, según explicaron los afectados.

Hasta inicios de 1990, López Arellano, tuvo bajo su dominio las tierras, después las abandonó y a finales de esa década lo campesinos iniciaron el proceso de recuperación, lo que les ha traído como consecuencia, muertes, malos tratos, insultos, amenazas y seis desalojos violentos, siendo el del pasado 15, el más cruel, pues ni los árboles se salvaron de las balas, explicó el Pastor Francisco Caraccioli, quien además es defensor de derechos humanos.

Los pobladores aseguran que no se dejarán quitar nuevamente sus tierras, pues aunque, el que se decía dueño, Oswaldo López Arellano, falleció el 16 de mayo de 2010, ahora su viuda Gloria de López y su hijo Henry López Moradel, reclaman los predios.

El miércoles 14 de marzo, el grupo de guardias armados llegó a amenazarlos a muerte, diciéndoles que tenían «órdenes de matarlos » -pero- ¿órdenes de quién? , se preguntan los humildes vecinos vestidos con sombrero.

Sin embargo esperaron hasta el siguiente día, a las siete treinta de la mañana, cuando con machetes cortaron el alambre de púa que cerca los predios ubicados a la orilla de carretera la salida al norte, luego con sus armas empezaron a disparar, mientras hombres, mujeres y niños corrían para salvar sus vidas. Luego destruyeron las precarias viviendas y la escuela.

Cabe mencionar que los hombres de la colonia 25 de Octubre cargan un machete, pero esto es porque se dedican a tiempo completo a la agricultura y este es una herramienta parte de su diario vivir, pero nunca lo utilizamos para hacerle daño a nadie, comentaron.

«Yo me escondí detrás de este palo de Guanacaste, porque ellos –guardias- disparaban a matar», explicó a defensoresenlinea.com, un labriego, mientras otro compañero mostraba los agujeros que dejaron las municiones en la corteza del árbol, de cual sale una especie de brea de cada hoyo.

Sin embargo tres mujeres no corrieron con la misma suerte, pues una de ellas recibió un disparo en la pierna derecha y a otra joven le infirieron una bala en la parte derecha de su rostro y le salió cerca de su oído izquierdo, tras ocho días interna en el Hospital Escuela de Tegucigalpa, se recupera en lo poco que ha quedado de su casa en Comayagua, a hora y media al norte, de la capital.

Otra mujer fue muy golpeada que resultó con su hombro izquierdo lesionado, lo que le ha impedido desarrollar a cabalidad su labor para llevar alimento sus hijos e hijas.

También se reportó que un campesino de 65 años, fue golpeado y tirado al suelo por los guardias privados que trabajan para Henry, y que además tenía varios impactos de balines en el pecho.

Otra consecuencia de los desalojos es la desintegración familiar, pues en la mayoría de los casos, los hombres se han quedado para continuar con la lucha por la tierra y han sacado a sus esposas, hijos e hijas y personas mayores de la localidad, pues temen por su vida ante la inseguridad que les acecha las 24 horas del día, pues no es extraño escuchar disparos en la noche.

Pero el grupo de vecinos se han organizado para vigilar los terrenos y no ser sorprendidos ante un nuevo ataque, ya que en medio de la tierra en recuperación, aun pasta un ganado, que aunque son pocas vacas y sus crías, es un pretexto para que los empleados de López Moradel entren y salgan de nuestro terreno, y a veces dicen frases amenazadoras a muerte, dijo un habitante.

En el caso de la población escolar primaria, de una matrícula de 200 estudiantes apenas hay unos 60 niños y niñas asistiendo a clases, pues la mayoría tienen miedo de que lleguen hombres en tractores a atacarlos, como lo hicieron hace unos días, cuando derrumbaron el edificio y dañaron la mayoría del material didáctico.

“Los niños y niñas están nerviosas, a ellos les da miedo ir a clases, además las condiciones no son muy seguras, pues hasta los profesores han sido amenazados”, explicó una mujer allegada a los colonos de la 25 de Octubre, pues a ella le preocupa que se esté violentando el derecho a la educación, en medio de un litigio de tierras donde corre peligro la vida de todos y todas.

Hace algunos días, los guardias han preguntado por la muchacha que fue herida en el rostro, ellos quieren saber si está viva o muerta, por lo que la intimidación ha continuado, denunciaron los pobladores.

Al menos 25 guardias de seguridad de Henry López Moradel, atacaron con armas de diferentes calibres a los habitantes de la colonia 25 de Octubre de Comayagua.

Durante el tiroteo, invasión y destrucción de viviendas, que duró unos treinta minutos, llegó la policía, quien detuvo a cinco guardias, pero estos fueron dejados en libertad a las 24 horas.

El terreno recuperado está ubicado en frente de los predios de los herederos del dos veces presidente Oswaldo López Arellano, que el 3 de octubre de 1963, siendo ya comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa, derrocó al presidente Ramón Villeda Morales, pocas semanas antes de la conclusión de su mandato y de la celebración de elecciones. 4 de diciembre de 1972 volvió a tomarse el poder.

Desde el primer golpe de Estado, López Arellano se apropió en forma de alquiler de esta tierras, de modo que ni a los campesinos, dueños originales dejó entrar, hasta finales de la década de los noventas, cuando los campesinos al ver baldíos los terrenos decidieron recuperarlo la lucha continuará, pues aunque los López Moradel presenten documentación que los acredite como dueños, esos son falsos, aseguraron los campesinos.

Se suma a este panorama la impunidad de las acciones de los guardias de seguridad de la familia López Arellano, unos cinco fueron capturados el pasado 09 de marzo por la policía y el ejército, llevados a la estación policial de Comayagua, donde unas horas después fueron dejados en libertad, a pesar que habían herido de bala a tres personas y existían muchos testigos que fueron a declarar ante la Dirección Nacional de Investigación Criminal, DNIC, pocas horas después del suceso, pero tuvo más fuerza las influencias de dicha familia que la fuerza de la Ley. Vea más datos sobre este caso.

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