lunes, 12 de marzo de 2012

Plataforma de Organizaciones revela violaciones de derechos humanos practicadas por la Minustah desde 2004

Adital

Por Natasha Pitts

Recientemente, la Plataforma de Organizaciones Haitianas de Derechos Humanos (POHDH) divulgó el informe La Minustah y la violación de los Derechos Humanos en Haití mostrando el fracaso y los perjuicios causados por la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití, que desde 2004 ocupa el país con el pretexto de garantizar la paz, instalar un estado de derecho y ofrecer seguridad.
El informe señala que cada vez más la actuación de la Minustah en Haití es blanco de críticas severas por parte de la sociedad haitiana. Esto puede ser constatado al recordar las innumerables manifestaciones de la población y de la sociedad civil organizada pidiendo el retiro de los militares.

No por casualidad el pueblo pide que los ‘cascos azules’ -como se conoce a los soldados- emprendan la retirada. El informe de la Plataforma de Organizaciones Haitianas revela que el clima de inseguridad creció después de la llegada de las tropas y recuerda que la introducción y propagación del cólera fueron obras de los militares de la Minustah.

El documento también cita las atrocidades cometidas por los militares, sobre todo en los barrios más pobres, como Cité Soleil, Bel Air y Martisant, ya que hay registros de operaciones donde mataron, hirieron, maltrataron y destruyeron bienes privados. De febrero de 2004 a diciembre de 2006, sólo en la región metropolitana de la capital, Puerto Príncipe, 74 personas fueron muertas en las intervenciones de la Minustah. En otros departamentos también fueron catalogadas violaciones de derechos. La POHDH cita el ahorcamiento de general Gilles en el Cabo Haitiano, la violación de Johny Jean en Port-Salut y la de Roody Jean en Gonaives, y el asesinato de Widerson Gena, que fue victimado cuando participaba en una manifestación en Verettes.

Ni siquiera la policía está libre de los desmanes de los militares. La POHDH descubrió casos de violencia e intento de violación contra agentes de la policía por parte de soldados. Uno de los casos ocurrió el 29 de mayo de 2008. El policía Luckinis Jacques, de la comisaría de Cité Soleil, fue violentado por agentes de la Minustah. Lo mismo ocurrió el 6 de agosto de 2008 con los policías Donson Bien-Aimé A2 y Ronald Denis A3, también de la comisaría de Cité Soleil. Hace cerca de un año, del 13 al 14 de marzo, el policía Orline Mérilan sufrió un intento de violación por parte de Muhammad Naseem, también miembro de la Misión.

La Plataforma de Organizaciones Haitianas asegura que en ninguno de los casos se realizaron procedimientos para castigar a los culpables y ofrecer reparación a las víctimas.
Además de todo el mal que la permanencia de los militares provoca a la población, la POHDH señala que la Minustah se lleva una suma extraordinaria de dinero. "El costo de su operación deja presagiar un antagonismo flagrante entre la voluntad de crear la estabilidad de Haití en vista del desarrollo socio-económico del país y la del enriquecimiento de los actores internacionales, dejando tirados en la miseria a una gran proporción de la población”, critican.

Los muchos casos comprueban que la actuación de la Minustah en el país viola normas nacionales e internacionales de protección a los derechos humanos, entre ellas la Declaración Universal de DDHH, de la cual Haití es signatario, y que en su artículo tercero define que todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad.
Por esta suma de motivos, la Plataforma recrimina la permanencia de los militares en el país. "(...) ningún cambio real se efectuó a nivel del aparato judicial que fomenta todavía la impunidad y la violación de los Derechos Humanos. Numerosas personas siguen siendo objeto de arrestos ilegales y arbitrarios con prisión preventiva prolongada, mientras que los criminales de gran porte como Jean-Claude Duvalier siguen gozando de la impunidad”, critican, comprobando que los ocho años de Minustah en Haití no trajeron beneficios a la población o para el país.

La Plataforma de Organizaciones Haitianas de Derechos Humanos hace un llamado y pide a los países que se dicen amigos de Haití que apoyen no los proyectos extranjeros, sino las iniciativas nacionales inspiradas en las necesidades prioritarias de la mayoría de la población haitiana.
Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com 

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