jueves, 1 de marzo de 2012

La voz y su huella


Por Iris Cano

Hace más de veinte años, en 1989, La voz y su huella, de Martin Lienhard, profesor suizo de Literaturas Hispánicas y Lusitanas en el seminario de lenguas y literaturas románicas de la Universidad de Zurich, se erigió ganadora del Premio Casa de la Américas. 

Esta obra, considerada primigenia en el campo de “las literaturas escritas alternativas, marginales tanto en el contexto cultural de los sectores hegemónicos como en el de las subsociedades oral-populares” es, en esencia, un extendido ensayo sobre la «literatura escrita alternativa» en América Latina, manifiesta en subsociedades indígenas y mestizas; un texto a partir del cual su autor nos acerca al conocimiento de «la otra historia» literaria, la no oficial, la que emerge de la colonización. 

El libro se originó a partir de artículos independientes que exploran aspectos de la manifestación escritural como resultado de la oralidad latinoamericana, que se produjo en distintas épocas del pasado, así como la forma en que esa oralidad continúa vigente y se cuela en zonas de la literatura contemporánea. La voz y su huella está dividida en dos partes. Una enjundiosa, certera y rigurosa primera donde se abordan las «literatura escritas alternativas» en las zonas de Mesoamérica, los Andes, Amazonas-Río de la Plata y pampeana, y nos propone un acercamiento global, a partir de diferentes ángulos, a las “literaturas escritas alternativas”. El capítulo que abre el libro se centra en el choque inicial entre la cultura europea –con su fetichismo de la escritura– y las culturas predominantemente orales de los autóctonos, y en sus efectos más inmediatos sobre los sistemas de comunicación verbal. En el segundo se esboza una tipología de los textos alternativos a partir de las modalidades de la transformación del discurso oral indomestizo en escritura. La presentación de los principales momentos de enfrentamiento étnico-social que auspiciaron y condicionaron la aparición de textos alternativos, constituye el tercer capítulo. En el cuarto, finalmente, se rastrea la relación entre las literaturas escritas alternativas y los procesos de interacción cultural en los terrenos del lenguaje, de la religión y de la oposición oralidad/escritura. 

En la segunda parte de este libro se presentan ocho estudios de caso, diferentes en cuanto a áreas, épocas y géneros discursivos. La Crónica mexicanay la Crónica mexicayotl de Fernando Alvarado Tezozomoc; Suma y narración de los Incas de Juan de Betanzos; la Ynstrucion de Titu Cusi Yupanqui y el drama Ollantay; la Primer nueva coronica y buen gobierno de Felipe Guamán Poma de Ayala y La conquista espiritual de las provincias del Paraguay (1639) de Antonio Ruiz de Montoya y con el estudio de textos de escritores como Arguedas, Rulfo y Roa Bastos en el siglo XX, que ofrecen –según criterio de Lienhard– una concepción escritural que intenta o pretende “un medio de comunicación artística en el seno de los propios sectores marginados”. 

La última sección de esta segunda parte se halla dedicada a la literaturización que se realiza en diferentes sociedades sobre el discurso del otro. Es decir, a la etnoficción y termina el libro con una elaborada, extensa y bien documentada bibliografía destinada a profundizar en el aprendizaje de forma colectiva y multidisciplinaria, 

Este ensayo, que marcó pautas en las décadas finales del pasado siglo, nos reafirma, en la actualidad, la necesidad de continuar investigando sobre el tema. Veinte años después de la edición príncipe, la Casa publica lo que su autor considera la edición definitiva, actualizada y ampliada, de La voz y su huella esta vez en la colección Nuestros Países, convertida ahora en todo un clásico de la literatura latinoamericana.

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