domingo, 12 de febrero de 2012

Presente, pasado y futuro del PL, en su aniversario

Vos el Soberano

Por Rodolfo Pastor Fasquelle

Mis felicitaciones de todas maneras a los liberales nostálgicos, quese han quedado ahí, mi cariño y mi empatía para quienes sienten que el Partido sigue siendo un instrumento de su voluntad como ciudadanos. Animo. Les deseo suerte a todos. Pero nadie negara que es una pena lo que ha sucedido con el Partido Liberal (PL). Tanto que se celebra hoy su aniversario con caras largas y frases temerosas en lugares cerrados. Dura tarea tienen, Se habla mucho de unidad y aun se especula que podría reunificarse del todo, aunque muchos deben saber la verdad y mientras cada día, el PL pierde más la preferencia del público frente a un partido Nacional que tendría que haberse arruinado en el poder, cuando casi el 80% de la ciudadanía desaprueba su gestión y la situación del país es calamitosa. Abismal el desprestigio de las instituciones, la economía sigue encadenada al costo inaceptable de la energía, la sociedad confrontada pese a los supuestos pactos y en pocas palabras estamos nadando en sangre.

Quién iba a decir que un día con pena los precandidatos del PL celebrarían la efeméride más importante del Partido en salones cerrados en que sobraría espacio, a pesar de los acarreados y media docena de espías. En el salón de actos de la minúscula sede del Partido y en salones de hotel. Donde, entre mensajes subliminales, Mauricio Villeda representante de Micheletti en el diálogo fallido anuncia que, luego de la salida de Mel Zelaya y sus seguidores hay una renovación del Partido y ahora si van a hacer oposición, Ojala! El Dr. Carlos Aguilar, ex funcionario a cargo de la Cuarta Urna en Cortés, al que sus compañeros de mesa hace poco llamaban cuatrero, pide tolerancia, pues si, y Fredy Cerrato, ex Ministro y partidario fanático de la Cuarta Urna, Coordinador Nacional del Alba, incondicional de Mel en el poder, venciendo la larga tradición laica del liberalismo, pide que dejen participar al Obispo y rodeado de golpistas, un representante de Edmundo Orellana asegura que, gracias a dios la mayoría de los liberales repudio el golpe contra Mel y que los edmundistas están listos para captar ese sentimiento y convertirlo en triunfo interno! Y en donde, un día después, el propio Orellana (mientras Elvin Santos aplaude solitario de pie, y repite elogios para semejante ocurrencia) declama frente a otro centenar de rancios fanáticos que no fue el Partido Liberal el que dio el golpe, no pues, si no el Partido Nacional, acompañado con unos pocos malos liberales que sin embargo, incluían a varios de los presentes y a la gran mayoría de sus parlamentarios, al Presidente del PL y del Congreso. Yani explica que no hay que pelear, Lucio Izaguirre se ufana de haberle dicho a Mel su amigo que él lo sentía pero era liberal?, elObispo Santos declara que viajara a ver al santo padre, que vive en Roma, y regresará con un permiso y entonces sí, asumirá la conducción de su campaña. Y nadie lo detiene. No, Sr.

No falta generosidad. Ahí mismo se anuncia que Santos, Gaugell, Orellana, Lara e Izaguirre firmaran!! bajo padrinazgo del sacrificado Elvin Santos, un compromiso para apoyar al que de ellos gane, aunque según las encuestas ninguno tenga posibilidades de ganar! En la esfera poética de las aspiraciones (si no lo sabré yo!) uno vale más de los simpatizantes que cuenta. Después, en el poder, es que se lo descuentan.

Hay un golpismo que luce cínico. Pero otro que finge además ser vergonzante. Los expertos en estrategia política les deben haber advertido ya, que da mala imagen la historia antes exaltada del golpe como defensa de la democracia y sucesión constitucional, que no tiene receptores… y que hay que disfrazarla mejor y corregir el registro, y decir que no, no fuimos golpistas. (Respeto más a quienes se alinearon con el golpe que a los que andan ahora queriendo quedar bien con dios y con el diablo. El General Romeo vuelve a explicar por enésima vez que no hubo golpe, solo un problema legal y una cuestión de necesidad.) Ahí está empero el golpe como un cadáver sobre el escenario, y todos los presentes aseguran que los asesinos fueron
otros. Reclaman inocencia y se lavan las manos.

Interesante porque esos mismos militantes de la organización tradicional son los que exigen ahora que renunciemos al partido las víctimas del golpe. Que digamos que no nos golpearon, fueron caricias. Y no podría renunciar yo por eso mismo, porque eso supondría reconocer la legitimidad de quien lo exige. Y no renuncio. No Sr. Porque uno solo renuncia a lo que tiene y ahí no tengo nada yo después del golpe. Respeto la declaración de Manuel Zelaya pero yo no he dejado de ser liberal, el Partido Liberal fue el que dejo de ser eso y no lo traicione yo, si no que fue el PLH el que nos traiciono. Ahí están los hechos. Los actuales directivos del Partido Liberal conspiraron y los diputados aprobaron la renuncia del mandatario con todos sus ministros.

No lloro por el Partido, porque no faltara el cínico que reclame que son lágrimas de cocodrilo. Lamento -puedo decirlo con propiedad- la condición a la que ha caido el partido que inspiró Morazán y que fundara mi chozno don Policarpo Bonilla y el de Callejas. Deploró la decadencia y cobardía del Partido, del que fuera alguna vez, durante el Cariato, candidato a alcalde de San Pedro Sula mi abuelo, Roberto Fasquelle y del que fue Presidente mi padre don Rodolfo Pastor Zelaya durante la dictadura militar. Que haya caído tan bajo. ¿Cómo no me va a doler? El Partido por cuyo influjo llegué a ser desde el 2006 al 2009 Coordinador del Gabinete Social encargado de la política de ese ramo y dos veces ministro de Cultura de Carlos Roberto Reina y Mel Zelaya, cuyo congreso -presidido por Carlos Flores- promulgó dos proyectos de ley de mi iniciativa, aunque nunca fui diputado, el Partido que -en términos ya menos subjetivos- fue pilar de la vida pública de este país desde los albores del siglo recién pasado y uno de los partidos más grandes de Centroamérica hasta Junio del 2009. Un partido que cumplió un papel histórico importante y al que le conservan aprecio tantos honorables correligionarios. Me duele pero ya no puedo imaginarme que tenga un destino como tal. No puedo creer en sus ficciones.

Aunque estoy seguro además que el Partido Liberal no va a desaparecer en los próximos años. Como las estrellas o los imperios cuando mueren, las instituciones siguen influenciando los hechos después de su crisis final. Históricamente los partidos no desaparecen de la noche a la mañana. En varios países europeos todavía hay partidos liberales, e incluso, aunque hace medio siglo que no ganan ninguna elección ni menos hacen gobierno, tienen recursos como los que financian las fundaciones alemanas que aquí defienden la socialdemocracia y en otros sitios conspiran con la CIA. Algunos de los partidos tropicales son incluso más aguantadores. Sobreviven a la senilidad y a la desconexión con el pueblo.

El Partido Liberal de Nicaragua sobrevivió por ejemplo a su reclutamiento de William Walker y un siglo después todavía sobrevivió a las dictaduras de los Somoza, y aun después alcanzó a elegir al Gordoman, que aún lo comanda, luego de amnistiado de una condena de 20 años de cárcel por corrupción. Ojala no llegue a tanto la decadencia del PLH. Aquí en Honduras, el PL paso, en varias ocasiones en los albores y a mediados del siglo veinte y después en tiempos de Rodas y la Izquierda Democrática por escisiones profundas con alguna connotación ideológica a las cuales sobrevivió. Sobrevivió incluso a su infame instrumentación durante la guerra sucia de 1981 a 1985, por parte de Álvarez Martinez, que se decía liberal porque como está visto, cualquiera pude llamarse eso, como cualquiera puede sin serlo llamarse a si mismo cristiano y humanista… Podría escindirse, y el mismo refundarse, el PL. Ojala la mejor mitad de esta naranja golpeada pueda rescatarse, se reorganice y regrese a buscar la conexión perdida con el cariño del pueblo, el pueblo liberto y despierto tras el golpe, dolido por la traición, del pueblo lúcido del siglo XXI. Tienen esa responsabilidad los que quieran redimirse ante la historia, de articular al final la única oposición eficaz, que es la que podría tomar el poder, mediante una alianza. Pero no va a sobrevivir al golpe como tal, aunque, según la bizarra tesis de Orellana y Elvin Santos, el golpe lo haya dado el Partido Nacional disfrazado con insignias liberales, impostándole su voz, gesticulando por inspiración del gran titiritero, eligiendo Presidente a su Presidente, justitificándose una orden de arresto que el Presidente “liberal” de la Corte Suprema ha confesado que no existía, apoyándose en un Fiscal General “liberal” que acusó a las víctimas y calló frente a los perpetradores del crimen de traición a al patria. Felicidades.

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