miércoles, 28 de diciembre de 2011

2012: Tiempo crucial

Nuestra Palabra
Radio Progreso


A punto de finalizar este 2011, cualquier balance que se realice nos dejará como resultado un país destrozado, en bancarrota. No decir al final del año que la institucionalidad hondureña ha colapsado, sería una enorme irresponsabilidad de cara a asumir los nuevos desafíos del año por venir.

La clase política demostró su miopía y su ensimismamiento. Los políticos en lugar de ser parte de la solución son parte central del problema hondureño. Y su comportamiento confirma su incompetencia: frente a los problemas que han creado y frente a la crisis institucional se encierran sobre sí mismos, como el avestruz que ante el peligro hunde su cabeza en sí mismo. Este año de hundimientos, los políticos se han organizado para seguir haciendo las cosas políticas como si en el país no pasa nada.

La violencia y la angustia económica han sido definidoras de este año que ya estamos por terminar. El saldo imborrable de más de 20 personas muertas violentamente a diario, y tantas miles de personas que no tuvieron empleo para subsistir nos deja un saldo anual de tristeza y depresión. Esta cruel pero real verdad, nos pone en una encrucijada, o hacemos cambios estructurales o nos vamos derechito al despeñadero.

El inicio de un nuevo año arrastra la búsqueda de soluciones que necesariamente deben pasar por acuerdos básicos compartidos entre todos los sectores de la sociedad. Buscar respuestas al problema estructural de la pobreza y la violencia se vuelve una urgencia que no podemos postergar, de lo contrario la factura la seguiremos pagando con sangre y miedo.

En el campo económico, hay que buscar salida al desempleo, al endeudamiento y el alto costo de la vida. Y nos toca buscar una salida a la inseguridad, la cual no la vamos a encontrar hablando de depuraciones de la policía hecha por los mismos oficiales de la policía conductores del crimen organizado, sino en intervenir de frente toda la institucionalidad responsable de la justicia, como punto previo a la elaboración de una propuesta de una nueva institucionalidad que ataque la impunidad.

Honduras llegó a un punto crucial. Y aceptarlo es una actitud que se puede convertir en oportunidad para re-pensar, re-hacer, re-fundar todo el tejido social, económico, político y jurídico para avanzar hacia una nueva Honduras. Y en esta tarea nadie podemos quedar fuera, y es una tarea impostergable. Es la gran tarea para ya. No tenemos tiempo para atrasarla o esconderla con falsas soluciones, porque la bomba está ya estallando. 2012 es el año para hacer frente a todos los conflictos acumulados. Si no aprovechamos esta oportunidad, el 2012 será un año de más desgracias. Si le hacemos frente será lo que hoy deseamos: un próspero año 2012.

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