sábado, 6 de agosto de 2011

Honduras y su venta en pedacitos


Agencia Walsh


Aprueban en Honduras la creación de territorios llamados Regiones Especiales de Desarrollo o Ciudades Modelo que regirán con autonomía jurídica, social y bajo un sistema económico basado en el libre mercado. La idea tomada del economista estadounidense Paul Romer, propone dar mayor participación a las transnacionales privilegiando el capital.

En una de estas madrugaditas, como es su costumbre, los diputados del Congreso Nacional se desvelaron para aprobar el reglamento que regirá las "Regiones Especiales de Desarrollo", más conocidas como ciudades modelo.

Una mayoría aplastante de diputados permitió, con la aprobación de este reglamento, que las ciudades modelo tengan su propio dominio económico, jurídico y social, situación que se convierte en una total violación a la Constitución de la República, nada de extrañar en nuestra querida Honduras.

La aprobación de las ciudades modelo, en una sociedad en harapos como la nuestra, es la apuesta por continuar con el actual sistema capitalista devorador, responsable del marginamiento de más del 60 por ciento de la población, que se la rifa a diario para conseguir el sustento de sus hogares.

La propuesta de los impulsores de este proyecto es entregar un pedazo de nuestro territorio para que lo administren uno o varios países o transnacionales, creando así una ciudad autónoma, con su propias leyes orientadas al comercio, las finanzas y los negocios. Serían pequeños estados dentro del Estado.

El contenido del reglamento de las Regiones Especiales de Desarrollo deja claro que se seguirá privilegiando el capital. Los diputados aprobaron que las transnacionales paguen menos impuestos porque son quienes generarán empleos en estas regiones, convirtiendo así estos territorios en paraísos fiscales.

A este montón de privilegios económicos se suma que dentro de estas regiones se puede acabar con toda la legislación que protege los derechos laborales de obreras y obreros, con la que defiende los recursos naturales y protege la propiedad de costas y mares de la codicia de extranjeros, con la que resguarda territorios y recursos de las poblaciones étnicas, y en general con toda la surgida en un país.

La puesta en marcha de las ciudades modelos representa la venta de la soberanía nacional. Una ciudad modelo sobre el territorio de un país con una sociedad económica, social y políticamente fracasada, como es el caso de Honduras, más que aportar a reducir las inequidades, profundizará los desequilibrios hasta extremos insostenibles.

Ante tales intenciones de la clase política hondureña, a las organizaciones sociales y populares y la población en general nos toca defender con uñas y dientes nuestros recursos y nuestra soberanía. ¡¡Ah, eso sí, en las ciudades modelo se arrancará por pedacitos y sin parar la soberanía nacional, pero sus propietarios dejarán que flamee la bandera nacional y que se cante el Himno Nacional!!

No hay comentarios: