miércoles, 11 de agosto de 2010

Un libro contra el Alzheimer atómico

Rebelión

Por Gorka Larrabeiti

El espíritu del rechazo a las pruebas nucleares es el espíritu de la ignorancia.

Estoy encantado de violarlo. No creo que lo estemos violando lo suficiente

Edward Teller (1)


Hoy, 9 de agosto, el mundo celebra su Alzheimer atómico. Aún se sigue recordando el espanto de Hiroshima; mucho menos el de Nagasaki, tal vez porque conviene reforzar el falso mito de la unicidad de la bomba atómica, tan útil para ocultar un asunto tabú: el armamento nuclear, su evolución, expansión y  cruel sofisticación a pesar del tratado de no-proliferación. Nagasaki representa el olvidado peldaño siguiente de una escalera que la industria militar ha seguido construyendo con afán en atronador silencio mediático.

La fecha de hoy nos sirve de marco perfecto para hablar de una novela thriller de física y armas nucleares que ha tramado el magnífico grupo de periodismo de investigación -¿acaso puede haber otro periodismo?- de Rainews 24 asesorados por Emilio del Giudice, físico investigador del Istituto Nazionale di Fisica Nucleare.

Recuerdo que el 8 de octubre de 2008 dos periodistas de Rainews 24 anunciaron en rueda de prensa un reportaje de muchos megatones titulado La tercera bomba nuclear, en el que un veterano del ejército estadounidense denunciaba que EE.UU. había lanzado en Iraq una bomba nuclear de 5 kilotones. Rebelión se hizo eco de ese reportaje traduciéndolo al día siguiente del anuncio. Probablemente, nos ocurrió lo mismo que a los autores del reportaje: nos sorprendió que una noticia tan estruendosa no provocara ninguna consecuencia política. Según parece, sólo Rafsanjani, antiguo presidente iraní pidió que se abriera una investigación.

No es de sorprender, pues, que este grupo de periodistas que se ha ocupado del extraño oscurecimiento de todo lo relativo a la fusión en frío, del empleo de armas nucleares de uranio enriquecido en Khiam (Líbano), o de armas que producen extrañas amputaciones en Gaza haya optado, ante la ineficiencia de sus denuncias televisivas, por sembrar la duda en los lectores valiéndose de la literatura, y más concretamente del género del thriller. Que sean los lectores quienes decidan qué es y qué no es verdad; eso sí, dejando clara una cosa: los fragmentos editados en cursiva son fruto del trabajo de campo periodístico.

La novela comienza de modo aterrador. Una misteriosa llamada telefónica que hace Edward Teller, padre de la bomba H, sostenedor del proyecto de Guerra de las Galaxias de Reagan, inspirador supuestamente del Dr. Strangelove, científico loco representado por Peter Sellers en Teléfono rojo volamos hacia Moscú de Stanley Kubrick, a Martin Fleischmann, padre de la fusión en frío y uno de los protagonistas básicos de esta historia.



Claudio, el investigador, se ve obligado a interesarse por la fusión en frío para entender cómo puede ser que un proyecto tan revolucionario como éste fuera rápidamente torpedeado desde distintos puntos. Al adentrarse en los misterios de la física nuclear y de la electroquímica, Claudio irá descubriendo las implicaciones de tipo militar ligadas al descubrimiento de Fleischmann y su colega Pons. Recuperará del olvido el Manifiesto Russell-Einstein; desempolvará el juicio contra Oppenheimer; descubrirá la perfidia del Memorándum Groves, que justifica el empleo de armas con polvo radiactivo contra la población civil tal y como se ha venido haciendo en Iraq o Afganistán.

No desvelaremos aquí cuál es “el secreto de las tres balas” (así se titula el libro), pero sí daremos una pista: vilmente un hilo lógico puede unir las extrañas amputaciones en Gaza, la bomba de uranio enriquecido de Khiam, las denuncia de que EE.UU. había lanzado una bomba atómica cerca de Basora (Iraq) y el anuncio del descubrimiento de la fusión en frío.

Quienes quieran comprender cómo puede ser que se hable tan poco de dos científicos como Fleischmann y Pons, capaces de anunciar en 1993 que en 2000 habría energía nuclear en las casas, y que habían desarrollado, basándose en la fusión en frío, procedimiento barato y de recursos ilimitados, un aparato que producía energía suficiente para mantener una bombilla encendida durante 15 minutos;

Quienes detesten el periodismo basura y amen el periodismo lento, y quieran deleitarse saboreando la solera de una investigación colectiva de más de 5 años de trabajo colectivo;

Quienes piensen que basta ya de que la literatura sea un desagüe de egos o una colección de egos desahogados;

Quienes no soporten la manipulación lingüística que endulza la guerra con proyectiles de uranio empobrecido y se esperen ya balas nucleares sostenibles o ecológicas porque ya han visto desfilar por sus ojos ataques quirúrgicos, o incluso humanitarios;

Quienes no tengan miedo a las verdades aunque éstas estallen como estalló aquel misil teledirigido que mató a los observadores ONU en Khiam (Líbano) poco antes que explotara una bomba de uranio enriquecido a pocos metros de donde éstos se hallaban;

Todos ellos tienen un buen motivo para dudar. Puede que este libro pueda interesarles, o puede que no. Puede que, leyendo este libro, estén más cerca de algunas verdades, o puede que no. Puede que digan que son patrañas o puede que no. Pero su percepción no será defectuosa, como lo es la de quien se traga lo que sea -mal que sea la injusticia más atroz- arrellanado en su sillón ante la caja boba.
Torrealta, Maurizio y Del Giudice, Emilio: Il segreto delle tre pallottole. Verdenero Ed., Milán, 2010.



Nota:
(1) Fuente de esa declaración de Edward Teller: http://www.scientificamerican.com/article.cfm?id=infamy-and-honor-at-the-a&page=1

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