sábado, 24 de julio de 2010

El ‘Perdón' del FMI necesita tener en cuenta la historia del país


Este último jueves, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció la cancelación de la deuda de 268 millones de dólares de Haití y el otorgamiento de nuevos créditos. Según informaciones del FMI, la medida, tomada después de más de seis meses del terremoto que devastó a la nación, es parte de un plan de reconstrucción a largo plazo para el país.

Además del perdón de la deuda, el Fondo Monetario concedió una nueva línea de crédito, por el valor de 60 millones de dólares.
La cantidad no va a acumular intereses hasta 2011. Después de ese año, los incrementos no deberán pasar del 0,5%. De acuerdo con Corinne Delechat, jefe de la misión del FMI para Haití, el valor del nuevo crédito concedido no es alto, deliberadamente, para no "cargar al país con una nueva deuda".

La cancelación del débito fue posibilitada por la existencia de un fondo para aliviar las deudas en caso de catástrofes. La reserva fue creada por el propio FMI con el propósito de apoyar a los países devastados y empobrecidos por catástrofes naturales.


Para el economista Rodrigo Ávila, de la Auditoría Ciudadana de la Deuda, entidad perteneciente a la Red Jubileo Sur Brasil, es necesario comprender y recordar buena parte de la historia haitiana para comprender el significado del perdón de esta deuda.

"Haití es un país históricamente saqueado. Un ejemplo claro ocurrió durante el proceso de independencia, cuando la nación fue obligada a pagar a Francia, en valores actualizados, la cantidad de 22.000 millones de dólares, por la fuga de los esclavos. Esta deuda era ilegítima, pero tuvo que ser pagada. Y el valor era irrisorio frente a todo el saqueo que Haití ya sufrió. Hoy, el FMI perdonó una deuda, pero va a liberar más dinero a cambio de que el país siga sus políticas neoliberales", esclarece.

Además, de acuerdo con el economista, en el momento en que el FMI anula la antigua deuda y establece un nuevo crédito, nuevas imposiciones son aplicadas, generando más políticas nocivas para el país, como las políticas de ajuste fiscal, que siempre terminan recayendo sobre la parte más débil de este proceso: la población.

El perdón de la deuda y la oferta de nuevo préstamo vinieron seguidas de un llamado a los países para que cumplan con sus promesas de apoyo. "Las donaciones van a comenzar a llegar a Haití de acuerdo con lo que fue prometido para que la reconstrucción pueda comenzar inmediatamente, para que el patrón de vida mejore y para que las tensiones sociales se alivien", dijo Dominique Straus-Kahn, director del FMI, por medio de un comunicado.

Straus hizo referencia a las promesas firmadas por varios países durante una conferencia realizada durante el mes de marzo para debatir la ayuda a Haití. En esa ocasión, fueron prometidos más de 900 millones de dólares para auxiliar al país para que inicie el proceso de reconstrucción, sin embargo, de acuerdo con la enviada especial del gobierno haitiano a la Organización de las Naciones Unidas, Leslie Voltaire, menos del 2% de ese valor fue entregado.

Pasados más de seis meses del terremoto, Haití continúa en situación precaria y necesitando de ayuda para iniciar efectivamente su reconstrucción. El dinero de las primeras donaciones fue aplicado en la construcción de hospitales de campaña y al pago de los profesionales de la salud. La población continúa careciendo de vivienda, alimentación, agua, atención médica y sufriendo a causa del aumento de la delincuencia.

Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com

* Periodista de Adital

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